Bueno, ya iba tocando dar señales de vida, que hay muchas cosas que contar.
No sé ni siquiera por dónde empezar. Bueno, va, voy a empezar por el principio. Aviso: este post va a contener como mínimo cuatro cuts, uno por Madrid, uno después de Madrid, y alguno que otro más caerá. Puede que caiga alguno más por el insti, aunque creo que eso puedo ponerlo sin cut, que no es tan largo. Leed lo que queráis y lo que no queráis no lo leáis, yo voy a escribirlo todo. Si lo leéis todo, tenéis mi enhorabuena por aguantar, en serio.
El punto 6 no os lo saltéis, hacedme ese favooor, porfaaaa ~
Dicho esto, allá voy.
1.
Mi viaje a Madrid estuvo condicionado desde el principio. No estoy segura de si lo he mencionado aquí antes, pero había un chico, de mi clase, que estaba tirándome a saco desde hacía cerca de un mes. Pero él tenía novia, así que yo me negaba a responder, a pesar de que no podía negarle que me molaba porque una no es de piedra, siendo sincera. Además, el chico en cuestión era el típico "hoy me gustas, ya veremos mañana" (esa frase es de una canción super LOL, que de repente se ha puesto super de moda), así que no estaba segura. Bien, pues yo salimos del instituto en el autobús miércoles a las 6 de la mañana, y antes de las 12 ya me había llegado la noticia de que había cortado con su novia. Además, hubo un momento en el que me senté en los asientos que había detrás de él con una amiga, y me dijo, literalmente, que la pelota estaba en mi tejado. Sin embargo, me reí y no le hice demasiado caso. Aun así, él siguió intentándolo. Se me lanzó un par de veces antes de llegar a Madrid, y yo le apartaba la cara.
Así que llegamos a Madrid.
Repartieron las habitaciones. Hotel Mediodía, en frente de Atocha, habitación 202. Lo curioso es que una de las profesoras estaba en la habitación 208. Pero bueno, después del reparto de habitaciones, de comer y de "descansar" un rato por allí, nos fuimos al museo del Prado. Un desastre total. Menos mal que yo ya había estado allí. Nos dividieron en dos grupos de 20 personas, y a mi grupo nos tocó con la profesora de la 208, la pavo que la llaman (yo ni la conocía antes del viaje). La mujer iba a su bola, y antes de una hora ya se había perdido el grupo entero. El chico en cuestión, el que se me lanzaba, al que llamaremos Chuck (y no es por Gossip Girl, que conste, es por...bueno, tiene su explicación, pero vamos a dejarlo así), cogiéndome por los hombros y no dejándome prestar atención, otro chico hablando con una japonesa y diciéndole en inglés que lo llamase si iba a Alicante, otra chica y su novio apareciendo y desapareciendo, de repente nos encontrábamos con otro grupo de nuestro insti, etc. Todo así, hasta que llegó un punto en que terminé con Clara, paseándome por un piso del museo que ni siquiera sabía que existía, que encontramos de casualidad buscando unos baños.
Aquella tarde no pasó mucho más. Nos dejaron tiempo libre, y por la noche nos dimos una vuelta por Madrid, nos hicimos muchas fotos, y esas cosas. Para las...10 de la noche, aproximadamente, ya había perdido la cuenta de las veces que se me había lanzado Chuck. Y yo allí, como una tonta, aguantándome. Es que eso de tener una vocecita que me decía que no era buena idea hacía mucho. Pero llegó un punto en que esa vocecita se calló. Creo que fue a raíz de que habláramos, y me dijera por fin claramente que le molaba, que no podía prometerme nada pero que quería estar conmigo, y sabía que yo también quería estar con él. No se equivocaba, para qué mentirnos. Así que la voz de mi cabeza dijo esa frase del mal, "un rollo no hace mal a nadie".
Si, esa noche nos liamos.
Fue sobre las dos de la madrugada, aproximadamente. Luego estuvimos en mi habitación, la que compartía con tres chicas más, pero en la que estaba una cuarta chica aquella noche. Dormimos juntos, y por la mañana se despertó antes de tiempo para volver a su habitación.
El día siguiente, jueves, la pasé a ratos con él. Por la mañana fuimos al museo Reina Sofía, museo que me encantó. En serio, todo el mundo iba diciendo que vaya mierda, que era una tontería, pero a mi me encantó. Incluso si lo que veía eran dos placas de dos colores distintos puestas una encima de la otra. Será que soy rara, o algo así, aunque no creo, porque si fuera la única a la que le gusta ese tipo de arte no habría un museo entero dedicado a él en la capital. El caso es que pasó la mañana, comí con mis amigas, me interrogaron sobre Chuck, me dijeron que llevase cuidado, y estaba en todo esto cuando él me llamó. Me dijo que estaba en el hotel, que se iba a quedar y le apetecía dormir la siesta conmigo. Dormir, le insistí, y prácticamente le hice jurarlo. Así fue. Llegué al hotel, vino a mi habitación y dormimos de nuevo abrazados.
Por la tarde nos dejaron tiempo libre de nuevo. Después, casi a la noche, nos propusieron ir a cenar a una calle conocida de allí. Quien quiso se quedó, quien quiso se fue. Unas cuantas chicas y yo nos quedamos con la intención de cenar en el McDonalds (me he aprendido todos los menús, en serio) y comprar un café en el Starbucks, pero llegamos al Starbucks tarde y estaba cerrado, así que nos dedicamos a volver al hotel.
Esa noche tocaba fiesta, era la última noche.
No os podéis hacer una idea de lo que me pude reír. También puede que tuviera algo que ver que hubiera botellas de vodka rondando por mi habitación, condones con lubricante, cámaras de fotos y gente...achispadilla. Pero bueno, el caso es que me reí mucho. Hablé con Chuck. Le lancé la pregunta que me comía la cabeza: "¿esto de liarnos significa que hay exclusividad?". Exclusividad. Aclaré que no iba a enfadarme por ninguna respuesta que pudiera recibir. Se quedó en silencio, suspiró, me miró y me respondió que no. No podía prometerme exclusividad. Era lógico, en realidad. Pero yo tenía que preguntar, aclarar las cosas desde el principio. Si, volvimos a dormir juntos. Os podéis hacer una idea de cómo fue la noche en el hotel si os digo que, de cinco personas que éramos en la habitación, solo una amiga y yo éramos de verdad las propietarias de la habitación.
No bajé a desayunar esa mañana. Él no me dejó. Ya sé que suena mal, pero no pasó nada. Ya me entendéis. Solo estuvimos haciendo los idiotas, y luego llegaron sus amigos con un desayuno alternativo, a lo que yo le sumé un zumo que llevaba en el bolso, así que teóricamente sí que desayuné. Subimos las maletas al autobús y nos fuimos al Museo Arqueológico. Desastre total, solo había una exposición abierta, y encima casi todo el mundo se fue antes siquiera de saber ese dato. Yo me sentía irresponsable y decidí quedarme, pero tampoco sirvió de mucho. Un capuccino del Starbucks, un paseo por la Gran Via y un vestido nuevo después, vuelta al autobús. Había que volver a casa.
Pasé todo el viaje de bus con él. Abrazada a él, escuchando música con él, durmiendo con él, hablando con él, riéndome con él. Hasta que me quedé en silencio, y me preguntó si me pasaba algo. Le dije la verdad. "No quiero pillarme por ti". Frunció el ceño, apartó la mirada, pero reconoció que era lo mejor.
Llegamos a Alicante, y el viaje terminó. Ya podía volver a la realidad.
2.
En Madrid acordamos que sería un rollo sin exclusividad, pero las cosas no parecían tan fáciles con Chuck.
El sábado me llamó. Le dije que había quedado, y le faltó preguntarme qué ropa me iba a poner. "¿Con quién? ¿Cuándo? ¿Dónde vas a ir?". Un interrogatorio completito. Después de que mi plan se fuera a freir monas (complicaciones por parte de la persona con la que había quedado) quedamos él y yo. "Tengo un amigo que se lió con una chavala hace poco, pero es tan tonto que ella le preguntó si había exlcusividad, y él le dijo que no la había, pero ahora se arrepiente y no sabe si decírselo. Tú, ¿qué harías?". Para cuando me quise dar cuenta, ya había exclusividad.
El domingo los celos casi le muerden el culo, todo porque había quedado con un par de amigas y un amigo. El lunes le traiciona el subconsciente: "¿es que ahora no puedo tener amigos?" "¡faltaría más, que mi novia no pudiera tener amigos!" "¿que tu qué?". El martes le vuelve a traicionar: "porque como mi novia no quiere que..." "¿que tu quién no quiere qué?".
El miércoles le duele la rodilla y no hace educación física. Le pido que se quede con mi móvil, y cuando me lo devuelve me dice que mire la pantalla. Entro al vestuario para cambiarme y miro la pantalla del móvil. Tengo que sentarme porque casi no puedo creer lo que leo. "Sabes que eres lo único que ocupa mi cabeza y si digo que eres mi novia es porque quiero que lo seas, pero parece que no te das cuenta. Que sepas que te quiero, pitufa. (Si después de leer esto vienes a darme un beso entenderé que tú también quieres ser mi novia). Sea lo que sea, te quiero."
Os juro que mi mente se debatía entre "este niño es un moñas de mucho cuidado", "¿quién es este y qué han hecho con Chuck?" y "¿besar o no besar? esa es la cuestión". La respuesta a lo primero era sí. La respuesta a lo segundo todavía no la tengo. La respuesta a lo tercero fue besar.
Así que desde ese día tengo novio. Iugh, todavía suena super raro. Tengo Chuck.
Peleamos a menudo. Peleas tontas, que se nos pasan el mismo día, pero se nota que somos como la noche y el día. Nos gusta música diferente, nuestra forma de ver las cosas es diferente, hablamos de forma diferente y desde luego tenemos caracteres MUY diferentes. Pero bueno, de momento las cosas van relativamente bien. A ver cuánto tiempo dura.
3.
Fueron geniales. Me disfracé de rosal. Habrá fotos cuando actualice mi tumblr del proyecto 365, lo prometo. Estuvo super bien el disfraz, lo hicimos entre mi prima y yo (más ella que yo, que es una artista para este tipo de cosas). Casi llueve, pero al final solo cayeron unas gotitas, nada especialmente importante. El puerto de Alicante estaba llenísimo, igual que la Rambla. Había gente con disfraces MUY originales, y un montón de abejas, no se por qué este año a la gente le ha dado por ahí.
Pues eso, que los carnavales estuvieron divertidos. Tampoco hay mucho más que contar.
4.
He tenido un bache. No, no tiene nada ver todo el tema de Chuck, porque lo tuve antes de Madrid, pero es un asco. He sacado un 4'5 en Historia, y otro igual en Filosofía. El de Historia tiene remedio, pienso remediarlo el viernes, pero el de Filosofía no. Menos mal que me ha dicho el profesor que me va a poner un 5 en la final. Aun así, es un asco, porque eso me baja la media entera.
Por si fuera poco, mi madre ya me ha dicho que como vengan las notas y haya bajado vamos a tener problemas. Así que estoy acojonada. No voy a suspender ninguna, porque eso es obvio, pero basta que haya bajado un poco para tener problemas. No es justo, porque aun habiendo bajado un poco (y cuando digo un poco es verdad, porque sigo teniendo la mayoría de asignaturas con notas por encima del 8), sigo siendo la mejor de mi clase. Pero bueno, paciencia. Mucha paciencia.
De momento, la evaluación es la semana que viene o la siguiente. Mis exámenes terminan el miércoles que viene. Cruzad los dedos por mi.
5. El proyecto 365 sigue vivo, aunque no lo parezca. Ya se que hace casi un mes que no actualizo, soy consciente de ello, pero las fotos las tengo. Reconozco que algún día se me ha perdido, pero la gran mayoría las tengo. Se trata de subirlas, que es lo que me da tantísima pereza. Pero tarde o temprano lo haré.
6. Necesitaría, porfis, que me definierais la adolescencia en un comentario, y pusierais algo que os recuerde a ella. Originalidad al poder. Es para mi exposición de Lengua, que tengo que hablar 5 minutos sobre el tema que quiera. Mi tema es la adolescencia. Si cooperáis os los agradecería mucho ~
Bueno, creo que ya está bien por esta vez. A ver si no pasa tanto tiempo hasta la siguiente.