Alegría, Ryoma/Sakuno drabble
Titulo: Alegría
Fandom: Prince of Tennis
Claim: Ryoma/Sakuno
Tabla: Random 3
Prompt: Chispa
Advertencias: Un poco de fluffy
Palabras: 160
Disclaimer: Prince of Tennis no me pertenece, es de Takeshi Konomi. Hago esto por mera diversión.
Notas Adicionales: Re-subido por los problemas que me daba el LJ al editar un post con varios drabbles.
Alegría
(RyomaxSakuno)
A lo largo de sus escasos quince años de vida, Ryoma no encontraba momentos más felices que los que disfrutaba en compañía de Sakuno Ryuzaki.
Siempre lo negaba cada vez que se lo preguntaban. Admitir cosas así no iba con su forma de ser y aún enamorado, prefería mantener su perfil igual de alto e indiferente a todo, como todos ahí en Seigaku lo habían conocido. No quería ser clasificado dentro de ese puñado de idiotas a los que «el amor los había cambiado». Incontables veces se había mofado de ellos por su estupidez, pero desde que tenía a Sakuno a su lado… ya no estaba tan seguro de eso.
Porque ahora sabía lo condenadamente felices que eran esos idiotas.
Sakuno reía, y eso provocaba que la alegría que creía muerta en él reviviera con esa sonrisa suya: la chispa que le hacía creer que en el fondo y después de todo, no era tan malo como pensaba.
Fandom: Prince of Tennis
Claim: Ryoma/Sakuno
Tabla: Random 3
Prompt: Chispa
Advertencias: Un poco de fluffy
Palabras: 160
Disclaimer: Prince of Tennis no me pertenece, es de Takeshi Konomi. Hago esto por mera diversión.
Notas Adicionales: Re-subido por los problemas que me daba el LJ al editar un post con varios drabbles.
Alegría
(RyomaxSakuno)
A lo largo de sus escasos quince años de vida, Ryoma no encontraba momentos más felices que los que disfrutaba en compañía de Sakuno Ryuzaki.
Siempre lo negaba cada vez que se lo preguntaban. Admitir cosas así no iba con su forma de ser y aún enamorado, prefería mantener su perfil igual de alto e indiferente a todo, como todos ahí en Seigaku lo habían conocido. No quería ser clasificado dentro de ese puñado de idiotas a los que «el amor los había cambiado». Incontables veces se había mofado de ellos por su estupidez, pero desde que tenía a Sakuno a su lado… ya no estaba tan seguro de eso.
Porque ahora sabía lo condenadamente felices que eran esos idiotas.
Sakuno reía, y eso provocaba que la alegría que creía muerta en él reviviera con esa sonrisa suya: la chispa que le hacía creer que en el fondo y después de todo, no era tan malo como pensaba.