Titulo: La Radio Solitaria
Fandom: Full Metal Alchemist
Claim: Envy/Ed!Pride
Evento: N° 14. Personajes X e Y son convertidos en electrodomésticos y busquen la forma de romper el hechizo.
Palabras: 889
Advertencias: Shonen Ai, Basado en BBI, algo de parodia, Crak!Fic.
Palabras: 889
Disclaimer: Full metal alchemist es propiedad de Hiromu Arakawa, y Pride (BBI) de Chris de Ocean-x
Notas: ¿Algo más que decir? Crak! total.
La radio solitaria (¿?)
Pride estaba acostumbrado a ver muchas cosas raras e inexplicablemente extrañas en su mundo. Bueno, en el de los humanos. Los suyos no tenían mundo propio. Lo creía a ciencia cierta y a esas alturas de su existencia, nada le sorprendía: hasta que cierta mañana de invierno al abrir sus ojos se encontró viendo las paredes y objetos de una habitación desde encima de una mesita de noche, una habitación que no recordaba.
No lo podía entender, ¿qué hacía ahí? la noche anterior se había dormido sin sueño en la cama donde siempre dormía cuando tenía deseos de hacerlo, pues los de su clase sólo duermen por capricho y no por cansancio o fatiga. Observó el techo y supo con certeza que esa no era la habitación en la que se había dormido.
Había cosas más extrañas, pensaba. Cosas que en verdad le aterraban, como la vez en que Envy lo enterró vivo en el jardín “Descuida… no desaparecerás” le había dicho con una no muy amigable sonrisa y él, inocente como un niño e ingenuo como no podía ser, le había creído y en verdad no desapareció… sólo murió unas diez veces antes de que Padre tuviera que ordenarle que lo sacara de ahí bajo la amenaza de torturarlo, y Envy cumplió en el acto.
Pero volviendo al asunto que provocaba tales recuerdos, oyó una voz inundar el silencio ¿De donde venía? Observó a todos lados una y otra vez y siempre se hallaba solo, ¿por qué oía la voz de tan cerca? De pronto, al mirar hacia abajo, la realidad cayó sobre él tan pesada como una piedra.
Él era la voz que estaba hablando. Más específicamente, él era el medio por el cual esa voz que no era suya se comunicaba: era una radio. Al mirar su cuerpo lo descubrió con la más grande de las impresiones existentes, lo que era decir mucho para alguien cuyas emociones estaban bloqueadas.
¡Oh! ¡Tragedia, desgracia! ¿Qué había hecho en su corta inmortalidad para merecer tan vil castigo? Su perfecta voz gritando en desespero era reemplazada por los pesados sonidos del Rock, y sus palabras de auxilio hechas el pronóstico del clima.
“¿Habrán sido los alquimistas?” Pensó un rato “¿Habían ellos encontrado un medio para ganar y no contentos con derribarlos los sometían a tan desagradable ilusión?” Qué solitario y triste era hablar con palabras que no quería decir. Qué triste era querer expresarse y que nadie comprendiera realmente el significado de sus melodías.
Qué triste era estar sin…
- ¡Enano!-oyó decir. Padre, ya había enloquecido: oía la voz de Envy gritar su nombre en algún rincón de la habitación “Si tan sólo fuera real…” -. ¡Enano!-insistía la voz. ¡Oh! ¡Para ya! Su corazón se estaba desgarrando. “Dios ¿por qué tienes que ser tan cruel?” -. ¡Renacuajo mal desarrollado! ¡Mírame, estoy aquí, del otro lado de la cama!
¿Dónde? No podía verlo. Su mente le estaba jugando una mala pasada ¡Padre!, si Envy estuviera ahí, con una patada le habría hecho entrar en razón. Pensando en eso, se fijó que al otro extremo de la cama, sobre la mesita de noche de lado opuesto, había una lamparita de un color verde, color que bien había visto antes en el cabello de alguien. La lámpara navideña imitaba la forma de una palmera
¿Acaso…?
- ¿Envy, eres tú? -preguntó, mas al instante recordó que sólo podía decir lo que la estación de radio en sintonía emitiera. Él nunca iba a escucharle si estaba ahí realmente.
- ¡Por supuesto que soy yo!-vociferó de mal humor.
Los ojos de Pride, ahora pequeñas luces amarillas, se iluminaron ¡Él podía entenderle!
- ¿Qué estás haciendo aquí? -le preguntó, ocultando la emoción en sus palabras.
Si hubiera estado en su forma humana, Envy habría rodado los ojos ante lo estúpido de su pregunta.
-Lo mismo que tú, supongo-le contestó con sarcasmo. Pride guardó silencio por un rato y al final, lo único que se le ocurrió para no lanzar más carbón al creciente cabreo de su “hermano” (cosa que sucedía bastante seguido), fue preguntar:
- ¿Sabes por qué estamos aquí?-le preguntó con calma-. ¿Sabes por qué estamos así?
Envy fue seco y cortante con su respuesta:
-No sé.
- ¿Al menos sabes cómo volver a nuestras formas originales?
Envy no le respondió más que con apagar la luz.
- ¡Oh!
Eso no le ayudaba en nada a aclarar sus ideas.
La tarde fue pasando y con el tiempo la noche no se hizo esperar. La luna brillo solemne a través de la ventana. Contemplándola, Pride pudo sentirse más tranquilo. Al menos una cosa no había cambiado en esas últimas veinticuatro horas de pesadilla. En algún momento encontrarían la forma de regresar a sus cuerpos originales, pero ahora había una cosa mucho más importante que le inquietaba.
-Envy…
- ¿Mmm?
- ¿Qué vamos a hacer esta noche? -preguntó, con un deje la picardía en su tono, incitándole al juego.
- Lo que hacemos todas las noches, mi pequeño Pride…-habría sonreído si tan sólo hubiera tenido una boca con qué hacerlo.
- ¿En esta forma?
-Ya nos las ingeniaremos-dijo, moviendo su absurdo cuerpo de lámpara hasta caer sobre la cama, mientras la luz de su ampolleta se encendía-. Ahora, es tiempo de enchufar algunos cables.
Y Pride no podía estar más de acuerdo con eso.
FIN (¿?)