[fic] La espera | Fullmetal Alchemist
Título: La espera.
Fandom: Fullmetal Alchemist.
Pareja: Ling/Lanfan.
Palabras: 462.
Advertencias: spoilers capítulo 82. AU-ish.
Notas: angstuff puro y duro (copyright del término de samej XD).
Lanfan siente el zumbido incesante en su cabeza, la señal que delata a esos seres. Su cuerpo aún se convulsiona involuntariamente ante la desagradable sensación que le produce. Como el hedor constante de podredumbre.
Sus dedos se estrechan alrededor del cuchillo; su oído capta el sonido de pasos cercanos, pausados. El zumbido se intensifica y necesita cerrar los ojos un instante. Está allí, a tres metros de distancia. Cuando sus párpados se abren, los ojos oscuros han dejado atrás cualquier ápice de duda e indecisión que antes pudiera quedar en ellos.
Abandona la penumbra del callejón, el olor a fruta podrida que lo llenaba y atrás queda el gimoteo de unos vagabundos moribundos. Lanfan apoya con firmeza los pies sobre el adoquinado; la luz artificial de una farola alumbra su máscara de jade. El brazo, en posición de ataque, sostiene el cuchillo sin vacilación.
Desde la oscuridad que inunda las noches de la ciudad, emerge una silueta. Lanfan percibe un zumbido más intenso y la sensación de ansiedad crece. Es un homúnculo, y está allí. Lo sabe.
Un recuerdo fugaz de Ling atraviesa su mente. Sus dedos pierden fuerza y siente el cuchillo resbalándose entre ellos; luego, el ruido metálico contra los adoquines cuando cae. Su labio inferior tiembla, sus pupilas están dilatadas.
Lanfan conocía la verdad. Alphonse le había explicado quién era ahora su señor. Había recibido el mensaje -He conseguido la inmortalidad-. Sin embargo, una parte de la mente de Lanfan no había aceptado, o no quería aceptar, que él fuera un homúnculo. Que Ling se hubiese desvanecido, oculto en algún recóndito lugar del que había sido su cuerpo; dominado por un monstruo.
Pero en ese segundo en el que, en mitad de aquella perdida y oscura calle de Central, sus ojos se encontraron, lo ve.
Son los ojos de Ling, pero la presencia del homúnculo se adivinaba a través de los ahora irises morados. Sin embargo, sonríe. Un gesto libre de engaño, espontáneo. Ésa era la sonrisa de Ling, y de nadie más.
Cree oír una voz que murmura su nombre, dubitativa. Inmediatamente después, los brazos de Ling la rodean y desaparecen las distancias entre ellos. Lanfan se esfuerza por no derramar una lágrima, aunque su mirada ya sea borrosa. El frío que calaba sus huesos ha desaparecido, y una inusual calidez se expande a través de su pecho.
Es la misma calidez de quien ha regresado a su verdadero hogar, y Lanfan se da cuenta de que él siempre volverá, pase lo que pase, y de que ella, pase lo que pase, le esperará hasta el regreso.
Ling estrecha su abrazo y acerca sus labios al oído de ella. Susurra, y la cadencia de su voz grave cae sobre Lanfan.
-Me esperaste -dice, aliviado.
-Siempre.
-fin-
Crossposteado en fma_esp.
Fandom: Fullmetal Alchemist.
Pareja: Ling/Lanfan.
Palabras: 462.
Advertencias: spoilers capítulo 82. AU-ish.
Notas: angstuff puro y duro (copyright del término de samej XD).
Lanfan siente el zumbido incesante en su cabeza, la señal que delata a esos seres. Su cuerpo aún se convulsiona involuntariamente ante la desagradable sensación que le produce. Como el hedor constante de podredumbre.
Sus dedos se estrechan alrededor del cuchillo; su oído capta el sonido de pasos cercanos, pausados. El zumbido se intensifica y necesita cerrar los ojos un instante. Está allí, a tres metros de distancia. Cuando sus párpados se abren, los ojos oscuros han dejado atrás cualquier ápice de duda e indecisión que antes pudiera quedar en ellos.
Abandona la penumbra del callejón, el olor a fruta podrida que lo llenaba y atrás queda el gimoteo de unos vagabundos moribundos. Lanfan apoya con firmeza los pies sobre el adoquinado; la luz artificial de una farola alumbra su máscara de jade. El brazo, en posición de ataque, sostiene el cuchillo sin vacilación.
Desde la oscuridad que inunda las noches de la ciudad, emerge una silueta. Lanfan percibe un zumbido más intenso y la sensación de ansiedad crece. Es un homúnculo, y está allí. Lo sabe.
Un recuerdo fugaz de Ling atraviesa su mente. Sus dedos pierden fuerza y siente el cuchillo resbalándose entre ellos; luego, el ruido metálico contra los adoquines cuando cae. Su labio inferior tiembla, sus pupilas están dilatadas.
Lanfan conocía la verdad. Alphonse le había explicado quién era ahora su señor. Había recibido el mensaje -He conseguido la inmortalidad-. Sin embargo, una parte de la mente de Lanfan no había aceptado, o no quería aceptar, que él fuera un homúnculo. Que Ling se hubiese desvanecido, oculto en algún recóndito lugar del que había sido su cuerpo; dominado por un monstruo.
Pero en ese segundo en el que, en mitad de aquella perdida y oscura calle de Central, sus ojos se encontraron, lo ve.
Son los ojos de Ling, pero la presencia del homúnculo se adivinaba a través de los ahora irises morados. Sin embargo, sonríe. Un gesto libre de engaño, espontáneo. Ésa era la sonrisa de Ling, y de nadie más.
Cree oír una voz que murmura su nombre, dubitativa. Inmediatamente después, los brazos de Ling la rodean y desaparecen las distancias entre ellos. Lanfan se esfuerza por no derramar una lágrima, aunque su mirada ya sea borrosa. El frío que calaba sus huesos ha desaparecido, y una inusual calidez se expande a través de su pecho.
Es la misma calidez de quien ha regresado a su verdadero hogar, y Lanfan se da cuenta de que él siempre volverá, pase lo que pase, y de que ella, pase lo que pase, le esperará hasta el regreso.
Ling estrecha su abrazo y acerca sus labios al oído de ella. Susurra, y la cadencia de su voz grave cae sobre Lanfan.
-Me esperaste -dice, aliviado.
-Siempre.
-fin-
Crossposteado en fma_esp.