HOLA A TODAS!!!
Dos cositas, la primero, darle las gracias a todas las que se se acordaron de felicitarme en mi cumpleaños. Muchisimas gracias chicas, me hizo una ilu tremmenda!!
Gracias tambien a
crisharold por dedicarme un maravilloso fic BDSM... !!!gracias guapa!!... que mal ( o bien) se lo hacemos pasar al pobre rubito....
Y Gracias ....Muchas muchas muchas gracias a
yessibolson que me ha escrito el fic que os adjunto a continuacion y que es , como todo lo que hace ella una maravilla maravillosa!!!!
Dulces sueños
Apoya su cabeza sobre su mano libre, mientras con la otra sujeta una
pajita, con la cual revienta una por una las burbujas de su refresco.
Sus ojos marrones le buscan con la mirada y sonríe al encontrarle.
Sabe por esa mueca tan rara que otra vez ha pasado algo. Otra pelea,
otro hombre en el Loft, otra discusión sobre carbohidratos...
Siente la suavidad de su piel y el calor que esta desprende cuando se
acerca a darle un beso. Algo azorada, retira uno de sus mechones
rizados para devolverle una sonrisa. Apenas se ha sentado comienza a
hablarle sobre las clases, el turno que tendrá en el Dinner, Brian…
-Y dice que es un petardo. ¿Te lo puedes creer?
-Justin. Tus gustos y los suyos son muy diferentes. Ya deberías saberlo.
-Pero esa película es LA PELÍCULA. Oh venga ya, a ti te gusta.
-Claro que me gustó. Como no va a gustarme las historias de amor como esa.
-Ya pero eso nunca pasa…
Se muerde el labio para contestarle, pero decide en cambio darle un
sorbo a su refresco. Justin es su amigo desde hace mucho tiempo, han
compartido tantas cosas… ¡si hasta su primera vez ha sido con él! Por
eso no puede contarle, ni mucho menos, el sueño que tuvo anoche. No,
no puede.
Asiente sin saber exactamente qué le ha dicho Justin. Así que absorta,
comienza a mirar tras la ventana el incesante ir y venir de la gente.
“Se despereza lentamente. Una sonrisa aparece en su rostro al sentir
la calidez de los pequeños rayos del sol que entran por la ventana.
Apartando lentamente las sábanas de suave algodón, rebusca con los
pies sus zapatillas. Se levanta y alcanza la bata de seda que le
regaló su padre nada más volver de aquellas tierras tan lejanas.
Apenas acaba de anudar el lazo oye como una de sus sirvientas le
indica que el desayuno va a servirse en breve. Así que sin más
preámbulos se dirige hacia el baño, donde una muchacha joven termina
de prepararle el baño. Dejando caer todas sus prendas, se sumerge
sintiendo la tibieza del agua. Ayudada por la muchacha comienza a
enjabonarse con prisa.
Hace semanas que no sabe nada de él y la espera se le ha hecho
insoportable. A duras penas, consigue que su sirvienta le ayude a
vestirse para casi correr escaleras abajo hacia el salón principal. El
taconeo les alerta de su presencia, consiguiendo que su madre arrugue
la nariz mientras su padre cabecea. Sintiendo como los colores suben
al instante a su rostro, agacha la cabeza y se dirige con paso
tembloroso hacia la mesa. En un primer momento no le ha visto.
Toma asiento y se dispone a desayunar. Apenas ha probado bocado oye
unos pasos presurosos dirigirse hacia el salón. Apenas alza el rostro
ve su brillante cabellera ondular con cada movimiento.
-Mis más sinceras disculpas.
Sonríe pícaramente cuando sus ojos se encuentran con los suyos. Apenas
una leve sonrisa y un saludo cortés a sus padres.
Se obliga a taparse la boca en un intento vano de ahogar sus propios
gemidos. En uno de los pasillos, ocultos tras las cortinas, su rubio
amante muerde su cuello mientras embiste cada vez con más fuerza.
Intentando aguantarse en la pared, siente sus dedos clavarse en sus
muslos en ese continuo vaivén que la está llevando a la locura.
Ansiosa, busca sus labios mordiéndolos, jugando con su lengua en una
ardua batalla por ver quien tiene el control. Dos embestidas más y su
simiente recorre todo su interior.
-Sois tan hermosa Daphne…
-Justin…”
Un pequeño zarandeo la saca de su sueño con una mueca de disgusto. Al
ver sus inmensos ojos azules clavados en ella no puede evitar
sonrojarse un poco.
-¿Estás bien?
-Sí… creo que me he quedado dormida.
-Puede -dice sonriendo abiertamente- ¿con qué soñabas?
-Oh… nada interesante…
-¿Seguro? ¿No será otra de esas guarradas con las que tú sueñas?
-¡Jus!
-¡Bingo!
Sus carcajadas le hacen enrojecer aún más. Cogiendo el servilletero,
toma una servilleta, la arruga y haciendo una pelotita se la lanza. Al
poco, aquello se convierte en una batalla campal.
“Serpentea por su cuerpo, anhelante de caricias. Su lengua se desliza
con decisión por su cuello para detenerse en uno de sus pechos,
mordisqueando suavemente su pezón. Siseando, siente como una de sus
manos acaricia suavemente sus caderas para despacio acariciar el
interior de sus muslos.
Con ojos velados le ve morderse el labio, acariciándola levemente para
introducir uno de sus dedos.
-Oh dios…”
-Daph… nos vamos.
-¿Eh?
-Que nos vamos. ¿Se puede saber qué te tiene tan abstraída?
-No, nada… creo que debería irme.
Meneando la cabeza, Justin se adelanta dejándola atrás.
Definitivamente, no. No puede decirle a su amigo que aun sueña con él,
perderse por su cuerpo, sentirle en su interior…
-¡Daph!
-Voy, ya voy.
No. Prefiere guardárselo para ella. Para todas esas noches. Para
disfrutar de él en esos dulces sueños.