De putrefactas tripas, corazón.

Dec 13, 2011 20:40



Últimamente, debido a mi nula vida social, me estoy visionando un buen elenco de películas zombis. He comprobado que las hay de todos los colores, y sigo hablando de las películas en sí, no de los colegas zombianos; con más o menos vísceras, absurdas, desternillantes, de bajo presupuesto, brillantes, clásicas... Y es que el género se presta a ello. El género zeta ha empezado a ser uno de los que más me apasionan del cine. Eso sí, apuesto por el zombi putrefacto clásico, los de Romero de toda la vida, los lentorros de serie. Decir de paso que los remakes de las películas de George A. Romero me parecen una pérdida de tiempo y de dinero impresionantes -por mi parte, no sé por qué las vi, ¡Que me devuelvan mi tiempo!-. Bueno, lo mismo puedo decir de las últimas películas de Romero que pierden fuelle a cada nueva entrega zombiana. Las mejores, sin duda: Night of the living dead hecha en 1968, Dawn of the dead hecha diez años después, y Day of the dead en 1985.

When there is no more room in hell, the dead will walk the earth.

Nunca te explican el origen de esta plaga que se propaga, al menos, no en estas tres, aunque la más extendida es la bíblica, esa que dice que 'cuando no haya más sitio en el infierno, los muertos caminarán sobre la tierra'. Es la menos convincente, para mi gusto. Ya puestos en un mundo apocalíptico ¿Por qué no decir que se ha producido por unos vertidos químicos nucleares? ¡Hay que apostar por la radiación a lo grande! Sino ¿De dónde sale esa descomposición tan notoria y ese tono de piel verdi-morado? ¡Ah no, es que yo venía con las tripas por fuera ya de casa! ¡Naaah!
Más por pasar las horas que por otra cosa, me puse a ver The walking dead, la serie de televisión, la película algún día caerá, eso seguro; pero, a lo que voy, recuerdo que al principio me quejaba de que era muy explícita en cuanto a enseñar destripes, literalmente hablando, pero, después de ver películas del mismo género, me doy cuenta de que esto es sólo la punta del iceberg. Es como parte de su idiosincrasia. Porque, por ejemplo, Lucio Fulci en The Beyond, está obsesionado con arrancar ojos a cualquier humano que se le antoje y, para mi, señores, esto sí que da asquete. Llegados a este punto es cuando me pregunto ¿Dónde termina el asquete y dónde empieza el morbo por el sadismo?

They're coming to get you Barbara!

Me gustaría acabar hablando de las reflexiones que ofrecen, pues, sin olvidar el hecho apocalíptico, en ocasiones nos presentan al hombre contra el hombre. Si bien es cierto que el hombre intenta acabar con los muertos-andantes, resulta irónico que tenga que luchar también contra sus semejantes, los vivos, debido a la discrepancia de ideas. Unos quieren el liderazgo del grupo, otros, el poder de las armas, otros, luchan por el territorio o los suministros incluso puede darse el caso de 'por poseer a las mujeres'. Porque, seamos realistas, un zombi, es un zombi, tiene el cerebro putrefacto, se le ve venir -despacio o rápido, según le dé al director-, tiene instintos básicos, los cuales ya todos sabemos, y quiere saciarlos. En cambio, en la naturaleza del hombre albergan la crueldad, la codicia y el egoísmo, que, bajo estas circunstancias extraordinarias, tienden a hacerse notar más que no cualquier sentimiento positivo.
Dicho sea de paso, y para completar la maratón zombi - esta vez para echar unas risas- recomiendo encarecidamente: Zombis de Berto Romero, Shaun of the dead de Edgar Wright o The return of the living dead de Dan O'Bannon.

misc - zombis, comedian - berto romero, films, director - george a. romero

Previous post Next post
Up