In censorship we trust

Oct 17, 2011 14:05



Uno de los nombres que más sobresalieron en Estados Unidos en los años 70-80 fue el de Larry Flynt, creador y director de la revista Hustler. La película basada en éste singular personaje, People vs Larry Flynt (El pueblo contra Larry Flynt), nos cuenta la vida entre los juzgados de un hombre con unos principios muy sólidos y quién apostaba por la libertad de expresión.

Siete millones de personas comprándolo y nadie lo lee; señores, ¡Playboy se está mofando de ustedes!

El SEXO vende. SEXO todos quieren. El SEXO vive en nuestra sociedad, es parte de nosotros. Somos seres sexuales, es una realidad atada a nuestra naturaleza. Lo divertido viene cuando se muestra en la televisión o la prensa escrita que viene con su consiguiente censura ¿De qué nos escandalizamos? ¿Por qué prohibir esos contenidos? ¿Dónde empieza mi libertad y acaba la del vecino? ¿Dónde está mi libertad de pensamiento, de expresión y de ELECCIÓN?

No me gusta lo que hace Flynt. Pero lo que me gusta, es que vivo en un país donde tú y yo podemos tomar esa decisión por nosotros mismos.

No es SEXO de lo único que se habla aquí sino de la sociedad que prohíbe a diestro y siniestro. Se escudan argumentando que pretenden salvar a ‘nuestros niños’ de pensamientos pervertidos, de obscenidades cometidas entre hombres y mujeres. Me parece correctísimo que le quieras dar una educación a tus retoños; sin embargo, no me parece tan correcto que tú impongas ese patrón.
Es decir si empezamos a poner barreras contra todo lo que nos resulta obsceno, contra lo que nos disgusta, nos levantaremos un día y nos daremos cuenta de que esas barreras han sido construidas en muchos sitios que ni esperábamos. Entonces será cuando alguien se preguntará ¿Es esto libertad?

Flynt, compara el SEXO con la guerra. El amor y la guerra enfrentados. Haz el amor y no la guerra, decían los hippies. Lo que defiende el personaje es que es heroico ir a la guerra, defender una nación, la violencia que todo ello implica. Luego lo condecorarán con galones. La violencia no denigra. La violencia está consentida. Se vende en los telediarios día tras día, en la prensa, en la radio. No hay censura. Cuanto más sensacionalista, mejor Y yo me pregunto ¿Esto no afecta a la conciencia de nuestros queridísimos retoños? ¿No hay una ley que regule este tipo de contenidos? O como bien decía Flynt, ¿Qué es más obsceno una imagen de la guerra o una mujer desnuda posando?

Hay reflexiones a varios niveles, todas vienen a hablar del mismo tema: La censura, la prohibición ¿A qué límites llevarla? Y es que, yo sigo, y seguiré pensando que, si la humanidad fuera lo suficientemente inteligente, no necesitaría de leyes o normas que la regulara.

director - milos forman, film - people vs larry flynt, actor - edward norton, films

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