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Atenea era la diosa protectora de la ciudad de Atenas. Los atenienses dedicaron su templo principal de la Acrópolis a Palas Atenea. El primer edificio fue destruido por los persas en el año 480 aC. Pericles emprendió una labor cuyo eje principal fue la construcción de una nueva Acropólis, desafiando la destrucción ocurrida años atrás de manos de los persas. El primer edificio que se contruyó fue el Partenón entre los años 448 y 438 aC. El nuevo templo alberga en el interior el tesoro de la diosa y de la ciudad: la estatua criselefantina de Palas Atenea esculpida por Fidias. Algo parecido a esto:
El Partenón se transformó primero en templo cristiano, después en mezquita, y por último en polvorín durante la guerra turco-veneciana (1499-1503). Precisamente la parte central fue alcanzada por una bomba veneciana, quedando el edificio en una precaria situación que empeoró en el siglo XVII cuando se emplearon algunos de sus mármoles para otras construcciones. Sin embargo, como por milagro, el friso del Partenón sobrevivió a la bomba, pero no a Lord Elgin, un oficial británico residente en la Atenas bajo dominación otomana, quien ordenó que se retiraran estas piezas en el año 1800. Esto fue posible porque en esa época, las relaciones entre Gran Bretaña y Turquía eran muy buenas ya que los ingleses detorraton a Napoleón en Egipto, que era parte del Imperio Otomano. Desde 1939 los mármoles se exponen en una sala habilitada especialmente dentro del Bristish Museum.
El autor del friso fue Fidias alrededor del año 440 aC. Sus dimensiones eran 160 m x 1 m x 5 cm y fabricado de mármol blanco del monte Pentélico, el mismo que fue usado para el resto del edificio. El friso rodeaba la parte exterior y representabala procesión de la Panatenas, celebración en honor de la diosa Atenea que se celebraba cada 4 años. El primer tercio del friso occidental representa las etapas preparatorias para los participantes. La primera figura aquí es un mariscal vistiéndose, seguido de varios hombres preparando los caballos.
Las siguientes hileras son de caballeros y constituye un 46% del friso en total. Están divididos en dos líneas de diez hileras, significativamente, el mismo número que las tribus áticas. Después hay carros de cuatro caballos, ancianos, músicos,y portadores de hidrias y en las esquinas aparecen las doncellas atenieneses vistiendo peplos, la túnica femenina de la antigua Grecia.
El Partenón se transformó primero en templo cristiano, después en mezquita, y por último en polvorín durante la guerra turco-veneciana (1499-1503). Precisamente la parte central fue alcanzada por una bomba veneciana, quedando el edificio en una precaria situación que empeoró en el siglo XVII cuando se emplearon algunos de sus mármoles para otras construcciones. Sin embargo, como por milagro, el friso del Partenón sobrevivió a la bomba, pero no a Lord Elgin, un oficial británico residente en la Atenas bajo dominación otomana, quien ordenó que se retiraran estas piezas en el año 1800. Esto fue posible porque en esa época, las relaciones entre Gran Bretaña y Turquía eran muy buenas ya que los ingleses detorraton a Napoleón en Egipto, que era parte del Imperio Otomano. Desde 1939 los mármoles se exponen en una sala habilitada especialmente dentro del Bristish Museum.
El autor del friso fue Fidias alrededor del año 440 aC. Sus dimensiones eran 160 m x 1 m x 5 cm y fabricado de mármol blanco del monte Pentélico, el mismo que fue usado para el resto del edificio. El friso rodeaba la parte exterior y representabala procesión de la Panatenas, celebración en honor de la diosa Atenea que se celebraba cada 4 años. El primer tercio del friso occidental representa las etapas preparatorias para los participantes. La primera figura aquí es un mariscal vistiéndose, seguido de varios hombres preparando los caballos.
Las siguientes hileras son de caballeros y constituye un 46% del friso en total. Están divididos en dos líneas de diez hileras, significativamente, el mismo número que las tribus áticas. Después hay carros de cuatro caballos, ancianos, músicos,y portadores de hidrias y en las esquinas aparecen las doncellas atenieneses vistiendo peplos, la túnica femenina de la antigua Grecia.