Por motivos que no vienen al caso, ayer una pandilla de jovenzuelos se rieron de mí por adivinar jugando al Trivial que Bryan Ferry era el líder de Roxy Music. Me llamaron abuelo cebolleta y más cosas, todo tipo de improperios dichos siempre desde el cariño, espero. Yo no daba crédito, ninguno de ellos sabía quién era Bryan Ferry, ni tan siquiera les sonaba Roxy Music. Me frotaba los ojos y nada, no despertaba del aquella pesadilla. 'Pero si seguro que habéis escuchado muchas de sus canciones', les decía. Y ellos seguían riendose de mí... ¡¡¡por el mero hecho de saber!!! Si es que el conocimiento definitivamente no mola. Es broma.
A lo que venía es a rendir tributo al bueno de Bryan Ferry, el más glamouroso de todos los artistas. Un espigado genio autor de imperecederas canciones. Uno de los grandes, a quien tuve ocasión de ver en directo el año pasado. Seguro que a muchos les suena
este momento de la película Lost In Translation, pues la canción que canta Bill Murray es por supuesto obra de Bryan Ferry y sus Roxy Music.
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Pues eso, que ayer lo pase estupendamente.