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Dec 04, 2006 20:04

Inmigración: ¿buena para la economía?
Al tiempo que políticos estadounidenses discuten acerca de las reformas propuestas a las leyes de inmigración de ese país, un debate paralelo se viene dando sobre el impacto de los trabajadores extranjeros en la economía. Los inmigrantes mismos, legales o indocumentados, claramente querían demostrar la diferencia que hacen para la economía estadounidense cuando más de un millón de ellos boicotearon la jornada laboral y se hicieron presentes en manifestaciones de protesta el pasado primero de mayo. Pero al preguntársele a los economistas, "¿es la inmigración buena o mala para Estados Unidos?", uno encuentra que las posiciones distan bastante de ser unánimes. En términos de números absolutos, la inmigración legal actual es alta, en comparación con los registros históricos, aunque todavía menor a su punto máximo de todos los tiempos, a comienzos de la década de 1990. Datos del Departamento de Seguridad Interior muestran que 1,1 millones de personas se convirtieron en residentes legales permanentes de Estados Unidos en 2005. México fue el mayor contribuyente a esa cifra, con 14% del total. Pero cada año, cerca de un millón de inmigrantes indocumentados entran al país, principalmente provenientes de México y otras naciones de América Latina. El Centro Hispánico Pew, un centro de investigación, estima que hay más de 11,5 millones de indocumentados viviendo hoy en Estados Unidos. Influjo de indocumentados Los mexicanos son una de las mayores comunidades de inmigrantes en Estados Unidos.
Según estadísticas de dicho centro, las regiones estadounidenses con mayor número de indocumentados son los estados de California, con 2,5 millones, y Texas, con más de 1,4 millones. Más de 40% de todos los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, una cifra que alcanza a cerca de 4,4 millones de personas, llegaron en los últimos cinco años, sostiene el Centro Hispánico Pew. La mayoría de los expertos parece estar de acuerdo en que la economía estadounidense es más grande y crece más rápido debido al influjo de trabajadores indocumentados. Pero el debate se vuelve más álgido cuando se intenta establecer quién gana y quién pierde como resultado de la inmigración y por cuánto. Ciertos sectores de la economía claramente atraen más trabajadores inmigrantes que otros. El principal de ellos es la industria de la construcción, que emplea a un monto estimado de 2,4 millones de trabajadores nacidos en el extranjero. Esto quiere decir que 22% de todo los trabajos en el sector de la construcción son detentados por inmigrantes, de los cuales se cree que casi dos tercios serían indocumentados. La agricultura, la limpieza, el mantenimiento de edificios y la preparación de comida son otros trabajos con alta probabilidad de estar en manos de inmigrantes. Niveles de salario Los trabajos de baja calificación y sueldo en EE.UU. tienden a ser detentados por inmigrantes.
Los trabajadores nacidos en el extranjero, por tanto, tienen mayor probabilidad de terminar en trabajos poco calificados y de bajos salarios. Pero no están ni mucho menos extendidos de manera uniforme a lo largo de Estados Unidos y solo dan cuenta de 5% de la fuerza laboral del país. Entonces, ¿por qué todo el alboroto? Bueno, la sabiduría convencional diría que los trabajadores no calificados, legales e indocumentados, seguramente afectarían negativamente las posibilidades laborales y los salarios de los 10 millones de estadounidenses nativos con niveles similares de baja calificación y salarios. Algunos expertos van más allá, alegando que el efecto de la inmigración también permite que las firmas grandes puedan presionar hacia abajo los salarios de la clase media, contribuyendo a su creciente sensación de inseguridad económica. Un economista, George Borjas, de la universidad de Harvard, dice que los hombres que no terminaron escuela secundaria vieron caer su poder de ingreso en 7,4% entre 1980 y 2000 como resultado de la inmigración. Pero esta opinión es discutida por David Card, economista de la Universidad de California, quien dice que la brecha salarial entre los que se graduaron de escuela secundaria, y los que no la terminaron, se ha mantenido constante desde 1980. Concluye que hay "escasa" evidencia de que los inmigrantes afecten negativamente las oportunidades de los trabajadores nacidos en Estados Unidos. Ganancia neta La inmigración a Estados Unidos alcanzó su punto máximo a comienzos de los 90.
Aquellos que toman una posición más benigna frente a la inmigración sostienen que los trabajadores nacidos en el extranjero tienden a contribuir más a la economía de lo que retiran, aún después de contabilizar las remesas que muchos de ellos envían a sus países de origen. Dicen que los recursos que esos trabajadores pagan en impuestos superan de lejos el monto que reciben en beneficios sociales, en especial porque muchos de ellos regresan a sus países de origen antes de jubilarse, y no reclaman prestaciones del sistema de seguridad social. También señalan que algunos trabajos en Estados Unidos solo existen debido a la disponibilidad de trabajadores inmigrantes indocumentados baratos, quienes están dispuestos a trabajar por sueldos menores a lo que los estadounidenses aceptarían. Otros responden que los bajos salarios indican que los trabajos en cuestión tienen poco valor para la economía de Estados Unidos, país que podría sobrevivir fácilmente sin esos empleos, o los trabajadores que los ocupan. Sea cual fuere la realidad, el hecho es que los mexicanos que ingresan a Estados Unidos como indocumentados en búsqueda de una mejor vida, están simplemente obedeciendo a fuerzas de mercado, y poco puede hacerse unilateralmente por parte de Washington para detener la marea sin la cooperación del gobierno mexicano.
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