Dos viñetas y un drabble [Tenipuri]
Comunidad: tenipuri_es
Título: La imagen de Oishi-senpai.
Fandom: Tenipuri.
Claim: Oishi Shuuichirou + Tezuka Kunimitsu
Palabras: 350
Advertencias: Ninguna.
Notas: Como siempre creo que me cargue la caracterización de Tezuka *lo patea*
-Muchos piensan que Fuji es un tipo de psicópata, ¿lo sabías? -dijo distraídamente mientras miraba por la ventana que daba directamente a las canchas. Ahí estaba todo el club entrenando. Todos excepto ellos.
Tezuka no contestó. Lo sabía, todos los sabían, también sabía que la mayoría pensaba que él era demasiado serio, y que Oishi era el que impedía que ellos murieran de cansancio y que pensaban que Echizen era demasiado arrogante para ser tan pequeño.
-Me pregunto qué pensarán de mí o de ti -Oishi dejó de observar a sus jugadores y enfocó su mirada en la del capitán- ¿No te preocupa? -insistió.
-No. -contestó volviendo a revisar sus apuntes.
-Obviamente tú no tienes nada de qué preocuparte, seguramente piensan que eres genial y muy fuerte. Y tienen razón. -Sonriendo regresó a la silla aún lado de Tezuka-. ¿Qué crees que ellos piensen de mí? -Oishi le miró. Obviamente no iba a dejar el tema hasta que le contestara algo. Tezuka Suspiró.
-¿En verdad te importa?
-No, es solo que me preocupa, tal vez piensan que no…-dijo nerviosamente- Olvídalo, cosas mías. Tezuka asintió, si Oishi no quería hablar el no le iba a insistir. Ya hablaría cuando estuviera listo. Así era su amistad, los dos hablaban cuando estaban listos y ninguno presionaba al otro, ni se ofendían cuando algo no era dicho.
-Estoy seguro que piensan que hiciste un gran trabajo -declaró el capitán, con la misma intensidad que hablaba justo antes de un encuentro. Oishi le miró, sabía perfectamente que su amigo no era de esos que halagaba sólo por hacerlo, lo hacía cuando esa persona se lo ganaba a pulso. Había veces que no se le podía discutir a Tezuka, como cuando le explicaba a Eiji un método más simple de resolver un problema o cuando le decía que llegarían a los nacionales, como ahora que su mirada era tan intensa y sus palabras tan seguras. Se sonrojó y asintió mientras Tezuka se levantaba y salía de la habitación dando por terminado la conversación.
Tal vez, Tezuka tenía razón no debía preocuparse por esas cosas.
Comunidad: tenipuri_es
Título: Príncipe azul.
Fandom: Tenipuri.
Claim: Oishi Shuuichirou/Tezuka Kunimitsu
Palabras:903
Advertencias: Menciones de slash.
Notas:No tengo menor idea sobre la familia de Oishi así que me lo inventé, lo lamento, pero es tarde y no me iba a poner a investigar. Así que si no es la hermana correcta solo imagen que tiene otra.
A Tezuka le gustaba estudiar con Oishi, por muchas razones, por ejemplo, él no era escandaloso como Eiji, se concentraba en el trabajo no como Fuji y siempre hacía preguntas muy interesantes a diferencia de las incómodas que hacía Inui, y era extremadamente educado. No que los otros no lo fueran, pero… No, en realidad sí era eso, los otros no eran para nada educados. Y además le gustaba esos momentos a solas con Oishi, no es como si tuvieran muchos, siempre estaban rodeados de gente o de cosas por hacer, así que siempre podrían aprovechar las sesiones al máximo. A Tezuka le gustaba mucho estudiar con Oishi, pero en verdad, en verdad odiaba ir a la casa de Shuuichirou.
Siempre trataba de convencer a su compañero de que fueran a su casa y casi siempre lo lograba, casi. A veces al joven le entraba el remordimiento y le decía que estaba abusando de la hospitalidad de su familia y que le tocaba ir a su casa y no aceptaba un “no” por respuesta. Cuando se ponía así era imposible convencerle de lo contrario, así que lo único que Tezuka podía hacer era pedirle encarecidamente que fuese él quien le abriera la puerta, siempre era la misma condición. Y por lo regular, Oishi cumplía con lo dicho, él era el único que le abría la puerta. Pero en ocasiones -como hoy- se retrasaba con cosas, por lo que quien lo recibía era ella. La pequeña y morena niña de ojos verdes.
No es que no le agradara la niña, es solo que lo incomodaba, por general, el no era muy bueno con los niños. No los entendía, ni cuando fue uno de ellos, los entendía mucho. La hermana tenía alrededor de cinco años -no lo sabía muy bien- pero poseía una gran facilidad de hacerlo sentir incomodo, con esa mirada que lo seguía a todas partes. Y estaba ahí en la puerta con sus pequeños y verdes ojos mirándolo fijamente con admiración de la cual no era merecedor. Trató de ignorarlo.
-Buenas tardes, ¿se encuentra Oishi? -saludó a la niña, no sabía cómo hacerlo, por lo que lo hizo como siempre lo hacía, y claro, podría hablarle como todo el mundo lo hacía con los niños, pero él siempre consideró eso como falta de respeto, eras niños, no eran estúpidos. La niña seguía ahí parada en la puerta sin dejarlo pasar pero sin dejar de observarlo. Era una verdadera tortura. Y Tezuka estaba plenamente consciente de lo patético que era que una niña de cinco años y, ¿un metro de estatura?, le hiciera sentir incómodo pero no podía evitarlo.
Aún así no dejaba de verlo. Tal vez si subía hasta la habitación de Oishi por un árbol, se podría librar de la incómoda situación. No, eso no era correcto. Tezuka examinó a la niña, tal vez la podría engañar para que llamara a Oishi.
-¿Eres un príncipe azul? -preguntó la niña. Era la primera vez que le hablaba, por lo regular, para estos momentos su compañero ya lo había rescatado de la intensa mirada de adoración.
-¿Qué? -dijo sabiamente. Qué le podías decir a una niña que te acaba de llamar príncipe. ¿Gracias? No, eso no sonaba bien, en ninguna forma.
-¿Verdad que lo parece, Keiko-chan? -La voz de Oishi apareció en las escaleras. Gracias a los dioses estaba en el último escalón observando la escena. El moreno bajó las escalras rápidamente. La niña asintió efusivamente, mientras era levantada por su hermano que ya estaba en la puerta- Lamentablemente, Keiko-chan, Kinumitsu no es un príncipe azul, lo sé porque no tiene un caballo, y todo el mundo sabe que los príncipes azules tienen un caballo ¿verdad?
La pequeña niña alzó su pequeño cuello para poder verificar si en verdad Tezuka no tenía un caballo en su poder. La niña frunció el ceñito regresando su verde mirada -idéntica a la de Oishi- hacía él.
-¿Estás seguro, nii-chan?
-Seguro.
La niña suspiró como aceptando el hecho de que él no era el príncipe azul, así que enseguida que Oishi la bajó se fue corriendo a buscar a su mamá, seguramente le contaría el fraude que era como príncipe al no tener caballo. Tezuka suspiró y entró a la casa, subiendo directamente a la habitación del joven.
El moreno cerró la puerta y miró al capitán.
-Sí tienes un aire de príncipe, Tezuka -declaró muy solemne.
-Cállate -Tezuka se había ocupado la silla del escritorio y estaba sacando el material de estudio.
-Dime ¿si eres un príncipe eso me convierte en el general de tus tropas? -Oishi caminó hasta su compañero y posó sus manos en los hombros del castaño.
-En realidad… -Le tomó las muñecas y lo obligó a pararse frente a él- Eso te convierte en la damisela en peligro-Acercó su rostro al del otro muchacho y depositó un suave beso en sus labios. Ellos también podían jugar al príncipe azul- Te rescato y tú me pagas el favor.
Oishi se separó muy rápido y un poco apenado por el comentario.
-S-sí, ya quisieras -Sacó sus libros y se acomodó en la pequeña mesa que tenía en el centro de su recamara, justo en frente de Tezuka que ya estaba concentrado en el estudio.
Sonrió aún avergonzado, Tezuka tenía un lado pícaro que nadie conocía, excepto él, eso lo hacía sentir especial.
Más tarde le regalaría una gran barra de chocolate a Keiko-chan.
Comunidad: tenipuri_es y drabble_diario
Título: Colores.
Fandom: Tenipuri.
Claim: Ryuzaki Sakuno.
Palabras: 100
Advertencias: Ninguna.
Notas: Solo espero que se entienda.
Sakuno siempre se ha considerado una persona color rosa, aunque muchos piensan que el rosa es un color débil a ella le gusta. Y no le molesta porque incluso en el rosa puedes encontrar fortaleza como en el color negro o sensualidad como en el color rojo, aunque no niega que a veces, desearía ser un poco más de rojo, es feliz siendo una persona rosa.
Solo hay un inconveniente con ese color y es que el negro no toma en serio al rosa. Y por eso, más que lamentar que ella sea rosa, lamenta que él sea tan negro.
Y eso es todo por ahí. Gracias <3
Título: La imagen de Oishi-senpai.
Fandom: Tenipuri.
Claim: Oishi Shuuichirou + Tezuka Kunimitsu
Palabras: 350
Advertencias: Ninguna.
Notas: Como siempre creo que me cargue la caracterización de Tezuka *lo patea*
-Muchos piensan que Fuji es un tipo de psicópata, ¿lo sabías? -dijo distraídamente mientras miraba por la ventana que daba directamente a las canchas. Ahí estaba todo el club entrenando. Todos excepto ellos.
Tezuka no contestó. Lo sabía, todos los sabían, también sabía que la mayoría pensaba que él era demasiado serio, y que Oishi era el que impedía que ellos murieran de cansancio y que pensaban que Echizen era demasiado arrogante para ser tan pequeño.
-Me pregunto qué pensarán de mí o de ti -Oishi dejó de observar a sus jugadores y enfocó su mirada en la del capitán- ¿No te preocupa? -insistió.
-No. -contestó volviendo a revisar sus apuntes.
-Obviamente tú no tienes nada de qué preocuparte, seguramente piensan que eres genial y muy fuerte. Y tienen razón. -Sonriendo regresó a la silla aún lado de Tezuka-. ¿Qué crees que ellos piensen de mí? -Oishi le miró. Obviamente no iba a dejar el tema hasta que le contestara algo. Tezuka Suspiró.
-¿En verdad te importa?
-No, es solo que me preocupa, tal vez piensan que no…-dijo nerviosamente- Olvídalo, cosas mías. Tezuka asintió, si Oishi no quería hablar el no le iba a insistir. Ya hablaría cuando estuviera listo. Así era su amistad, los dos hablaban cuando estaban listos y ninguno presionaba al otro, ni se ofendían cuando algo no era dicho.
-Estoy seguro que piensan que hiciste un gran trabajo -declaró el capitán, con la misma intensidad que hablaba justo antes de un encuentro. Oishi le miró, sabía perfectamente que su amigo no era de esos que halagaba sólo por hacerlo, lo hacía cuando esa persona se lo ganaba a pulso. Había veces que no se le podía discutir a Tezuka, como cuando le explicaba a Eiji un método más simple de resolver un problema o cuando le decía que llegarían a los nacionales, como ahora que su mirada era tan intensa y sus palabras tan seguras. Se sonrojó y asintió mientras Tezuka se levantaba y salía de la habitación dando por terminado la conversación.
Tal vez, Tezuka tenía razón no debía preocuparse por esas cosas.
Comunidad: tenipuri_es
Título: Príncipe azul.
Fandom: Tenipuri.
Claim: Oishi Shuuichirou/Tezuka Kunimitsu
Palabras:903
Advertencias: Menciones de slash.
Notas:No tengo menor idea sobre la familia de Oishi así que me lo inventé, lo lamento, pero es tarde y no me iba a poner a investigar. Así que si no es la hermana correcta solo imagen que tiene otra.
A Tezuka le gustaba estudiar con Oishi, por muchas razones, por ejemplo, él no era escandaloso como Eiji, se concentraba en el trabajo no como Fuji y siempre hacía preguntas muy interesantes a diferencia de las incómodas que hacía Inui, y era extremadamente educado. No que los otros no lo fueran, pero… No, en realidad sí era eso, los otros no eran para nada educados. Y además le gustaba esos momentos a solas con Oishi, no es como si tuvieran muchos, siempre estaban rodeados de gente o de cosas por hacer, así que siempre podrían aprovechar las sesiones al máximo. A Tezuka le gustaba mucho estudiar con Oishi, pero en verdad, en verdad odiaba ir a la casa de Shuuichirou.
Siempre trataba de convencer a su compañero de que fueran a su casa y casi siempre lo lograba, casi. A veces al joven le entraba el remordimiento y le decía que estaba abusando de la hospitalidad de su familia y que le tocaba ir a su casa y no aceptaba un “no” por respuesta. Cuando se ponía así era imposible convencerle de lo contrario, así que lo único que Tezuka podía hacer era pedirle encarecidamente que fuese él quien le abriera la puerta, siempre era la misma condición. Y por lo regular, Oishi cumplía con lo dicho, él era el único que le abría la puerta. Pero en ocasiones -como hoy- se retrasaba con cosas, por lo que quien lo recibía era ella. La pequeña y morena niña de ojos verdes.
No es que no le agradara la niña, es solo que lo incomodaba, por general, el no era muy bueno con los niños. No los entendía, ni cuando fue uno de ellos, los entendía mucho. La hermana tenía alrededor de cinco años -no lo sabía muy bien- pero poseía una gran facilidad de hacerlo sentir incomodo, con esa mirada que lo seguía a todas partes. Y estaba ahí en la puerta con sus pequeños y verdes ojos mirándolo fijamente con admiración de la cual no era merecedor. Trató de ignorarlo.
-Buenas tardes, ¿se encuentra Oishi? -saludó a la niña, no sabía cómo hacerlo, por lo que lo hizo como siempre lo hacía, y claro, podría hablarle como todo el mundo lo hacía con los niños, pero él siempre consideró eso como falta de respeto, eras niños, no eran estúpidos. La niña seguía ahí parada en la puerta sin dejarlo pasar pero sin dejar de observarlo. Era una verdadera tortura. Y Tezuka estaba plenamente consciente de lo patético que era que una niña de cinco años y, ¿un metro de estatura?, le hiciera sentir incómodo pero no podía evitarlo.
Aún así no dejaba de verlo. Tal vez si subía hasta la habitación de Oishi por un árbol, se podría librar de la incómoda situación. No, eso no era correcto. Tezuka examinó a la niña, tal vez la podría engañar para que llamara a Oishi.
-¿Eres un príncipe azul? -preguntó la niña. Era la primera vez que le hablaba, por lo regular, para estos momentos su compañero ya lo había rescatado de la intensa mirada de adoración.
-¿Qué? -dijo sabiamente. Qué le podías decir a una niña que te acaba de llamar príncipe. ¿Gracias? No, eso no sonaba bien, en ninguna forma.
-¿Verdad que lo parece, Keiko-chan? -La voz de Oishi apareció en las escaleras. Gracias a los dioses estaba en el último escalón observando la escena. El moreno bajó las escalras rápidamente. La niña asintió efusivamente, mientras era levantada por su hermano que ya estaba en la puerta- Lamentablemente, Keiko-chan, Kinumitsu no es un príncipe azul, lo sé porque no tiene un caballo, y todo el mundo sabe que los príncipes azules tienen un caballo ¿verdad?
La pequeña niña alzó su pequeño cuello para poder verificar si en verdad Tezuka no tenía un caballo en su poder. La niña frunció el ceñito regresando su verde mirada -idéntica a la de Oishi- hacía él.
-¿Estás seguro, nii-chan?
-Seguro.
La niña suspiró como aceptando el hecho de que él no era el príncipe azul, así que enseguida que Oishi la bajó se fue corriendo a buscar a su mamá, seguramente le contaría el fraude que era como príncipe al no tener caballo. Tezuka suspiró y entró a la casa, subiendo directamente a la habitación del joven.
El moreno cerró la puerta y miró al capitán.
-Sí tienes un aire de príncipe, Tezuka -declaró muy solemne.
-Cállate -Tezuka se había ocupado la silla del escritorio y estaba sacando el material de estudio.
-Dime ¿si eres un príncipe eso me convierte en el general de tus tropas? -Oishi caminó hasta su compañero y posó sus manos en los hombros del castaño.
-En realidad… -Le tomó las muñecas y lo obligó a pararse frente a él- Eso te convierte en la damisela en peligro-Acercó su rostro al del otro muchacho y depositó un suave beso en sus labios. Ellos también podían jugar al príncipe azul- Te rescato y tú me pagas el favor.
Oishi se separó muy rápido y un poco apenado por el comentario.
-S-sí, ya quisieras -Sacó sus libros y se acomodó en la pequeña mesa que tenía en el centro de su recamara, justo en frente de Tezuka que ya estaba concentrado en el estudio.
Sonrió aún avergonzado, Tezuka tenía un lado pícaro que nadie conocía, excepto él, eso lo hacía sentir especial.
Más tarde le regalaría una gran barra de chocolate a Keiko-chan.
Comunidad: tenipuri_es y drabble_diario
Título: Colores.
Fandom: Tenipuri.
Claim: Ryuzaki Sakuno.
Palabras: 100
Advertencias: Ninguna.
Notas: Solo espero que se entienda.
Sakuno siempre se ha considerado una persona color rosa, aunque muchos piensan que el rosa es un color débil a ella le gusta. Y no le molesta porque incluso en el rosa puedes encontrar fortaleza como en el color negro o sensualidad como en el color rojo, aunque no niega que a veces, desearía ser un poco más de rojo, es feliz siendo una persona rosa.
Solo hay un inconveniente con ese color y es que el negro no toma en serio al rosa. Y por eso, más que lamentar que ella sea rosa, lamenta que él sea tan negro.
Y eso es todo por ahí. Gracias <3