Título: No es tuya
Fandom: Prohibido (Original)
Comunidad:
retos_a_lacarta Tabla:
Pecados capitales | Prompt: #1 - Ira.
Claim: Adrien/Mary | Personajes: Adrien Hall, Mary Thayer, Max Rosseau.
Rating: R | Advertencias: Angst. Lime.
No es tuya
No la está besando como siempre. Porque no es como siempre.
Mary sabe que se está enamorando de quién no debe, pero le da igual. Porque Adrien es Adrien y cuando está con él se siente tan segura que le confiaría su vida. Porque él sabe hacerla sonreír en menos de dos segundos, porque es quien la roza casi sin querer por encima de la ropa y por debajo también. Porque él sabe como besarla para hacer que se le pierda el norte y también sabe abrazarla para ponerle los pies en la tierra. Adrien es imperturbable, impasible, inexorable. Siempre va a estar ahí, siempre, siempre, y si se va ella sabe que es capaz de seguirlo al fin del mundo.
Abre la boca casi con timidez, pero Adrien no parece nada reticente a aceptar esa invitación muda y mete la lengua como si eso fuera a salvarle la vida. Porque no sabe lo que le pasa con esa pelirroja de ojos demasiado oscuros y siempre ha sabido todo, Adrien es consciente que no va a poder resistir mucho así. Porque al final va a aceptarlo, porque Mary es una droga más y ella no puede alejarse.
Ahora le pertenece. Y eso es todo.
Sus manos inquietas comienzan a acariciarla como siempre por encima de la ropa, y se deleita con el cuerpo tembloroso de Mary, enredado entre sus brazos. Las palabras de Max resonando una y otra vez en su cabeza, haciéndole besar a Mary con más furia, apretándola más entre él y la pared, recorriendo su boca infinita con la lengua, desesperado por un poco de ella.
-¿Y qué vas a hacer con ella, Adrien? Tú sabes lo que pasa. Lo sabes. Y también sabes que no te la mereces.
Eres mía, eres mía, le murmura entre besos demasiado húmedos y confusos. Dos bocas volviéndose una con frenesí, él desesperado porque en realidad sabe -sabe- que no la merece, que no es digno de que ella le mire con tanto cariño en sus ojos oscuros, del color del chocolate. Y ella preguntándola porque parece intentar seguir respirando, porque se toca el pecho, intentando mantenerlo de una pieza. Lo obliga a mirarla a los ojos, preocupada, intentando adivinar por qué de repente se ahoga de desesperación.
Murmura su nombre para endulzarse la boca.