(no subject)

Feb 04, 2008 00:17


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La verdad es que se me han ocurrido al menos 3 formas de empezar esto, y tiene su lógica, puesto que son 3 cosas sobre las que quiero hablar. Una es mi abuelo, otra el gato que atropellé y la otra.. la otra no tiene ninguna relación con estas dos. El gato y mi abuelo sí la tienen.

Podría empezar diciendo: "Una vez atropellé un gato" o "Hace un año, un mes y nosécuántos días murió mi abuelo", pensé que sería genial poder decir los días exactos también, pero tener que calcularlo le quitaría toda la gracia... La gracia sería que lo supiera así de cabeza.

Y esto me lleva de nuevo a la extrañeza que sentí cuando me di cuenta de que hacía un par de semanas que había cumplido un año de su muerte y yo no me había dado cuenta el día exacto. La verdad es que en mí no es extraño, sé en qué día pasaron las cosas, pero nunca sé en qué día vivo...

Podría decir también que no ha pasado un día sin que pensara en él, pero sería mentira. Ese tipo de afirmaciones siempre son mentira. En cambio, creo que puedo afirmar que no ha pasado una semana sin que pensara en él. Podría equivocarme, pero creo que es así. Y como este es mi blog, eso es lo que importa realmente.

Ùltimamente me acuerdo más de lo normal de él, pero estoy pensando que empezaré por el principio y así será más fácil introducir el tema del gato por el medio.

El día que murió mi abuelo yo estaba trabajando a 1h de aquí, lo curioso es que el día que me enteré de que tenía cáncer 4 meses antes estaba trabajando en el mismo sitio. Suelo trabajar allí, así que podría no parecer tan raro, pero lo cierto es que lo es. Me gustaría poder decir en este caso también la fecha exacta del día que me enteré de su enfermedad, pero no la recuerdo, sólo sé que era Agosto, y tampoco tendría gracia que la consiguiera buscándola.

Total, que mi madre me mandó un sms por la noche justo cuando estaba acabando de currar con el texto siguiente (mi madre nunca ha tenido mucho tacto...): "el yayo ha muerto, te esperamos para irnos". Así que conduje una hora de vuelta a casa y me preparé para llevar a mi madre y a mi hermano a unos 800kms de aquí. Conduje sin parar toda la noche mientras ellos dormían a ratos en el coche.

Y ahora es cuando llega el gato.

La noche que mi abuelo murió atropellé un gato. Y aún siento remordimientos por ello. El gato se lanzó a las ruedas literalmente, sólo tuve una milésima de segundo para verle por el rabillo del ojo. Pero no fue una milésima normal, era una milésima de las de tipo 2. Hay dos tipos de milésimas de segundo, las de tipo 1 que son las normales, las que pasan sin que las notes y se van convirtiendo inexorablemente en segundos, minutos, horas, días, años... Y las que duran una eternidad. Esas en las que te da tiempo a pensar muchísimas cosas.
En esa milésima de segundo me acordé de mi coche dando vueltas por esquivar un conejo. Me acordé de mis gatitas en casa. Me las imaginé siendo atropelladas. Me acordé del cuento de Poe "El gato negro", Pensé en mi madre y mi hermano que dormían a mi lado. Y atropellé al gato.

Sé que no habría podido hacer nada y que intentarlo habría acabado con el gato muerto y mi familia estrellada... Pero me siento culpable igualmente. No lo puedo evitar. Cada vez que veo un gato atropellado me acuerdo. Y me pregunto si habría hecho lo mismo si no hubiera estado acompañada. Aunque es una tontería, en esa milésima de segundo no me habría dado tiempo a hacer otra cosa. Ni aunque fuera del tipo 2.

La verdad es que los dos recuerdos, tanto el de la muerte de mi abuelo, como el de la muerte del gato están íntimamente unidos en mi cabeza. Cuando me acuerdo de uno, suele venir acompañado del otro. (No del gato y mi abuelo, me refiero a los recuerdos de la muerte de ambos).

Bueno y para terminar, quería hacer una brevísima reflexión sobre la relación del hombre con la naturaleza a lo largo de la historia (fíjate, igual sí que tiene alguna relación con lo del gato...).

Creo que la relación del hombre con la naturaleza es el ejemplo más claro de la frase "Le das la mano y te coge hasta el hombro".

Y ya está. No ha sido tan difícil, ¿verdad?

"Una vez atropellé un gato."
"Hace un año y pico que murió mi abuelo". Y le echo de menos. (al gato no, por suerte  no lo conocía).

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