kmiya
in
witch_kiss
Coff
¤ Comunidad: 10pairings.
¤ Título: En la privacidad del camarote.
¤ Fandom: One Piece.
¤ Personaje: Monkey D. Luffy.
¤ Claim: Luffy/Hancock.
¤ Palabras: 342.
¤ Advertencia: Lime (¿o lemon?), spoiler hasta Amazon Lily.
¤ Notas: Creo que mi vena pervert regresó (??).
¤ Resumen: Cuando dos personas viajan solas y sienten algo por la otra es normal que suceda esto... ¿no?
Hancock creía que estaba soñando, porque después de lo sucedido en el baño había dudado que algo así fuera a suceder realmente. Pero estaba pasando.
Él le había asaltado, besándola de manera brusca, demandante, como si fuera necesario que demostrara que esos labios eran de su propiedad. Sus manos no se estaban quietas, perdiéndose entre los pliegues de su ropa, obligándola a ahogar sus gemidos, dándole permiso de ser invadida por esa lengua experta.
En algún momento el calor en el camarote fue tanto que se despojaron de las ropas. Permitiendo que los besos y caricias vagaran por todo su cuerpo, haciéndola gemir sonoramente, suplicar por más atenciones. Hancock se sentía en el paraíso. Esos labios la saboreaban, marcando su piel como suya. Cuando sintió el mordisco en su seno, no pudo evitar arquearse, sintiendo que explotaría de un momento a otro.
Pero él no deseaba que las cosas terminaran así. Jugueteó con sus pechos, lamiéndolos, mordiéndolos, pellizcándolos, haciendo lo que deseara. Mientras que una de sus manos delineaba su cintura, perdiéndose dentro de sus muslos, palpando su zona más intima (la cual se encontraba completamente mojada).
Si antes se sintió en el paraíso, entonces cuando un dedo le penetró se sintió fuera de este mundo. Alzó las caderas, exigiendo más atención, susurrando el nombre de él, rogándole que la hiciera completamente suya.
-
―Ah... sii, así... más, más...
Luffy miró con curiosidad a Hancock y luego a la serpiente de la amazona, la cual estaba enroscada al lado del chico.
―¿Sigue enferma? ―preguntó, al ver como la Shichibukai estaba toda sonrojada, sudando y retorciéndose en su cama. La serpiente sólo ladeó la cabeza, sin tener una respuesta a eso. Luffy se encogió de hombros y siguió comiendo. Tal vez sólo necesita descansar, pensó.
Aunque, claro, los marines que iban en ese acorazado no creían lo mismo, pues estaban apretujados lo más cerca que podían de la puerta, queriendo escuchar más, con deseos de saber el nombre de la persona que invadía los sueños de la bella emperatriz, para desesperación del Vice-Almirante Momonga, quien sólo deseaba que ese viaje terminara pronto.
¤ Título: En la privacidad del camarote.
¤ Fandom: One Piece.
¤ Personaje: Monkey D. Luffy.
¤ Claim: Luffy/Hancock.
¤ Palabras: 342.
¤ Advertencia: Lime (¿o lemon?), spoiler hasta Amazon Lily.
¤ Notas: Creo que mi vena pervert regresó (??).
¤ Resumen: Cuando dos personas viajan solas y sienten algo por la otra es normal que suceda esto... ¿no?
Hancock creía que estaba soñando, porque después de lo sucedido en el baño había dudado que algo así fuera a suceder realmente. Pero estaba pasando.
Él le había asaltado, besándola de manera brusca, demandante, como si fuera necesario que demostrara que esos labios eran de su propiedad. Sus manos no se estaban quietas, perdiéndose entre los pliegues de su ropa, obligándola a ahogar sus gemidos, dándole permiso de ser invadida por esa lengua experta.
En algún momento el calor en el camarote fue tanto que se despojaron de las ropas. Permitiendo que los besos y caricias vagaran por todo su cuerpo, haciéndola gemir sonoramente, suplicar por más atenciones. Hancock se sentía en el paraíso. Esos labios la saboreaban, marcando su piel como suya. Cuando sintió el mordisco en su seno, no pudo evitar arquearse, sintiendo que explotaría de un momento a otro.
Pero él no deseaba que las cosas terminaran así. Jugueteó con sus pechos, lamiéndolos, mordiéndolos, pellizcándolos, haciendo lo que deseara. Mientras que una de sus manos delineaba su cintura, perdiéndose dentro de sus muslos, palpando su zona más intima (la cual se encontraba completamente mojada).
Si antes se sintió en el paraíso, entonces cuando un dedo le penetró se sintió fuera de este mundo. Alzó las caderas, exigiendo más atención, susurrando el nombre de él, rogándole que la hiciera completamente suya.
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―Ah... sii, así... más, más...
Luffy miró con curiosidad a Hancock y luego a la serpiente de la amazona, la cual estaba enroscada al lado del chico.
―¿Sigue enferma? ―preguntó, al ver como la Shichibukai estaba toda sonrojada, sudando y retorciéndose en su cama. La serpiente sólo ladeó la cabeza, sin tener una respuesta a eso. Luffy se encogió de hombros y siguió comiendo. Tal vez sólo necesita descansar, pensó.
Aunque, claro, los marines que iban en ese acorazado no creían lo mismo, pues estaban apretujados lo más cerca que podían de la puerta, queriendo escuchar más, con deseos de saber el nombre de la persona que invadía los sueños de la bella emperatriz, para desesperación del Vice-Almirante Momonga, quien sólo deseaba que ese viaje terminara pronto.