¤ Título: Cosa de todos los días (bueno, no todos, pero si pasa seguido)
¤ Fandom: LMF!R!OP.
¤ Claim: La tripulación del Weeping Lamb.
¤ Palabras: 861 (Por qué solo con este fandom me salen cosas largas? *gota*).
¤ Advertencia: Dorkydes, en serio.
¤ Notas: Culpo a Hawk, él fue el que me incitó a escribir esto (?)
Habían llegado -finalmente- a su destino, ahora les faltaba solamente caminar durante tres días, aproximadamente, para llegar al pueblo donde tenían que realizar su siguiente misión. Así que prepararon todo lo necesario, incluso entre las capitanas habían creado una pecera portátil para que Rich pudiera ir con ellos sin problemas.
―¿Por qué soy yo el que tiene que jalar esto? ―preguntó Hawk al darse cuenta que la pecera era un estilo de carruaje, pero no había caballos.
―Porque eres el fuerte ¿qué no? ―le contestó Lluvia con una gran sonrisa.
―¿No pudieron crear caballos también?
―¿Y desperdiciar energía a lo tonto?
El chico suspiró, dándose cuenta que no podía ganar en aquella ocasión. Colocó a la sirena en el tanque con cuidado.
―Lo siento ―dijo esta, algo apenada. Hawk sonrió, dándole a entender que no importaba.
―Cuidado Ligo, parece que el lado Don Juan de Hawk anda activado ―susurró Kmiya, haciendo que la castaña se sonrojara levemente y que el chico soltara una queja por el comentario, haciendo que la capitana del gorro morado riera divertido.
Así comenzaron con su viaje, sin mayor percance que las ocasionales peleas entre Hawk y Lluvia, así como que el centro chicloso de Kmiya se estrujara más de lo normal debido a que Hawk le ignoró unas tres veces. Por lo demás fue un viaje tranquilo, con Miyu tropezando y llevándose de corbata a Ligo. Ok, fue un viaje pacifico solo para Richelle que iba en la pecera y D que iba con ella con el propósito de ignorar a los locos por una vez en su vida.
Al caer la noche decidieron acampar cerca de un lago que encontraron, así Rich podía descansar más a gusto y las capitanas no desperdiciaban energía. Todo iba bien, Miyu y Ligo yendo por comida, mientras que Kmiya intentaba hacer una fogata y alejar a Lluvia de la misma. Hawk, en cambio, decidió salir a explorar para ver si encontraba plantas medicinales.
El chico se adentró sólo en la selva, asegurándoles a las demás que no debían preocuparse. Caminó por largo rato hasta que encontró una especie de claro. Ahí vio una de las plantas que buscaba, e iba a soltar una exclamación de sorpresa cuando sintió que alguien le tapaba la boca y lo último que vio antes de que todo se pusiera negro fue una sonrisa un tanto siniestra.
De regreso al campamento, las horas pasaban y Hawk no regresaba, cosa que comenzaba a preocupar.
―Me pregunto si estará bien.
―De seguro se perdió, no sería sorpresa ―dijo Lluvia, tratando de calmar a Ligo.
Kmiya suspiró y recogió su mochila.
―Iré a buscarlo.
―No, tu no lo harás ―Miyu la detuvo―, si vas tu serán dos los perdidos.
La chica de los rulos suspiró, dejó caer su mochila y se fue a sentar cerca del lago algo decaída. Lluvia la miró con una gotita cayendo por su nuca.
―No hubieras dicho eso, anda medio sensible con ese tema.
―Perdón ―se disculpó la tiradora.
Y mientras ellas discutían para ver que hacían, unos pasos se hicieron presentes. Las chicas guardaron silencio y se pusieron alertas. Cuando una silueta se hizo presente, Ligo asustada tomó un vaso con agua y se lo lanzó al agresor.
―¡Oye! ―gritó la persona atacada, haciendo que las demás bajaran sus defensas.
―¿Hawkie?
―¿Hawk? ¡Tonto! Casi nos matas de un susto ―alegó una. El chico caminó, permitiendo que con la luz de la fogata lo miraran mejor. Y, al hacerlo, Lluvia y Kmiya no pudieron evitar soltar la carcajada, mientras que Miyu volteaba a otro lado, ocultando su risa. Rich por su parte también se reía abiertamente y Ligo no sabía si reírse o contenerse.
D, al ver al chico, se acercó burlón.
―¿Y esas pintas, doctorcito?
―Tú callate.
Lo que sucedía, es que Hawk se encontraba con la cara completamente pintada, y las ropas algo desarregladas, como si se hubiera caído en el lodo o algo semejante. El chico suspiró y se sentó cansado. Ligo pudo contener la risa y se acercó a ayudarle. Tuvieron que pasar unos minutos para que los demás pudieran controlarse.
―¿Y qué te paso? ―preguntó Kmiya.
―Cierto, te desapareciste por mucho tiempo.
Hawk miró a otro lado, con un leve sonrojo, cosa que llamó más la atención de las capitanas.
―¿Qué? ¿Acaso conociste a una linda salvaje y te descontrolaste un poco? ―Intentó molestarlo Kmiya, a lo que el chico sólo frunció más el ceño.
―Habla de una vez, hombre ―exigió Lluvia. Hawk suspiró, al parecer resignado.
―Al parecer me secuestraron, y me robaron todo.
La siguiente reacción fue otro ataque de risa, esta vez colectivo. Hawk se golpeó la frente, sabiendo que no debió haberlo contado.
―S-Se los dije, Hawk ocupa un rastreador jaja ―decía entre risas Kmiya.
―Si, eso o una correa, para que no se pierda ―continuó con la broma la otra Co-Co.
Los comentarios contra la mala suerte del chico siguieron durante toda la noche. Y, al día siguiente, las chicas se aseguraron de no dejarlo sólo, por si las dudas. Aunque también, y sólo para emergencias, Lluvia se había encargado de hacer una correa muy bonita, de tonos azules, para el chico.