kmiya
in
witch_kiss
AKDHASJSA DISFRUTALO MIYU
¤ Fandom: Katekyo Hitman Reborn!
¤ Claim: Tsuna/Gokudera.
¤ Advertencia: Yaoi, TYL peeeero digamos que ya cuando se arregló todo, y lime. (¿Se cuenta como advertencia el repetir mucho un nombre :'D).
¤ Notas: Parte del maratón Liosyu. QUE SE ACABA HOY, PERO IGUAL TENGO PAREJAS PENDIENTES, ASÍ QUE SE EXTIENDE DE MANERA INDEFINIDA HASTA QUE ACABE (?).
+Frase sacada de una de las tablas de mundo_caotico |D.
+ "Una vez que desempeñas un papel resulta difícil desmarcarse."
Tal vez, por la situación, Gokudera no se había dado cuenta, pero Tsuna estaba igual o más nervioso que él. Aún así Tsuna no iba a echarse para atrás, no cuando le había costado tanto hacerse con el valor suficiente siquiera para intentarlo.
―D-Décimo.... ―jadeó Gokudera al sentir los labios de Tsuna sobre su cuello y sus manos recorriendo su pecho.
Lo besaba con lentitud, saboreando la piel y a veces incluso llegaba a rozar sus dientes contra la misma. Bajó de su cuello a su hombro, donde mordió con un poco más de fuerza para después lamer esa zona, sonrojándose al notar la marca que había dejado, pero sin que eso llegara a amedrentarlo. El italiano tuvo que apretar con fuerza las sabanas, para evitar colocar sus manos sobre Tsuna y cambiar posiciones en el acto.
Se detuvo un momento al llegar a uno de los pezones de Gokudera y tragó saliva, alzando un poco la vista para ver el estado en el que se encontraba su Guardián. Gokudera tenía los ojos cerrados y respiraba de manera acelerada, su rostro sonrojado cubierto por una fina capa de sudor. Eso fue suficiente para que Tsuna se atreviera a besar el pezón, succionándolo y mordiéndolo ligeramente, arrancándole uno que otro gemido a su pareja.
Siguió su camino, delineando con su lengua el pecho de Gokudera hasta llegar a sus caderas. Sus manos acariciaron el elástico de la ropa interior y, sin darse cuenta de que retuvo el aire, comenzó a bajarlos con una lentitud que de cierta forma desesperaba a ambos, pero sobre todo al italiano, quién inconscientemente alzó un poco las caderas, un escalofrío recorriéndolo cuando su entrepierna quedó al descubierto.
Tsuna volvió a tragar saliva al observar la hombría de Gokudera. Miró el rostro de su Guardián, los ojos verdes regresándole la mirada, con un brillo de deseo y desesperación que estaba seguro no sabía que tenía. Tsuna le sonrió de manera tierna, antes de tomar el miembro de Gokudera entre sus manos e inclinarse para besar con timidez la punta.
Gokudera echó la cabeza hacia atrás, temblando y jadeando con fuerza. Tsuna tomó eso como una buena señal y procedió a lamer todo lo largo, una de sus manos bajando un poco más para acariciar los testículos.
―¡D-Décimo!
Tsuna sintió arder sus mejillas al escuchar el gemido de Gokudera, la vergüenza comenzando a dominarlo. Así que, en un impulso, se introdujo el miembro de Gokudera en la boca, haciéndolo gritar de la sorpresa.
Siguió lamiendo y mordiendo esa parte, concentrándose un poco en la punta. Cuando sintió el estremecimiento que recorrió todo el cuerpo de Gokudera y luego cómo llenaba su boca con su semen, Tsuna comprobó que le sería muy difícil seguir adelante, pero no se echaría para atrás.
Por más que le costara a ambos, esa noche estaba dispuesto a cambiar los roles y ser él quién complaciera a Gokudera hasta el final.
¤ Claim: Tsuna/Gokudera.
¤ Advertencia: Yaoi, TYL peeeero digamos que ya cuando se arregló todo, y lime. (¿Se cuenta como advertencia el repetir mucho un nombre :'D).
¤ Notas: Parte del maratón Liosyu. QUE SE ACABA HOY, PERO IGUAL TENGO PAREJAS PENDIENTES, ASÍ QUE SE EXTIENDE DE MANERA INDEFINIDA HASTA QUE ACABE (?).
+Frase sacada de una de las tablas de mundo_caotico |D.
+ "Una vez que desempeñas un papel resulta difícil desmarcarse."
Tal vez, por la situación, Gokudera no se había dado cuenta, pero Tsuna estaba igual o más nervioso que él. Aún así Tsuna no iba a echarse para atrás, no cuando le había costado tanto hacerse con el valor suficiente siquiera para intentarlo.
―D-Décimo.... ―jadeó Gokudera al sentir los labios de Tsuna sobre su cuello y sus manos recorriendo su pecho.
Lo besaba con lentitud, saboreando la piel y a veces incluso llegaba a rozar sus dientes contra la misma. Bajó de su cuello a su hombro, donde mordió con un poco más de fuerza para después lamer esa zona, sonrojándose al notar la marca que había dejado, pero sin que eso llegara a amedrentarlo. El italiano tuvo que apretar con fuerza las sabanas, para evitar colocar sus manos sobre Tsuna y cambiar posiciones en el acto.
Se detuvo un momento al llegar a uno de los pezones de Gokudera y tragó saliva, alzando un poco la vista para ver el estado en el que se encontraba su Guardián. Gokudera tenía los ojos cerrados y respiraba de manera acelerada, su rostro sonrojado cubierto por una fina capa de sudor. Eso fue suficiente para que Tsuna se atreviera a besar el pezón, succionándolo y mordiéndolo ligeramente, arrancándole uno que otro gemido a su pareja.
Siguió su camino, delineando con su lengua el pecho de Gokudera hasta llegar a sus caderas. Sus manos acariciaron el elástico de la ropa interior y, sin darse cuenta de que retuvo el aire, comenzó a bajarlos con una lentitud que de cierta forma desesperaba a ambos, pero sobre todo al italiano, quién inconscientemente alzó un poco las caderas, un escalofrío recorriéndolo cuando su entrepierna quedó al descubierto.
Tsuna volvió a tragar saliva al observar la hombría de Gokudera. Miró el rostro de su Guardián, los ojos verdes regresándole la mirada, con un brillo de deseo y desesperación que estaba seguro no sabía que tenía. Tsuna le sonrió de manera tierna, antes de tomar el miembro de Gokudera entre sus manos e inclinarse para besar con timidez la punta.
Gokudera echó la cabeza hacia atrás, temblando y jadeando con fuerza. Tsuna tomó eso como una buena señal y procedió a lamer todo lo largo, una de sus manos bajando un poco más para acariciar los testículos.
―¡D-Décimo!
Tsuna sintió arder sus mejillas al escuchar el gemido de Gokudera, la vergüenza comenzando a dominarlo. Así que, en un impulso, se introdujo el miembro de Gokudera en la boca, haciéndolo gritar de la sorpresa.
Siguió lamiendo y mordiendo esa parte, concentrándose un poco en la punta. Cuando sintió el estremecimiento que recorrió todo el cuerpo de Gokudera y luego cómo llenaba su boca con su semen, Tsuna comprobó que le sería muy difícil seguir adelante, pero no se echaría para atrás.
Por más que le costara a ambos, esa noche estaba dispuesto a cambiar los roles y ser él quién complaciera a Gokudera hasta el final.