/SIGUE SIN CREERSE QUE POR FIN ESCRIBIÓ DE ESTE FANDOM

[kmiya]

¤ Título: Siesta.
¤ Fandom: Katekyo Hitman Reborn!
¤ Claim: Yamamoto Takeshi + Hibari Kyouya (ya ustedes digan si es + o /).
¤ Palabras: 526.
¤ Advertencia: ¿Insinuaciones shonen ai? Por lo demás... la narración quedó un tanto extraña.
¤ Notas: Por primera vez, creo que no hay ooc, o no sé, desde mi punto de vista no lo hay. Sin spoilers de nada en particular, pero creo que mentalmente lo ubico entre el Future Final Battle Arc y el Inheritance Ceremony Arc. A que el título apesta |D *es la única queja real que tiene*
¤ Resumen: Eran raras, casi podían contarse con una mano, las ocasiones en que Yamamoto subía a la azotea de la escuela con la intención de tomar una siesta.

Eran raras, casi podían contarse con una mano, las ocasiones en que Yamamoto subía a la azotea de la escuela con la intención de tomar una siesta. Por lo general se dormía en clases o se acostaba cerca del campo de beisbol. Solo subía cuando en verdad quería paz y tranquilidad para poder descansar completamente, porque sabía que muy pocos se atrevían a ir a esa zona de la escuela por temor a encontrarse con el líder del Comité Disciplinario.

(Cosa que él no había hecho hasta el momento, aunque había ocasiones en que sentía una mirada intensa sobre su persona. No que eso le quitara el sueño.)

Llegó a la azotea y se puso a observar a su alrededor. Se encontraba vacía como siempre, así que dejó su mochila a un lado de la puerta y se acomodó en el suelo, de tal forma que recibiera un poco de la sombra que el mismo edificio proyectaba, pero a la vez el sol cayera suavemente sobre una pequeña parte de su cuerpo. Al poco rato una suave brisa comenzó a soplar, arrullándolo de tal forma que no tardó mucho en quedarse profundamente dormido.

Las horas pasaron y nada parecía poder interrumpir el sueño de Yamamoto, eso hasta que sus sentidos le alertaron de una presencia, que se le hacía vagamente familiar. Pero antes de que pudiera hacer algún movimiento, sintió un peso extra en su brazo derecho, así como que su pecho era cubierto por algo.

Yamamoto, más por la sorpresa y confusión que por otra cosa, se quedó lo más quieto que pudo, fingiendo seguir dormido. Cuando sintió que la respiración de la otra persona se volvía lenta y tranquila, indicios claros de que se había quedado dormida, se atrevió a abrir un ojo, haciendo que su sorpresa aumentara considerablemente al comprobar que sus sospechas eran ciertas.

Usando su brazo como almohada y recargando su espalda contra su costado, siendo el saco del mismo lo que medio los cubría a ambos, se encontraba un completamente dormido Hibari Kyouya. Quién al parecer no tenía la intensión de moverse de su cómoda posición, al menos hasta terminar su siesta de la tarde.

Al contrario de cualquier persona medianamente cuerda y racional, no intentó alejarse del joven, sino que solamente sonrió, como si el acto o la escena en sí fueran la cosa más tierna que hubiera visto en mucho tiempo. Así que, inclinándose ligeramente hacia la derecha y (demostrando que en verdad había ocasiones en que no tenía ningún instinto de supervivencia) asegurándose de no tocar la banda de líder, colocó cómodamente su brazo izquierdo sobre la cintura de Hibari, quién sólo gruñó en sueños, pero no se movió.

De esa forma Yamamoto procedió a volver a quedarse dormido (luego de que pudo acostumbrarse al calor que sentía en las partes de su cuerpo que Hibari tocaba y que los latidos de su corazón habían vuelto a normalizarse, un poco), sin antes poder evitar considerar, tal vez, que en verdad valía la pena convertir en una rutina el tomar una siesta en la azotea, sobre todo si tenía la oportunidad de que esa situación volviera a repetirse.

¤ Notas Extras: Esto fue inspirado en esta imagen y en parte culpa de mi hija.