¤ Número: 002/
002.
¤ Comunidad:
reto_diario ¤ Fandom: Mansionverse.
¤ Claim: Gran Dragón + Genio.
¤ Extensión: 462.
¤ Advertencias: Incoherencias (pero siempre hay de esas con el Genio), ¿ooc?
¤ Notas: ... orz.
¤ Resumen:
Con algo tienen que entretenerse ese par luego de pasar muchas horas juntos en la Cueva de las Maravillas.
―¡Y eso es lo que haré! ¿Qué opinas? Genial idea ¿cierto? Estoy seguro que le encantarán los detalles ―exclamó lleno de alegría, como era usual, el ser de tez azulada, que en esos momentos hasta fuegos artificiales lanzaba por toda la cueva.
Su acompañante sólo lo miró por largo rato, sin decir nada, cosa que hizo que los fuegos artificiales se fueran apagando poco a poco, hasta quedar solamente quedar humo.
―¿No te gusta la idea?
―Es.... interesante ―finalmente habló el dragón―, pero me temo que solo provocarás que explote nuevamente.
―¡Y ESO ES LO DIVERTIDO! Incluso tengo nuevos fuegos artificiales que quedarán muy bien con el fuego que lance en esta ocasión ~~
El Gran Dragón lo meditó un poco. Tenía que admitir que era todo un espectáculo observar como el dios del inframundo explotaba de rabia cada vez que el Genio hacía una de las suyas y lo involucraba, aún así tenía sus dudas al respecto.
―¿Y ese pastel? ¿No quedará derretido al instante?
―Oh, querido amigo. Yo siempre tengo todo muy bien pensado.
―Explicate.
―¡Lo haré antiflamas! O, bueno, anti-Hadeflamas. ¿Creías que no había pensado en eso en el momento en que decidí ponerlo en la cima del pastel? Puedo parecer loco, pero no soy tonto. O no, para nada tonto ― Y a continuación pasó a hacer un simulacro de lo que haría para la fiesta de cumpleaños, con todo y pastel gigante y su mejor imitación de Hades.
Kilgharrah rió con ganas. Posiblemente esa era una de las pocas cosas por las que aún seguía compartiendo 'casa' con el incontrolable ser azul. Era de los pocos capaz de mantenerlo entretenido la mayor parte del tiempo.
―Está bien. Le doy el visto bueno a tu idea.
―¡HA! Lo sabía. Porque siempre tengo buenas ideas. Y ahora, comencemos a hablar sobre mi próximo proyecto. ¡Una enorme barra de chocolate! Como regalo para ese pequeño Merlín que cuidas.
Eso hizo que el dragón lo mirara con interés.
―¿Una barra de chocolate? ¿Para qué quieres darle tal cosa al joven brujo?
―Bueno, cuando llegué hablamos al respecto. Yo quería darle monedas de chocolate. Ya sabes, para seguir con todo lo de "Son las dos caras de la misma moneda", "Es tu destino, no lo olvides" ―obviamente, esto último lo dijo transformado en dragón―, que tu sueles decirle. Pero nooooooooo, el jovencito no quiso eso. El chocolate sí, pero no en monedas. Así que mejor le daré una barra enorme ―guardó silencio de repente, observándole fijamente. Kilgharrah ya conocía esa mirada, de tantas veces que había aparecido desde que llegaron a ese lugar.
―¿Que nueva idea ha surgido en esa cabeza caótica tuya?
―Hey, Gran K, ¿alguna vez has modelado para una escultura?
... Oh.
―Siempre hay una primera vez para todo.