Amor entre líneas - VIII. Devoción
Autor: williams_43
Fandom: Harry Potter
Pareja: Hermione y Ginny
Amor entre líneas - VIII. Devoción
Hermione miraba absorta cómo las gotas de lluvia se precipitaban contra el suelo generando una cortina infranqueable para la vista. Tras ella Ginny se abalanzaba sobre sus espaldas cruzando sus brazos alrededor de su cuello.
-Ginny, ¿por qué hiciste eso? -preguntó algo decaída Hermione.
Ginny perdió la alegría que decoraba su cara.
-Para demostrarles a esos dos que no son nadie para darnos celos -dijo secamente.
-¿Hacía falta hacer eso?
Hermione se denotaba casi defraudada por la aparente toma de pasión de Ginny. Veía un paisaje gris ensombrecido por grandes nubes de tormenta, generado por un estúpido acto, no obstante no negaba que la idea de lluvia era algo maravilloso.
Ginny no respondió a aquella pregunta. Sabía que no había hecho lo correcto. Pensó que quizá las cosas se hacían o bien correcta o bien incorrectamente y que el destino dependía directamente de esas decisiones. No dudaba en que había cambiado el destino con Hermione, no obstante, tenía fe en que podría seguir cerca de ella, para seguir adorándola en silencio, en secreto eternamente, tal y como se adora a un Dios.
Hermione, por su parte, sentía cómo aquél beso pesaba sobre ella como un martillo, que al caer, desmenuzó la vidriera que era ella en mil pedazos que cayeron hacia la inmensa noche. Se permitió cerrar los ojos y pensar, pensar mientras los brazos de Ginny aún la rodeaban. Aquello se parecía a cómo un incendio que había comenzado con una pequeña chispa se apagaba con una repentina lluvia. Unos pensamientos se superponían a otros a medida que llegaban a su mente haciendo que ésta se transformase en un gran caos de sentimientos. Entre toda la confusión unas lágrimas asomaron a los ojos de Hermione… Sentía que, a su pesar, no podía dejar de sentir “eso” que sentía por Ginny y que la impulsó a cometer pasadas imprudencias. Pese al beso no podía dejar de quererla.
Ginny perdió la aceptación de su error cuando sintió la primera lágrima de Hermione precipitarse contra su brazo desde la mejilla. “La he herido” se dijo ella culpándose. Sin embargo, bastó que Hermione se girase dejando ver su sonrisa y su mirada como para que Ginny se redimiese devolviendo la sonrisa. Al instante siguiente Hermione había colocado una mano en su barbilla y había besado los labios que había sobre ella, con pasión, con dulzura, con fuego, con ternura, con ardor y con devoción.
-Creo… -comenzó Hermione- que te puedo decir… que te quiero.
Los ojos de Ginny se nublaron y se lanzó a los brazos de Hermione abrazándose y hundiendo su rostro en el castaño pelo.
-Te quiero Gin.
-Y yo Hermi.
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