FYS CON.

Jan 01, 2012 00:11

Título: FYS Con.
Pairing: Jensen/Misha.
Autora: Pues yo, claro.
Beta: taolee que es un cielo de mujer y me parto con los comentarios que me deja!!!
Rating: NC-17
Spoilers: Pues a ver, convendría estar al tanto de toda lo que llevan emitido…pero vamos, que es secundario.
Disclaimer: Vamos, aquí iba a estar yo si alguno de estos dos me perteneciera…
Comentarios: FELIZ CUMPLEAÑOS hidefan!!!! Me ha costado un montonazo escribir esto pero te mereces eso y más!! No es lo que habíamos hablado, pero quien sabe…A lo mejor los Reyes (los Reyes de 2013 digo, no flipemos) te traen la segunda parte…Espero que tengas no un cumpleaños genial, y un año cojonudo, que ya toca. Y yo que lo vea y lo comparta contigo al menos en Roma (si no en más sitios…como…Hawaii, por ejemplo? XD) Muchos besitos y que disfrutes del regalo.



- ¿Es así como el gran Misha Collins recibe a un viejo amigo?
Un sonriente Misha vestido con unos vaqueros y una camiseta vieja abrió de par en par la puerta de la casa.
- Anda, idiota. Pasa de una vez. Siempre te he abierto la puerta igual. Y da gracias a que me he puesto la camiseta. Estaba atrás, currando un poco en el jardín, si me quieres ayudar hasta que vengan éstos...Eres el primero en llegar, ¡como siempre, claro!
- Uffff...deja deja...¿Y si me sacas una cervecita y mientras te vas duchando?
- Venga, te acompaño con la cerveza y me cuentas qué tal va todo.

* * *Un par de veces al año los actores de Supernatural hacían su propia convención privada. La FYS Con (Fuck You Sera), como la habían bautizado hacía dos años entre Misha y Jared, era una burda excusa para verse sin las presiones de atender a fans, a organizadores o a sus managers. Lo único que hacían era beber cerveza, comer pizzas y comida china...y hablar. Hablaban todos de todo. De sus familias, de sus trabajos y sobre todo, de la serie.
Siempre se reunían en casa de Misha, no porque fuera la casa más grande ni la más lujosa. La casa de Misha Collins era, sencillamente, la más bonita. Tenía un jardín con una pequeña piscina en la que el verano pasado habían acabado todos desnudos a las dos de la mañana jugando a “Rescata a Castiel del lago”. Tenían un muñeco hinchable, regalo de Sebastian, al que dejaban desinflarse en medio de la piscina, y por turnos tenían que sacarlo antes de que llegara al fondo. Jugaron docenas de veces y siempre ganaba Jensen. No importaba lo lejos que cayera el muñeco o lo rápido que se desinflara, Jensen siempre era el más rápido rescatando a Castiel.

Esa noche, cuando todos subían a las habitaciones, muertos de cansancio por sus juegos en la piscina, Misha se acercó a Jensen mientras éste se secaba con una toalla antes de entrar en casa.
- Cualquiera diría que te iba la vida salvando al muñeco...
El tono era entre vacilón y provocador, pero realmente tenía curiosidad. Jensen incluso se había mosqueado un poquito cuando Sebas y Jared, haciendo el idiota, casi rasgan el muñeco por la mitad.
-¿Qué? No hombre, no, ya que no te pude salvar en la tele, qué menos que hacerlo aquí, ¿no?
Jensen sonrió y dándole un toquecito cariñoso en el cuello, subió a su habitación dejando a Misha ser el último en entrar en la casa.

* * *- Bueno, cuéntame. Ese papel para Showtime…¿Te lo has pensado ya? - Misha hablaba mientras Jensen le seguía por la casa hasta la cocina en busca de las cervezas prometidas. - ¿El señor Jensen Ackles siendo el nuevo gran malvado de Dexter? Me encantaría verlo.
- Lo cierto es que casi está cerrado. Será interesante. Estuve con Michael la semana pasada, y es encantador. Buen tío. Además me dijo que había estado viendo algunos episodios de Supernatural y cree que soy perfecto para el papel.
- Seguro. Dean Winchester un asesino en serie…¡Qué sorpresa!
- Ya, bueno…hay otra característica de mi personaje que no te he contado aún. A ti que te gusta la ironía, te va a encantar.
- A ver, ¡suéltalo de una vez! ¿Tengo que utilizar mis tácticas secretas de tortura? ¡Desembucha!
- Sabes que nunca he podido negarte nada…o casi nada. - sonriendo abrió su cerveza y sin levantar la vista de la botella dijo - Ahí va: David Carter, mi personaje, es gay.
Misha se quedó mirándole en silencio, sin poder articular palabra. Tras unos segundos, y haciendo una mueca por fin habló.
- Lo único que se me ocurre decirte ahora mismo es, ¿Lo sabe Danneel?

* * *La primera vez que Jensen y Danneel discutieron por culpa de Misha fue un año antes de que acabara Supernatural. Acababan de notificarle que su participación en la serie iba a verse reducida a apariciones esporádicas y ninguno daba crédito a la noticia.
Misha, siendo una persona positiva, no quiso en ningún momento transmitir su tristeza, rabia e impotencia a ninguno de sus compañeros. No entendía el porqué de esa decisión ya que las audiencias iban bien, su personaje era muy querido y sus fans eran legión.
A pesar de que la procesión iba por dentro, decidió poner buena cara y dijo que quería salir a celebrar que ahora tendría más tiempo para escribir, producir, y sobre todo, para convertir al pequeño West en el heredero que se merecían sus minions.
Esa noche invitó a gran parte de sus compañeros a varias rondas en un bar cercano al set, donde solían ir después de los rodajes a relajarse y a tomar algo.
Poco a poco la gente se fue retirando hasta que quedaron sólo Jared, Jensen, Misha y Genevieve. Jared y ella eran inseparables, y aunque a veces empalagaban con sus “cari”, “nena”, “churri” y todos los apelativos cariñosos habidos y por haber, lo cierto es que eran divertidos como nadie, y eran únicos para animar una fiesta.
- Cielo, ¿nos vamos ya? Así dejamos a los tortolitos solos.
- Gracias Gen, no sabíamos cómo echaros ya- respondió Misha, poniéndole ojitos tiernos a Jensen de manera exagerada, y pasándose la lengua por los labios de manera provocativa.
- No me lo agradezcas a mí, Collins, sino a mi vejiga. Me meo desde hace un rato y el baño aquí está hecho una mierda.
- Mi cari, siempre tan fina y delicada. ¿No es un primor oírla hablar?
- Venga, mueve el culo que nos vamos - al levantarse Jared se tambaleó un poco, y su mujer suspiró - Dios, con todo lo grande que eres y que mal aguantas la bebida.
Metiéndole mano descaradamente, rebuscó en sus bolsillos hasta encontrar las llaves del todoterreno en el que habían llegado.
- Chicos, nos vamos. Misha, cuida de Jensen, que tampoco tiene una pinta muy estable ahora mismo…
- A casita pronto ¿eh? Que no me entere yo que liáis alguna por ahí sin mí. - guiñándoles un ojo mientras le agarraba el culo a su mujer, se marcharon haciéndose arrumacos y dejándolos solos al fin.
- Bueno ¿Qué? ¿la última? - dijo Jensen agitando su botella vacía en la cara de Misha.
- Ufff…¿quieres emborracharme, Jensen?
- ¿Quieres que te emborrache, Misha?
- No lo sé, pero si esa es la idea, apresúrate. No creo que me veas mucho por aquí a partir del lunes.
- Joder Misha, no digas eso. Además, ¿eso qué quiere decir? ¿Que solo somos compañeros de trabajo? ¿No vas a querer verme si no es en un rodaje?

Por un momento Jensen pensó que estaba delante de Castiel, porque Misha ladeó la cabeza igual que el ángel y le miró a través de esos ojos azules, vidriosos ya por el alcohol ingerido, como intentando descifrar un misterio imposible.

- Jensen, los dos sabemos las horas que se echan aquí. 15 y 16 horas al día, de lunes a sábado y ¿aún crees que vas a tener tiempo de verme? ¿De pasar una tarde en mi casa, de hacer esto? - dijo balanceando la botella vacía entre ellos.
- ¿Quieres decir que ni siquiera vas a intentar mantener el contacto? ¿Que puede que hoy sea la última noche que pasamos juntos?
- Es posible, sí. Pero no por que yo no quiera, Jensen, son los gajes de este oficio. Hoy estás aquí, mañana allí, nunca sabes donde vas a acabar trabajando. Bueno, por eso, y porque después de lo que voy a hacer tal vez no quieras volver a verme.

Dicho esto, Misha se levantó de su banco que estaba enfrente del de Jensen y sentándose a su lado lo arrinconó contra la pared, para lentamente y con la mirada fija en la de su amigo, darle el beso más intenso, cálido y apasionado que había recibido en mucho tiempo. Jensen, paralizado al principio, no tardó en colaborar con él, rodeándole con sus brazos y acariciándole los hombros y la espalda mientras le besaba.
Casi sin aliento, se separaron para mirarse a los ojos cuando el sonido de un móvil les devolvió a la realidad.
El mensaje de Danneel era muy corto, y el uso de muchos interrogantes ya daba idea de su mal humor.
Todavía de fiesta???????? LLÁMAME.
- Yo…perdona…tengo que llamar a Dani. Déjame salir.
- No, espera. Hablemos de lo que acaba de pasar.
- Déjame llamarla, de verdad que vuelvo ahora.
- Bien, vale. - Misha se levantó despacio, aturdido aún por el alcohol y ese beso que llevaba meses deseando haber dado, y del cual ahora no sabía si arrepentirse.

Jensen salió fuera del bar a hablar, y fue entonces cuando vio el coche de su mujer en la puerta.
- ¡Dani! Aparca por ahí y entra. Sólo estamos Misha y yo y…
- Paso, sube y nos vamos ya - dijo ella de malos modos.
- Joder, ¿qué te pasa ahora? Anda entra y saludas a Misha. Se va el lunes a California y no sabemos cuando vuelve.
- Me importa una mierda cuando vuelve y si vuelve. Me dices que te vas a tomar algo con todos “un ratito” y de eso hace 8 horas. ¿No podías pensar que ya había llegado a casa? ¿Que igual quería estar a solas con mi marido?
- ¡¡Pero si te dije a dónde íbamos y que te vinieras después!! Mira, no seas borde con él, entramos, nos despedimos y hablamos en casa.
- Jensen, si vuelves a entrar a ese puto bar, cuando salgas te juro que no me encuentras.
El joven se la quedó mirando, como sopesando la seriedad de sus palabras. Tenía que volver a hablar con Misha, decirle que ese beso había significado mucho para él. Llevaba un par de meses teniendo muchos problemas con Danneel y de las pocas cosas que aún le mantenían de buen humor era saber que veía a Misha cada mañana. Ahora Misha iba a desaparecer de su vida y lo único que tenía fuera de la serie era su matrimonio. Quería arreglar las cosas con Danneel, así que subió al coche ante la sonrisa de satisfacción de la pelirroja.
Sacó el móvil y le mandó un mensaje a Misha: Dani en la puerta. Perdóname. Mañana hablamos.
Misha se sobresaltó al oír vibrar su móvil. Leyó el mensaje sin pestañear 4 veces seguidas y después lo borró. Marcando de memoria y sin buscar en la agenda espero dos tonos antes de que alguien contestara al otro lado:
- ¿Vicky? Estoy bastante borracho. No creo que pueda conducir. ¿Me vienes a buscar?
Pasaron más de 6 meses antes de que Jensen y Misha volvieran a verse.

* * *- ¿Qué si lo sabe Danneel…? Verás, llevamos tres meses separados, no creo que deba consultarle nada.
Misha no se esperaba esa respuesta y si no hubiera estado apoyado en la nevera habría tenido que sentarse.
- ¿Separados? ¿Por qué no me lo habías dicho? ¿Estás bien? Esa mujer no está bien de la cabeza. Ella se lo pierde, ¿me oyes? Dios, si la tuviera delante, te juro que me iba a oír…No va a encontrar otra persona como tú en ningún sitio, en ninguno. ¿Qué coño tendrá en la cabeza esta tía?
Jensen no pudo evitar sonreír ante la retahíla de improperios que salían por la boca de su amigo.
- A mí en cambio me gustaría saber qué es lo que te hace pensar que ha sido ella la que me ha dejado.
Un silencio incómodo se apoderó de la estancia dejando a los dos hombres mirándose fijamente. Fue el rubio el que rompió el silencio, levantándose del taburete y sin mirar a su amigo, siguió hablando.
- Aunque claro, tengo una ligera idea.

* * *Misha había vuelto a la serie pero para frustración de sus fans, sobre todo de la facción destielista, no había tenido ni una escena con Jensen. Se había limitado a un par de escenas en las que Sam, de vuelta a sus alucinaciones, le veía como el enemigo a batir, convertido en el líder de los leviatanes.
Había sido una semana muy intensa de rodaje para los dos actores, ya que las escenas mostraban a Sam en estado de catatonia mientras que en su cerebro el joven Winchester era torturado salvajemente por el leviatán al que interpretaba Misha.
Era Dean el que conseguía salvar a su hermano de ese estado mental, pero nunca llegaba a interactuar con las alucinaciones así que las escenas de Jensen con Jared ya habían sido rodadas.
Ese viernes era el último día de rodaje del capítulo y sólo necesitaban repetir algunos planos con Misha y Jared. Y por eso fue una sorpresa que Jensen apareciera por el set a última hora de la tarde.
- ¡Jay!
- ¿Jensen? ¿Qué haces aquí, tío? Creí que habías terminado ayer. No puedes vivir sin mí, confiesa. Y luego te preguntas el porqué de tanto relatito guarro sobre nosotros.
- Mira que eres gilipollas, he venido a veros a todos, ¡¡creído!! ¿Has estado con Misha? ¿Qué tal está? - Jensen preguntó como el que no quiere la cosa, pero se moría de ganas por saber.
- Pues ya sabes, como siempre. Por ahí anda todavía, cambiándose de ropa. Igual le pillas en vestuario. Íbamos a tomar algo después, ¿te vienes?
Jensen notó un pequeño pinchazo en la boca del estómago. ¿Nervios por ver a su amigo después de tanto tiempo? ¿Tal vez miedo a una situación tensa con él? No, ese pinchacito eran celos. Jared y Misha siempre se habían llevado bien, pero nunca habían salido solos ni habían tenido una amistad especial. Sin embargo, después del “incidente”, como el rubio lo llamaba en su cabeza, su contacto con Misha se había reducido a cero, y ese terreno había sido cubierto por Jared.
- Bueno, no quiero acoplarme si teníais plan, pero si es a tomar algo…
- Anda idiota, si seguro que estás deseando verlo. ¿Vas a buscarlo y quedamos en el bar? Yo voy yendo que quería pasar por casa primero a ver a Gen.
- Venga, allí nos vemos entonces.
A medida que se iba acercando a vestuario, iba imaginando las posibles conversaciones con Misha, desde la más cordial hasta la más agresiva, pero todas acababan igual. Ambos fundidos en un apasionado beso que le hacía sentir el pantalón a la altura de la entrepierna bastante más apretado de lo que debiera ser.
Y entonces le vio. Estaba de perfil, terminando de abrocharse una camisa, con los cuellos mal colocados y los ojos fijos en un botón que se le resistía. Jensen, apoyado en el marco de la puerta, dudó un segundo antes de abrir la boca y decir:
- ¿Es que te has criado en un granero?
Misha se giró y con los dedos aún el ojal sonrió a Jensen.
- ¿Y a qué esperas para ayudarme? Ven aquí y enséñame cómo se hace. - El rubio se acercó y ambos se fundieron en un fuerte abrazo dentro del cual se mantuvieron en silencio durante unos momentos.
- Misha, yo quería…
No pudo acabar la frase porque el moreno le interrumpió de manera tajante.
- No, en serio Jen, no sigas. Déjame decir una cosa. Siento lo que ocurrió esa noche. Había bebido mucho y estaba muy disgustado. Estaba triste, enfadado y cualquier otra cosa que se te ocurra. La serie que se había convertido en mi casa durante los últimos tres años prescindía de mí, y tal vez fue vanidad por mi parte, pero no pensé que eso pudiera pasarme. Y lo pagué contigo, que siempre fuiste el responsable de que me sintiera uno de vosotros desde el principio. Perdóname.
- ¿Pero qué estás diciendo? Te dejé tirado sin darte más explicaciones y sólo por evitarme una bronca con Dani. Intenté llamarte unas cuantas veces pero al ver que no contestabas supuse que te habías cabreado conmigo…
- Lo que estaba era avergonzado, tío, no volverá a suceder. Y con la mala leche que tiene Danneel, casi que preferiría que ni lo comentaras - sonriendo abiertamente añadió - ¿Amigos?
Lo cierto es que Jensen no quería que fueran amigos. Esos seis meses habían sido una locura en su cabeza. Había llegado incluso a masturbarse pensando en aquel beso para acto seguido sentirse culpable y plegarse a cualquier deseo de su mujer, para compensar su pequeña fantasía. Le aterraba que alguien se enterara, pero al mismo tiempo estaba deseando poder hablar de ello. Ahora, la única persona con la que podría hablar del tema le ofrecía tabula rasa, borrón y cuenta nueva, olvidar uno de los mejores recuerdos que conservaba en su cerebro.

- ¡¡Mirad a quien me he encontrado en la puerta!! - Ambos se giraron al oír la voz de Jared y vieron cómo Sebastian y Richard asomaban por detrás de las anchas espaldas del chico.
- ¿Así que os ibais de copas sin avisar? ¿No hay una norma en todos los contratos de Supernatural que obliga a avisar a los demás cuando hay fiesta? - Sebastian ya estaba sacando el móvil para mandar vía twitter fotos del encuentro cuando Misha le detuvo.
- Espera, que nos la haga alguien. Quiero a todos los amigos en la foto, ¿verdad, Jensen? - Se miraron durante apenas un segundo y el interpelado no pudo hacer otra cosa que sonreír y responder.
- Claro, siempre seremos amigos.
En ese momento Laura, una de las chicas de vestuario se acercó y se ofreció a hacerles la foto.
- Gracias cariño, sólo es darle a este botón - el francés iba a rodear con el brazo a la chica en un intento de mostrarle cómo enfocar la cámara de su móvil, pero Misha se acercó “espantándole” y añadió:
- ¡Seb, por dios, que podría ser tu hija!
Todos, incluido él, rieron ante el comentario y tras colgarla en la red social salieron a cenar juntos y tuvieron una de las noches más divertidas que habían pasado en mucho tiempo. Esa noche nació la FYS Con.

* * *
- Supongo que siempre ha dado la impresión de que estaba embobado con ella. Y fue cierto durante mucho tiempo. Estaba hechizado. Pero la verdad, no llevábamos el estrés nada bien. Siempre estaba celosa, siempre enfadada. Y contigo…ufff, ¡a ti no te podía ni ver!
- Vaya, da gusto sentirse querido - dijo Misha con una mueca.
- La noche que me besaste…fue el detonante. Ella me ganó una pequeña batalla al hacerme abandonar el bar sin darte explicaciones, pero no se dio cuenta de que de ese modo, lo único que consiguió es que no dejara de pensar en ello.
- ¿No dejabas de pensar…en mí?
- No interrumpas Collins, estoy intentando contarte algo.
- Pero…la noche que volvimos a vernos en el set…fue todo tan…como siempre, tan normal.
- ¿Y de quien fue la culpa de eso? Fuiste tú el que se avergonzaba de ello, el que quiso que volviéramos a ser amigos y que lo olvidáramos todo. Y como te he dicho antes…casi nunca he podido negarte nada. Y estos últimos meses, tal vez por la separación, por este papel que me ha caído del cielo…pues me he armado de valor para decirte todo esto. Para contarte cómo me siento.
- ¿Y cómo te sientes?
- ¿Tú que crees? - se acercó en dos zancadas a su amigo, se puso a escasos centímetros de su cara y susurrando continuó- ¿Cómo crees que me siento? Siento que me hormiguea todo el cuerpo cuando te veo, me tiemblan las piernas cuando oigo tu voz - se acercó hasta tocar con los labios el cuello esbelto de su amigo - me excita la sola idea de rozar tu piel, de poder tocarte - le besó dulcemente en la unión de cuello y hombro - me vuelve loco cómo te mueves, cómo caminas - más besos subían lentamente hasta llegar a la comisura de los labios del moreno, y ahí se detuvo, obteniendo a cambio un pequeño suspiro de frustración - …pero no sé si puedes sentir lo mismo que yo - dijo separándose un poco más.
- ¿Lo mismo? - gimió Misha. Sujetó la cara del rubio con las dos manos y le besó lentamente, saboreando sus labios, mordisqueándolos para así abrirse paso en la cálida boca que ya le esperaba entreabierta, ansiosa por explorar la suya.
Se dejaron llevar por la excitación del momento y los besos dieron paso a más caricias, tímidas al principio, explorando el cuerpo del otro por encima de la ropa. Las manos de Jensen bajaron por la espalda de Misha hasta detenerse en el culo. Agarrándole con fuerza lo izó a pulso para sentarlo en la encimera, dejando un hueco suficiente entre sus piernas abiertas para meterse y sentirse rodeado por ellas.
El frenesí se apoderó de ellos y las camisetas volaron por encima de la mesa dejando que por primera vez sus cuerpos chocaran piel con piel. La sensación fue electrizante, como si miles de pequeñas descargas hicieran contacto a la vez.
Jensen acercó la boca a su pecho, y dibujaba símbolos alrededor de sus pezones con la lengua mientras Misha le agarraba por los hombros, queriendo guiarle pero sin saber muy bien hacia donde.
El rubio comenzó a desatarle el pantalón torpemente, con prisa, como si fuera su única misión en el mundo. Se moría de ganas de ver esa erección que se intuía claramente bajo la cremallera. Más que eso, se moría por probarla, por lamerla, ver hasta donde podía metérsela en la boca. No podía pensar en otra cosa y si no lo conseguía iba a morir en el intento.
- Jensen, ¿qué vas a hacer? - jadeó Misha - ¿Estás seguro? Sin presiones ¿eh?, pero por favor di que sí porque me estás poniendo malo.
La malvada cremallera por fin quiso abrirse y dejó en evidencia la falta de ropa interior de su dueño. Jensen no dudó ni un segundo en coger ese miembro erecto y rodearlo con los dedos, acariciándolo lentamente, mientras que con la otra mano tironeaba de su propio pantalón, cada vez más apretado.
- Espera - dijo Misha en un susurro. De un salto bajó de la mesa y tirando de Jensen hacia abajo acabaron rodando por el suelo de la cocina. En cuestión de segundos tenía al rubio sin pantalones, tumbado boca arriba, duro como una roca y con los ojos tan brillantes de deseo que parecían esmeraldas de un tesoro encontrado.
- Ponte de lado - le ordenó con voz ronca, mandato que Jensen, cada vez más excitado se apresuró a obedecer - vamos a ver qué podemos hacer…
Sonriendo se tumbó a su lado en dirección contraria, engullendo la polla, firme como un mástil, de su compañero, y dejando la suya a la altura de la boca del rubio.
Sólo se oían ruidos de succión, de manos acariciando cuerpos, y pequeños jadeos que no se convertían en gritos de placer porque para ello tendrían que soltar lo que tenían en la boca y ninguno parecía dispuesto a ese sacrificio.
Jensen fue el primero en notar que no podía aguantar más. La lengua de Misha era rápida y habilidosa, lamiendo su envergadura de la base a la punta, y deteniéndose en su glande, que rezumaba ya las primeras gotas de un líquido viscoso que Misha parecía encontrar delicioso, a juzgar por los sonidos que salían de su boca.
Soltando unos segundos su presa, Jensen intentó advertir a su compañero:
- Misha, Misha...no puedo más…yo…- y se corrió sin una palabra más, descargando en la boca del otro al tiempo que gemidos de un placer como nunca había sentido escapaban de la suya.
Ello solo bastó para que Misha, después de tragar hasta la última gota de lo que cayó por su garganta, descargara sobre el cuello y el pecho de Jensen, con una fuerza que no había sentido en mucho tiempo.
Sudorosos y cansados, pero satisfechos tras sus respectivos orgasmos, se recolocaron en el suelo de manera que Jensen apoyaba su cabeza en el hombro de Misha, y apoyaba su pierna izquierda por encima de las del moreno.
- Entonces…-comenzó Misha - creo que ha quedado claro que sí que sentíamos lo mismo, ¿no?
Jensen giró la cabeza para besarle el labio inferior, que era hasta donde llegaba desde donde estaba y puso una mueca al notar el sabor.
- Hey, no te quejes que yo me lo he tragado - dijo Misha ganándose un pellizco cariñoso en el pezón - ¡¡Ay!!
- ¿Te imaginas? ¿Imaginas que Dean y Castiel hubieran acabado así?
- ¿Así como? ¿Con encuentros sexuales dignos de una peli porno?
- No idiota, así, hablando de sus sentimientos, de lo que sentían por el otro…y sí, después con un encuentro sexual digno de una peli porno - Jensen dijo esto último con un leve rubor en las mejillas, y bajando la vista un poco…
- Pues…- Misha se incorporó, con un tono de excitación y con una chispa en sus ojos que indicaba una travesura en mente - se me ocurre que la actividad de la FYS de este año podría ser esa. ¿Y si escribimos la escena final? ¿esa escena en la que Dean y Castiel por fin se dicen todo lo que piensan, todo lo que quieren hacer el uno con el otro?
- ¿Qué dices? - Jensen se rió con ganas - Estás loco. - Le miró fijamente - Oh Dios mío, lo dices en serio ¿Verdad?
- Y podemos representarla después y subirla a Youtube, sabes que las fans se volverían locas. Sería el último chiste, piensa en la cara de Sera. Piensa en la cara de todo el mundo. Venga…sé que te cuesta negarme nada…- Arqueando las cejas se acercó y comenzó a mordisquearle el lóbulo de la oreja mientras seguía suplicando - Anda, por favor…será divertido…por favor…por favor…- iba bajando la voz hasta hacerla tan aguda como la de un niño pequeño.
- ¡Basta! De acuerdo, lo que quieras. Pero jamás vuelvas a hablarme con esa voz…Da yuyu, es asqueroso tío!! - Entre risas se levantaron y tocándose y besándose comenzaron a vestirse en el momento en que el timbre sonaba.
Se miraron un segundo y Misha titubeó antes de preguntar…
- ¿Se lo vamos a contar a éstos? Sé que eres una persona muy privada pero…
- Hey, ¿Quién si no nos va a ayudar a rodar el final alternativo? - Jensen sonrió y le dio un beso rápido en los labios - Misha, después de todos estos meses una cosa tengo clara. Nunca, nunca, voy a esconder lo que siento. Le pese a quien le pese. Empezando ahora mismo. - agarrándole de la mano le llevó hasta la puerta y abriéndola aún con los dedos entrelazados con los de Misha saludó al recién llegado.
- ¡¡Jared!! Bienvenido a la FYS CON 2014. Ésta va a ser épica.

FIN...Por ahora...aunque no prometo nada...
Muchos besitos y espero que te haya gustado!!

cockles, fanfic, supernatural

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