Despedida

May 04, 2018 02:54




Hace ya tiempo que venía pensando en cambiar de blog, después de nada menos que trece años, principalmente porque el sistema de Livejournal hace tiempo que empezó a dar problemas. Lejos queda la época en que este sitio web estaba de moda y muchos de mis conocidos y amigos tenían aquí por aquel entonces un diario, que actualizaban con mayor o menor frecuencia. Yo soy casi el único que queda de todo aquello, no tanto por convencimiento como por inercia, acostumbrado como estaba a la comodidad de seguir teniendo un espacio en el que publicar cualquier cosa que se me ocurriera escribir. Las limitaciones técnicas se hicieron evidentes hace tiempo, en forma de complicaciones para editar, imposibilidad de que las entradas queden indexadas en Google, ausencia de un archivo fácilmente abarcable o una función de búsqueda eficaz, o asignación automática de secuencias numéricas en lugar de títulos para los enlaces.

Hasta ahora había convivido más o menos bien con todo eso, pero la gota que ha colmado el vaso llegó hace unos días, cuando al intentar buscar una entrada de 2011 para enlazarla desde un escrito actual, me di cuenta de que todas las entradas anteriores a mediados de ese año han sido eliminadas y ya no pueden visualizarse. Algo parecido me ocurrió hace unos años al rastrear las primeras publicaciones, pero en ese caso se trataba de las entradas iniciales del blog y lo achaqué a mi propia torpeza a la hora de crearlas en su momento. Ahora me doy cuenta de que esto afecta prácticamente a la mitad de la andadura, y me parece una afrenta que no estoy dispuesto a perdonar. Además, todo esto me brinda la posibilidad de librarme del nombre adoptado originalmente, “Watain”, que ha pasado de ser el grupo prometedor y sobresaliente que era en 2005 a convertirse en una verdadera lacra de la que me cuesta no avergonzarme. Por todo ello, con ánimo jubiloso y ganas de seguir escribiendo, he abierto un nuevo blog, esta vez en Wordpress:

https://lamonedadebelisario.wordpress.com/
Los temas abordados y el estilo de los mismos no variarán gran cosa con respecto a lo que ha aparecido por aquí en los últimos tiempos, por lo que invito a los improbables lectores que sigan pasándose por aquí a seguirme en ese otro sistema que, además de ser más cómodo para la lectura y visualmente atractivo, también carga con más rapidez y es más fácil de abarcar. Aunque este espacio sea el que me ha visto crecer, practicar y dar mis primeros pasos serios como juntapalabras, o eso quiero creer, y me ha ayudado, eso sí está claro, a desarrollar cierto sentido de la constancia que he ido aplicando en otros ámbitos de la vida, no tengo excesiva nostalgia por el formato, ya que todo ese acervo habita más en mí mismo que en el servidor remoto y desconocido en el que esté alojado. De vez en cuando es preciso cambiar de raíz las circunstancias para poder seguir evolucionando en la dirección que uno desea. Consideremos este paso una especie de metamorfosis entre dos formas distintas, la vieja y la nueva, de una misma existencia. ¡Muerte a Watain y larga vida a Belisario!

diario

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