Me encanta este tipo de películas divertidas, simpáticas y alegres para niños que están repletas de guiños a los adultos que van al cine acompañando a la chavalada. Nadie dijo que entretener a unos y otros al mismo tiempo pudiera estar reñido, hasta que a Disney se le ocurrió hace tiempo que así debía ser, regurgitando año tras año historias igual de triviales, bobas, clasistas y retrógradas. Por suerte, Pixar, Tim Burton y, más recientemente, Ilumination Entertainment han conseguido demostrar lo contrario.