wait for me;

May 22, 2011 00:15

 SHINee, het!Jongkey, g, fluff. 
a/n: quiero que gwiboon sea real :( l0l #delusional tenía esto olvidado en mi folder~ enjoy.

Jonghyun siempre supo que Gwiboon estaba un poco más lejos de lo conveniente. Su relación era tan estrecha, tan íntima, que tenía miedo de estirar la mano y alcanzarla. Él siempre tuvo bien en claro que Gwiboon nunca dejaría que algún sentimiento se escapase por su mirada, a pesar de que sus ojos eran como un par de espejos, claros y honestos. Decidió hacer algo al respecto.
La primera vez que se le declaró, fue en la cafetería de la escuela. Habían llegado tarde a clase, y el maestro no los dejó entrar. Era otoño, la amable brisa lo anunciaba mientras se llevaba un montón de hojas del suelo y levantaba sus caireles. Ese día estaba nublado, una sola nube cubría el cielo enteramente, y Gwiboon creyó que el cielo se iba a romper cuando escuchó aquellas palabras.
"¿Te gustaría ser mi novia?" Jonghyun había dicho luego de un cómodo silencio, entre pláticas sobre esmaltes de uña y frizz en el cabello.
Gwiboon no se lo esperaba. Una pequeña porción de su jugo se coló a sus pulmones e hizo que se ahogara, tosiendo escandalosamente, golpeándose el pecho. Jonghyun esperaba una respuesta con una sonrisa en la cara.
La chica sintió como algo se aglomeraba en su garganta, algo que no le permitía hablar; aunque no es como si hubiera podido hacerlo en ese instante.
Negó con la cabeza, Jonghyun frunció el ceño. Bien, quizá eso no se lo esperaba. (tenía en mente un poco más de tacto al ser rechazado por su mejor amiga.)
Gwiboon aún trataba de controlar sus emociones, los golpecitos en su pecho y su inestable respiración. "Jjong, yo no- no creo que… que-" acomodando su cabello, mirando su falda, buscando algo en el suelo, evitando la persistente e innegable mirada del mayor. "que pueda. no creo que pueda- "
"¿Poder qué?"
Jonghyun pensó en seguirla cuando ella se puso de pie y el sonido de sus zapatos contra el asfalto era lo único que había tenido como respuesta; pero la conocía. Cualquiera la habría seguido, cualquiera habría perseguido su delicado marco, su volátil cabello, su aroma a dulces, pero él la conocía, y prefirió quedarse en la cafetería un rato. No iba a desperdiciar el dinero que había gastado en ese café, y además tenía las galletas de Gwiboon.

Al siguiente día, Gwiboon llegó a clases con el cabello recogido en una coleta y el fleco un poco esponjado. Sin mencionar las notables ojeras, y la noción de la almohada adherida a su rostro. Jonghyun se acercó a ella al final de la clase, y como si nada hubiese pasado, ella comenzó a quejarse sobre la alarma, el café, su blusa y el clip para el cabello. Jonghyun sonrió, y le dijo que tal vez no era su día.
Tal vez el día anterior no había sido el suyo, después de todo.



Los días continuaron normalmente, Diciembre llegó y las luces en las calles, gélidas brisas y olor a chocolate caliente también. Las banquetas estaban brillosas, cubiertas por la brizna y las promesas de lluvias, el cielo estaba gris; pero no tan nublado.
Ambos caminaban por la acera, viendo los coloridos estantes de las tiendas luego de clases. Con la bufanda abrazando su cuello, y las manos hundidas en sus bolsillos, Gwiboon platicaba de los proyectos finales y lo mucho que detestaba tener que estudiar. Jonghyun luego respondía con algo de prácticas y composiciones y lo mucho que deseaba salir de vacaciones. Reían y no paraban de hablar, hasta que pasaron a un café, por un par de capuchinos y galletas italianas.

Estaban en el parque, bajo un árbol de hojas cafés.
"¿Puedo preguntarte algo?" preguntó Jonghyun, frotando sus manos frente a su pecho, mirándola a ella. Gwiboon arqueó las cejas, y le miró divertida. Colocó el vaso sobre la banca y sonrió.
"Lo acabas de hacer, tonto. ¿Por qué tan formal?" y esta vez, su sonrisa era maliciosa. Jonghyun bufó y pensó que con mujeres como ella no había necesidad de ser tan cortés, y decidió ir directamente al grano.
"¿Por qué no quieres ser mi novia?" y ahí estaba una vez más, la gran pregunta. Gwiboon, a su vez, se preguntó una vez más por qué a Jonghyun le fascinaba arruinar los momentos agradables.
"¿Por qué eres así?" Cuestionó la castaña en respuesta, suspirando exageradamente, con las manos en el aire. Trató de pensar en una respuesta, pero en su mente solo estaban un montón de imágenes de ella y Jonghyun caminando tranquilamente por el parque, agarrados de las manos, y entonces Gwiboon cerró los ojos y se forzó lo más que pudo a evitar esos deslices.
"¿Así cómo?"
Gwiboon gruñó algo sobre hombres y pocas neuronas, tomó su café y se puso de pie. Jonghyun bufó, y se quejó sobre su costumbre de dejarlo solo como un completo idiota, y la siguió inmediatamente.
Mientras caminaban, ella trataba de organizar sus ideas y aclarar su mente, atestada de palabras y el aroma de las hojas mojadas en el suelo.

Pensó en Jonghyun, y en todo el tiempo que había pasado con él. Recordó la vez que en uno de sus cumpleaños él la hundió en el pastel, y ella lo bañó de refresco de uva, también recordó cuando él se fracturó un dedo jugando con uno de sus amigos y la obligó a estar con él todo el día después de clases, o cuando ella tuvo que mudarse del vecindario donde habían crecido y estuvo llorando por horas en su cuello, sin decirle por qué.

Pensó en los regalos; el día de su cumpleaños llegó con un oso de peluche, que fácilmente podría rebasarlo a él, y una sonrisa tan amplia como su apartamento. Gwiboon sonrió pero se estaba guardando las ganas de reirse, rodar en el suelo, y anunciar al mundo lo cursi que Kim Jonghyun era.
"Estoy jugando," anunció Jonghyun luego de ver cómo Gwiboon difícilmente se contenía las carcajadas, y cómo un rosa durazno conquistaba sus mejillas. "aquí está el verdadero regalo~" dijo con un ritmo que prometía poco, y agitaba lentamente un par de boletos en su mano.
'Desfile de modas', 'Otoño-Invierno', 'Lounge Party'. apenas alcanzó a leer esas palabras antes de empezar a brincar frenéticamente y correr a los brazos del mayor.

Sonrió para sus adentros, mientras que el aire jugaba con su fleco y el aroma del café en su mano bailaba por su rostro.



Muchos decían: 'la tercera es la vencida', pero esa gente probablemente no conocía a Kim Gwiboon. No, definitivamente no la conocían.
Gwiboon tenía la mirada pegada a un montón de bocetos, carboncillo, colores, líneas y trazos, cuando Jonghyun la encontró en la biblioteca del campus.
Ese día había decidido preguntar una vez más, sólo por que se sentía con suerte. Solo que ahora tomaría una ruta diferente, esperando mejores resultados.
Se sentó cautelosamente, pretendiendo que la castaña no lo había visto. La menor arrugó la nariz y comenzó a borrar furiosamente sobre el papel.
"¿Qué tal tu día?" Jonghyun preguntó, moviendo un poco la cabeza parar mirar ese montón de dibujos que se veían tan básicos pero a la vez complicados. Sonrió; los dibujos se veían demasiado bien y sin embargo Gwiboon seguía mejorándolos, corrigiendo, aumentando. Gwiboon rodó los ojos y continuó añadiendo más trazos.
"Hey, escucha-"
"Ahora no, Jjong. Mi clase empieza en una hora y no he terminado con est-" movía las manos frenéticamente, sostenía su cabello, cerraba los puños.
"Solo quiero que me digas algo." Jonghyun la interrumpió, una parte de él divertida, la otra curiosa. Gwiboon suspiró rendida, y levantó las cejas, esperando que el mayor hablara, sus labios perfectamente delineados saltando un poco a la defensiva.
"¿Por qué no quieres salir conmigo?" la pregunta salió de sus cuerdas vocales tan cruda como pudo, y Gwiboon se quedó en silencio por unos segundos antes de seguir trabajando en su tarea.
"¿De verdad solo viniste a preguntar eso?" replicó ella, mordiendo el borrador de su lápiz con ansiedad, sin dejar de mirar los dibujos frente a ella. Él asintió, y pronto se encontraron los dos en silencio.

"Hablaremos después, Jonghyun, lo siento." ella dijo, regresando la mente a su trabajo, al estrés, al carboncillo, ignorando los nervios amontonándose en su estómago, y al sudor encharcándose en su mano. Jonghyun suspiró derrotado, y se retiró sin mirar atrás. Ella le siguió con la mirada, y sonrió para sus adentros.



Era febrero, el aire aún sonrojaba la piel de sus mejillas desvergonzadamente, y jugaba con la orilla de su falda esponjada.
Los días seguían sin mucho sol, apenas unos tímidos rayos de luz se atrevían a atravesar las densas nubes rondando por el cielo. El campus estaba vacío, aún faltaban cerca de treinta minutos para que las clases, en su mayoría, comenzaran, y ella siempre se adelantaba un poco para evitar las hordas de estudiantes con papeles volando. Llevaba un chocolate caliente en la mano, la fragancia de la bebida haciéndole humilde compañía.
"Boon~" alguien gritó desde la acera contraria. Ella rodó los ojos, y detuvo el paso. Luego sonrió, cuando el mayor besó su mejilla y se encaminó por la misma acera, con las manos refugiadas en los bolsillos de su chaqueta, tarareando una canción que tal vez Gwiboon conocía, y que disfrutaba de alguna manera u otra.

Sus cabellos almendrados se mezclaban con la gélida brisa, casi irreverente, Gwiboon escondía las sonrisas tras el vaso de chocolate humeante, Jonghyun miraba al cielo, a las nubes sin forma, a los ocasionales pájaros que buscaban un poco más de calor, a los interminables cables que colgaban de poste en poste, y entonces lo récordó otra vez.

"¿Podemos hablar ahora?" preguntó, y Gwiboon se dio cuenta de que su voz era dulce. Dulce como una canción, dulce como una fogata, dulce como un par de brazos recibiéndote, la voz de Jonghyun era algo que hacía que su estómago brincara y se hiciera bolitas. Ella sonrió, y negó con la cabeza.
"¿Por favor?" y ahí estaba otra vez, el cosquilleo escalando por sus brazos y piernas, y esta vez asintió. Jonghyun sonrió victorioso, y tomó una gran bocanada de aire.

"Me gustas." comenzó, sus hombros encogiéndose ligeramente. "Mucho, de hecho. Creo que nuestra amistad es valiosa, la más valiosa que alguna vez tendré," y pausó, al igual que sus dubitativos pasos. "pero ¿te gustaría ser mi novia?"

El cosquilleo había pasado de ser solo eso a un terremoto en su interior, y sin que se percatara, sus ojos parecían de cristal, su color chocolate perfectamente cubierto por una sábana de humedad que les daba el brillo de las estrellas. Jonghyun cerró ambos puños, y esperó pacientemente.

"Espérame." dijo simplemente, acomodando su ondulado fleco lejos de sus ojos. "Si realmente te gusto me vas a esperar, ¿no es así, Jjong?" Ella cuestionó, mirándole de reojo, viendo como mordía su labio inferior y miraba hacia el suelo, a las partiduras de la acera, a la mancha de sus tenis.

"Sí." él dijo y ella se detuvo en seco. La sinceridad de esa simple, monótona palabra le hizo congelarse, y pronto Jonghyun le imitó. Esa vez, se puso a pensar en las veces que Jonghyun le había dicho que la iría a recoger a la escuela de baile, cuando tenían cerca de 17 años, y el cielo estaba muy oscuro cuando ella salía. Él nunca llegó tarde, y caminaban por la ciudad sin rumbo alguno, hasta que ambos se cansaban y tomaban un taxi a casa. Repitió ese 'si' muchas veces en su cabeza, y pudo ver un sin fin de cosas que Jonghyun había dicho, con el mismo tono lleno de lealtad y amor y sinceridad. Su estómago se convirtió en un nudo.

"Gracias." Le jaló del brazo, su delicada mano apenas rodeando el músculo del mayor. Se paró de puntillas, hasta que alcanzó a Jonghyun y le besó suavemente en los labios, algo casi fugaz, algo etéreo, algo que Jonghyun no se esperaba en lo absoluto.
Podía esperar un poco más.



Iban caminando por la acera, justo como un par de años atrás, en la misma estación del año, con el mismo tono rosado en las mejillas y en la punta de la nariz. Iban tomados de las manos, meciéndolas apenas notablemente conforme caminaban y hablaban de muchas cosas, raras y fuera de lo común, pero aún así interesantes. Ella se detuvo frente a una gran ventana de cristal y se puso a observar la ropa en el interior cuidadosamente.
Él sonrió.
"Mira ese vestido, Jjong." Ella dijo, señalando hacia la tienda que tenía un nombre extraño, probablemente algo en francés. Jonghyun suspiró. "No, gracias." recibió un golpe en el brazo por parte de la rubia, y él pretendió estar herido, sobándose dramáticamente. Ella frunció el ceño aún más, y él optó por besarla hasta que su frente se desarrugara.

Cuando sintió sus labios, igual de suaves y humectados que siempre, con el mismo sabor único, el mismo cosquilleo, la misma electricidad, volvió a pensar que había valido la pena esperar por ella.

pairing: het!jongkey, género: fluff, lenght: oneshot, pairing: jonghyun/key, fandom: shinee

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