Titulo : The Last Trip. (Septima y ultima parte de Hunter’s Howls)
Autora : Presente!!!! Vulpix de Vulpecula.
Pairing : medio mundo, vamos… estos se multiplican, los jodios…
Advertencias : AU. Universos Mixtos. RPS/Wincest. Slash, sexo, palabras malsonantes y algun que otro palo por ahí suelto…
Resumen : Pues ale… ultima parte ya de esto, que iba tocando acabarlo! Dean y Jensen estan en Colorado mientras esperan la decision del Consejo. Mientras, en el rancho, las cosas no marchan como deberian…
Arts de la maravillosa
inanna_maat!!! Guapa!!! Te I love you!!!!!!!!
- ¡Ey!
- ¡Ey!
Jensen cerró los ojos y se apoyó en la pared de la casa, deslizándose hasta acabar sentado en el suelo del porche, sin saber muy bien como seguir la conversación.
Al otro lado de la línea tenia a uno de sus mejores amigos; alguien que prácticamente era su hermano y aun seguía molesto con él. Y no le culpaba, realmente.
- ¿Cómo van las cosas por casa? - preguntó, finalmente, temiendo una mala contestación de su amigo.
Oyó un suspiro y como Chris se sentaba de golpe en el sillón, la piel del mueble crujiendo bajo su peso.
- Mejor. Hemos tenido unos problemillas… nada de lo que tengas que preocuparte. - era increíble lo que podía llegar a reconfortar una voz familiar y Jensen se sintió mejor solo con oír el tono ronco y bajo del otro alpha.
- Bien… bien… yo… ¿Dave y Jim están bien? Me llamó el otro día y parecía preocupado…
- James sigue algo afectado aun, pero parece que esta recuperándose. Ayer cenó con todos en el comedor, otra vez. David por fin ha conseguido hacerle razonar un poco. Me preocupan más Chad y Misha… - añadió, con una risita. El ranchero parpadeó sorprendido. Esos dos no debían dar problemas. Aun tenían que estar en su “luna de miel”.
- ¿Por qué? ¿Ha ocurrido algo? ¿Se encuentran bien?
- Si, si… estupendamente… Follando como conejos por todo el rancho, de hecho. - rió Chris, haciéndole sonreír. - Pero eso no es lo malo… lo malo es que Misha quiere traer ponys al rancho.
- ¿Ponys? ¿Ponys? ¿Para que coño queremos ponys ahí? - preguntó extrañado Jensen. Vale que sabía que Misha podía llegar a ser algo… excéntrico, pero esto ya rayaba lo ridículo.
- Eso le dije yo, pero cualquiera le quita la idea… Y creo que Chad ya le ha conseguido uno para su cumpleaños…
- Oh, dios… - gimió, sacando una carcajada a su amigo.
- Que me vas a contar…
Los dos guardaron silencio unos segundos, felices simplemente de estar así, tan cerca… tan lejos… pero el ranchero aun sentía que debía una disculpa al otro alpha. Y una bien grande.
- Chris… yo… yo quería…
- ¡Ey! No digas nada, ¿vale? - le interrumpió su amigo. - Lo entiendo, de verdad. ¡Demonios! Seguramente, yo hubiera hecho lo mismo en tu situación…
- Aun así… lo siento… siento haberte puesto en este aprieto…
- Es mi trabajo, Jen. - la afirmación del otro hizo que se le formara una sonrisa orgullosa en su rostro. - Cuidar de esta manada, igual que tú haces siempre. Aunque haya hecho falta que mi propio beta me lo recuerde, tu también eres la manada y también hay que cuidarte.
- Gracias.
- No digas tonterías… - unos gritos al otro lado de la línea hicieron arquear las cejas a Jensen. Sonaba a discusión y de las fuertes y reconocía muy bien las voces. - Te tengo que dejar que aun me queda algo que arreglar aquí. Tommy y Mike están peleados… Te llamo esta noche y me cuentas como van esas vacaciones, ¿vale?
- Esta bien. Hasta la noche, Chris.
- Hasta la noche, nene.
- Vaya, vaya…
- Jen… tenemos visita… otra vez…
Efectivamente, los tres matones que ya habían venido a atacarles la vez anterior aparecieron de nuevo en la cabaña, junto con el ejecutivo que les hizo la oferta por la casa, Sebastian. En esa ocasión, mejor armados, con pistolas y escopetas.
- Le dije, señor Ackles, que debía aceptar mi oferta. - comentó Sebastian con sorna.
- Y yo le dije que no me interesaba.
Sin siquiera intercambiar una mirada, los dos lobos se movieron al unísono, cada uno por un lado, atacando y desarmando a tal velocidad a los hombres que no pudieron ni ver los golpes. Jensen les miró, pateando lejos las armas.
- Como les decía… - siseó. - …no tengo interés alguno en vender. Así que coged vuestra mierda y largaos de aquí antes de que intervengamos realmente en esto. - rugió el alpha, molesto. Empezaban a enfurecerle seriamente esos humanos que se empecinaban en fastidiar sus vacaciones. Ya habían tenido que suspenderlas por su culpa y eso no se lo perdonaría nunca.
- Se arrepentirá de esto…
- Si, si… todos decís lo mismo… ¡Largo!
Los hombres casi saltaron ante el rugido del ranchero, asustados al ver sus ojos brillando y sus colmillos alargarse amenazantes. Dean arqueó una ceja a su pareja, cuando este se volvió, tras asegurarse de que estaban solos.
- ¿Qué? - el ex cazador se encogió de hombros.
- Nada, tío. Eso ha sido muy… sutil…
- ¡Ahora mismo no estoy para sutilezas, Dean! - ladró el alpha, frustrado. - ¡No aguanto que me digan lo que tengo que hacer y por su culpa, la gente de la ciudad quiere que nos vayamos! - el Winchester se encogió de hombros. A él le molestaba el asunto tanto como a su pareja, pero no podía negar que deseaba estar de nuevo en su casa, con los demás.
- Hablando de eso… deberíamos recoger antes de que vengan a comprobar si seguimos aquí… o tendremos que enfrentarnos a un horda enfurecida a los que no podemos herir…
- Si… yo me encargo de la ropa, coge tú los víveres que dejamos en el cobertizo.
- ¡Oks! Avisa si necesitas una mano. - repuso Dean, con picardía. Jensen sonrió, cogiéndole del cuello para besarlo.
- Ya se yo donde quieres poner tus manos, pero no tenemos tiempo para eso ahora.
Dean rió entre dientes cuando se separaron, dirigiéndose al cobertizo a la trasera de la casa para recoger las pocas cosas que aun tenían ahí. Estaba en su segundo viaje al coche, con las manos cargadas de bebidas cuando algo le golpeó en la nuca, haciéndole tirar las cosas y caer al suelo de rodillas, gimiendo dolorido.
No le dio tiempo a reaccionar y levantarse cuando recibió otro golpe, este en la espalda, que lo tiró del todo al suelo. Más golpes llovieron sin parar, igual o más dolorosos que los primeros, sin darle tiempo ni a quejarse o pedir ayuda. Solo fue consciente de oír un rugido furioso, seguido de un aullido horrible antes de que los golpes se detuvieran al fin, dejándole dolorido y jadeando en la tierra.
Lo siguiente que notó, aun sin poder abrir los ojos por el dolor, fue una mano en su hombro y no pudo evitar estremecerse y tratar de alejarse del toque, temiendo más golpes, pero la voz suave de su pareja y su firme agarre impidieron que fuera más lejos.
- ¡Ey, ey! ¡Soy yo, nene! ¡Soy yo! Tranquilo… ya se han ido… - susurró Jensen, abrazándole y revisando su cuerpo, buscando heridas. - Dios… voy a masacrarlos…
- ¿Quiénes eran? - consiguió mascullar, tocándose la nuca. Dios… le iba a salir un chichón del tamaño de una pelota de tenis.
- ¡Los bastardos del pueblo! ¡Ni siquiera han esperado a que nos fuéramos antes de venir a atacar! ¡Hijos de puta! - siseó, acariciando la ceja de Dean, donde tenia un corte que sangraba sin parar. - Voy a matarlos… - el otro negó con la cabeza, arrepintiéndose en el acto cuando notó un mareo por el golpe.
- Jen… no… solo están asustados. Debemos irnos y buscar a los responsables de esto.
- ¿Aun quieres ayudarles? - espetó Jensen incrédulo. - ¿Después de esto? ¡Por mi que se pudran! - Dean se puso en pie trabajosamente, con ayuda de su pareja. Le dolía una barbaridad la espalda y las costillas. De la cabeza, mejor ni hablar. Pero aun así, miró determinado a su compañero.
- Si, claro que quiero. No es su culpa. Están asustados. Y nosotros vamos a eliminar eso que les asusta. Y luego volvemos a casa, ¿vale?
- Vale… pero que quede claro que no me hace ninguna gracia… - gruñó el alpha, ayudándole a llegar al coche.
- Lo tendré en cuenta.
Chris maldijo en voz baja cuando, al tercer intento de contactar con Jensen, no lo consiguió. Arrojó el móvil al sofá con furia, el aparato rebotando en los cojines y cayendo al suelo con estrépito.
Steve alzó la mirada de las facturas que trataba de organizar para su pago y arqueó una ceja al ver el rostro frustrado de su pareja.
- El móvil no tiene culpa de que Jensen no conteste, Christian…
- ¡No es normal! ¡Dijo que hablaríamos por la noche y no contesta! - ladró Chris, enfadado. Steve no se lo tuvo en cuenta. Sabía que el enfado no iba con él, sino que era fruto de la preocupación de su pareja por su amigo.
- ¿Te has parado a pensar que a lo mejor esta ocupado o lo tiene lejos?
- ¡Jensen no me diría que lo llamara a la noche para luego olvidar el móvil por ahí! - Steve suspiró. Lamentablemente, su pareja ahí tenía un punto. No era típico de Jensen decir una cosa y luego no cumplirla.
- Esta bien. Pero si rompes el móvil, otra vez, no vas a poder contactar con él, ni él contigo. - Chris se dejó caer en el sofá, llevándose las manos al cabello.
- Solo… estoy preocupado… Esta mañana no sonaba bien…
- ¿Cómo sonaba entonces? - le preguntó, dejando las facturas para sentarse a su lado, su mano masajeando la nuca del alpha. Sus dedos rozaron la leve marca del mordisco de Steve.
No era usual que un beta mordiera a su pareja. De hecho, que ellos supieran, no se había hecho nunca. Pero Chris siempre confió mucho en Steve y siempre le trató como un igual. Eran pareja y compañeros en todo y, si uno tenia que recibir el mordisco de marca, el otro también.
- No se… ¿preocupado? - respondió el alpha, volviéndole a la realidad. - Algo no estaba bien…
- Quizás es solo preocupación por la decisión del Consejo.
- No creo… era algo más… no lo se…
- ¿Por qué no vuelves a intentarlo dentro de un rato? - le aconsejó, envolviendo sus brazos alrededor de su pareja para atraerle a su cuerpo. - A lo mejor es que esta conduciendo o algo.
- Esta bien… si, tienes razón… no tiene que ser que pase algo malo… ¿verdad?
Continuara...