Titulo: El plan SEAL
Autor: Vismur
Fandom: Hawaii Five-0
Pareja: Steve/Danny.
Disclaimer: Hawaii five-0 y sus personajes no me pertenecen, pertenecen a los directivos, guionistas, actores y a sus respectivas mentes creativas, jamás llegare a crear algo como esto en mi vida.
Notas: Ok, por fin el ultimo capitulo, después de…, bueno, no se desde hace que tanto que lo empecé, pero hoy, verá la luz… del final lol.
Agradezco a todas las personas que leyeron el fic, ya hay una idea que seguramente saldrá pronto para sustituir a este, hasta entonces. Gracias.
o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o
Capitulo 14. Corre Danny, corre.
Tardo unos momentos en darse cuenta que estaba parado sin hacer nada mirando la carretera.
- Danny - Gaby murmuro llamando la atención del rubio, quien dirigió su vista a ella.
- ¿Gaby? - pregunto aun desconcertado.
- ¿Qué estas haciendo aquí? - pregunto Gaby viendo a la dirección donde hace unos minutos el auto de Steve había desaparecido, la gente aun estaba a los alrededores cuchicheando sobre lo que acaba de pasar.
- Yo… - el rubio miro a la mujer, quien le sonrió cálidamente.
- ¿No deberías estar detrás de él para arreglar las cosas? - pregunto con calma.
- ¿A que te refieres? - pregunto Danny regresando la vista a la carretera.
- Sabes a que me refiero Danny - ella dirigió la vista de nuevo a la dirección del rubio - ¿Por qué si quieres seguirle, sigues aquí como idiota? - pregunto esta vez un poco más severo.
- Gaby - presto atención totalmente a la mujer, después de todo, ella no era de las personas que se la pasaban insultando en vano.
- No Danny, pude oír la conversación, el te ama, seguramente tanto como tú a él - el rubio iba a ponerse a protestar - ¡No Danny!, ¡es suficiente! - Danny se quedo callado esperando el veredicto - desde el tiempo en que nos conocimos Danny, puedo asegurar que soy tú amiga, no tanto como tú equipo, pero lo suficiente para notar las cosas, y a mi no puedes engañarme, ¡a ti te gusta Steve!
- Yo… - murmuro el rubio, bajando los hombros derrotado.
- Pues bien, es hora de demostrar que eres un policía de New Jersey que ha sobrevivido a un loco, como tú lo llamas, y ve a entregarle lo que ambos necesitan, y eso no es la normalidad, sino la felicidad - termino su discurso la mujer con llamas en los ojos.
- Gracias Gaby - murmuro Danny, mientras corría a su vehículo, y sin más preámbulos se dirigió a su casa.
Gaby quedo parada mirando como el color plata desaparecía, le dolía tener que dejar a un hombre tan maravilloso como Danny, pero sabia que era lo correcto, en su mano tenía la sortija que Danny iba a darle esa noche, lo miro un minuto con tristeza pero luego sonrió, quizás deba devolver el anillo a la tienda, digo, ya que ella no lo iba a utilizar.
Y luego decían que ellas eran las complicadas, bah, hombres.
En el transcurso del viaje, Danny empezó a sentir como los nervios inundaban sus sentidos, no sabia que hacer cuando se encontrará con Steve, pero esperaba que las ideas lleguen pronto a la cabeza.
Una vez que se estaciono a las afueras de la casa, salió tan rápido de su coche para dirigirse al interior, había algunas luces prendidas, pero ningún ruido que indicara la presencia del dueño. Primero reviso la cocina, pero no había nadie, inmediatamente se dirigió a la habitación principal y se encontró con el mismo panorama desolador, pero no se rindió, y siguió buscando solo para llegar a una conclusión horrible, Steve no había regresado a la casa.
Mirando al techo se acostó en el sillón, pensando que hacer.
Quizás, solamente esperar a que vuelva.
Sin elegancia se acostó en el sillón, donde se topo con un estorbo para su comodidad, era una libreta, una que no había visto, en la portada tenia pintado con plumón grueso “El plan SEAL”, el rubia mostro una mueca al entender quien era el dueño.
Abrió con cuidado la primera hoja, donde descubrió la primera e inquietante frase que le calentó el corazón.
“Como hacer feliz a Danno”
¿Hacerle feliz a él?, intrigado empezó a leer las primeras líneas, centrándose en todas las cosas que en un principio planeo para ellos, y en su mente empezó a oír los “clics”, justo cuando Steve empezó a ser raro, la libreta no tenía fechas, pero claramente él podía ver las fases.
Cuando dejo de volar todo por los aires.
Las chicas del restaurante que salían huyendo.
Cuando volvió a volar cosas por los aires.
Las constantes y extrañas formas de llamar su atención.
El recelo con Gaby.
Su apoyo con Grace.
Cuando le ofreció su casa.
Su atención y aceptación de Nicole.
Su resistencia para que las niñas conozcan a Gaby.
Los celos para Gaby.
Su desanimo cuando se entero del anillo.
Su desenfreno en el restaurante para detenerlo.
- ¿Por qué fui tan ciego? - se pregunto Danny en la somnolencia. Después de todo, él también había hecho cosas.
Steve no fue el único que espanto chicas en el restaurante.
Su recelo se encontraba en Lori.
Pudo haber buscado a Gaby para que le ayudara con Grace.
Tenía dinero suficiente para rentar algo decente cuando el edificio se quemo.
Quería que Steve aceptara a la pequeña y desamparada familia.
El no insistió en presentar las niñas a Gaby, le gustaba que se quedaran con Steve.
Le agradaban las constantes llamadas de atención de Steve.
El estaba celoso de Lori.
El compro el anillo por sus malditos celos, porque quería normalidad pero al mismo tiempo, le deseaba lo mismo a Steve, ¡y salió mal!
Y cuando tenía su oportunidad. ¡Se quedo callado!
No podía hacer nada más que esperar, aun en el sueño sin embargo, la ansiedad empezó a invadirlo, teniendo una noche mala.
Cuando despertó, tenía la sensación de que faltaba algo, algo importante.
Mirando al techo, por fin la información del día anterior llego a su mente, parándose tan rápido como pudo, comprobó la casa para obtener el mismo resultado desolador, Steve no regresó.
Tomando su celular empezó a marcar los números con nerviosismo.
A la primera que llamó fue a Kono, que parecía esperando al primer toque para contestar.
- ¿Steve esta contigo? - pregunto sin saludar ni dejar que su compañera preguntara.
- ¿Steve?, no, ¿Por qué? - pregunto ellas bastante nerviosa al otro lado de la línea.
- No regreso anoche a casa, ayúdame a buscarlo - dijo con la voz enredada, como si le costase hablar.
- Por supuesto - y con eso colgó, empezando a llamar a los siguientes.
- Hola - la voz que contesto fue Chin, al fondo pudo oír el llanto de Nicole, Oh por Dios, Nicole.
- ¿Nicole, esta bien?, ¿Esta Steve contigo? - pregunto Danny rápidamente.
- Nicole esta bien, tiene hambre, Malia se encarga de eso, sobre Steve, no lo he visto, solo dejo a Nicole y no ha regresado por ella, ¿ocurrió algo?, no te oyes bien - pregunto Chin preocupado.
- Estoy buscando a Steve, no regreso a casa - dijo Danny empezando a desesperarse - y recogeré a Nicole en un momento.
- No te preocupes, te la llevaré y sobre Steve, te ayudare a buscarlo - y con eso colgó.
Tratando de calmarse, marco el número de Joe.
- Hola - contesto el militar.
- ¿Esta Steve contigo? - pregunto con nerviosismo, cada que recibía una negativa, la garganta se cerraba dejándole sin aliento.
- No, no esta aquí, ¿pasa algo? - pregunto Joe prestando atención de inmediato.
- No regreso a casa anoche - murmuro con la horrible sensación de nuevo.
- Entiendo, lo buscare de inmediato - y con ello colgó.
Danny simplemente colgó, tenía que llegar al cuartel pronto, no tenía que recoger a Grace hasta la salida de la escuela, y sin más, abandono la casa.
Kono se encontraba ya en el cuartel, buscando con desespero a su jefe, cuando él le llamo para buscar la dirección de Danny, nunca pensó que podría terminar tan mal. Y eso fue lo que le comunico la expresión tan cansada y desesperada de Danny.
Sea lo que sea que había pasado la noche anterior, salió mal.
Danny no podía mantener quieto, y menos cuando los conocidos empezaron a dar negativas sobre el paradero de Steve, cada nuevo “no lo he visto”, hacia que la mirada del detective se volviera más y más desesperada.
Y cuando llego una llamada que tenia noticas sobre el paradero del jefe de la unidad, las cosas empeoraron.
- ¿Estas seguro? - pregunto Danny temblándole la voz.
- Así es, no se como, pero según el ultimo informe del que me enteré, Steve será transferido a Washington hoy, para unirse a una misión en Irak - dijo Joe.
- ¿Cuándo sale? - pregunto Kono sin podérselo creer.
- En una hora, de la base militar de Pearl Harbor - sin bien acabado un grito se escucho en la base.
- ¡Maldita sea! - grito de frustración Danny mientras los demás integrantes miraban al rubio con sorpresa - ¡No voy a dejar que el estúpido se vaya! - y sin más sale corriendo a su auto.
E importarle un soberano cacahuate el limite de velocidad, presionó el acelerador.
Un poco irónico si supiera que su compañero hizo lo mismo hace menos de 24 horas.
No supo cuando tiempo estuvo manejando como peligro para la sociedad, solo supo que había llegado cuando vio la cerca de seguridad, y los gritos de “¡Alto!”, simplemente paso de ellos haciendo pedazos la valla de seguridad, recorriendo algunos metros buscando a la persona que le interesaba.
Sin embargo no lo contacto visualmente, así que tuvo que hacer algo que tuviera que atraerlo a él.
Freno en medio de la pista para despegar más próxima que encontró, una hazaña impresionante si contamos a la velocidad que iba el vehículo. Y nadie iba a sacarlo de ahí sin que Steve McGarrett estuviera en algún asiento para largarse.
El rumor de un intruso corrió como pólvora.
Steve había llegado al cuartel en la noche, no sabiendo que hacer, por un lado creyó que lo que estaba haciendo estaba bien, apresurado pero bien, aunque pensándolo bien, parecía que todo lo que hacia últimamente estaba apresurado.
Suspiro, preparándose para partir de casa y de su Ohana.
- Dicen que es un loco en un auto plateado - Steve presto atención a la frase de un cadete que venia acompañado de otros tres.
- Y que esta en medio de la autopista - murmuro otro.
- Y que es rubio - murmura la única chica del grupo, mientras daban la vuelta.
Steve se quedo de piedra, ¿era posible?
Sin perder tiempo fue al lugar indicado, donde efectivamente estaba el auto plateado, el hermoso Camaro de Danny, y en el piloto estaba el mencionado, mirando decidido.
Steve sintió su alma caer, ¿Qué hacia él ahí?, ¿quería morir?
- ¡Bien chicos! - Steve se armo de valor y salió para detener una masacre a su rubio favorito.
- Teniente McGarrett - dijo uno de los soldados.
- Al parecer no pasaron - Steve actuó su mejor pose de decepcionado para todos los presentes.
- ¿Perdón? - preguntaron algunos incrédulos.
- Se suponía que debieron detenerlo de forma segura antes de llegar aquí, esto fue un simulacro - dijo lo más seguro posible.
- ¿Cuándo? - preguntaron todos los presentes aun sin poder creer su mala suerte.
- No ven que es mi compañero de 5-0, se ofreció como voluntario para demostrar la seguridad de esta base, y han fallado - terminó de decir mientras abrió la puerta del asiento copiloto y entro.
Danny no necesito más motivación y salió del cuartel, ahora con más calma.
Sin embargo, era una verdadera tortura estar los dos en ese pequeño auto.
Así que simplemente Danny no lo soporto, se estaciono en el primer lugar libre que encontró.
- ¡Eres un inconsciente!
- ¡Eres un imbécil!
Ambos rugidos de fuerza se escucharon al mismo tiempo. Ambos se miraron a los ojos.
- ¿Por qué entraste a un lugar lleno de militares que pudieron matarte, Danno?
- ¿Por qué ibas a irte sin molestarte en despedirte de nosotros?
Ambos chocaron sus miradas.
- Pensé que no querías verme luego de anoche.
- Para venir por ti idiota.
Ambos fruncieron el ceño, cada que abrían la boca hablaban al mismo tiempo, y aun así se entendía perfectamente.
- ¿Por qué? - pregunto Steve esta vez antes de que el rubio hablara.
Danny solo gruño, mientras agarraba del cuello al SEAL y le besaba. El beso duro unos instantes.
- ¿Porque no me lo dijiste ayer? - pregunto Steve cuando regreso el aliento.
- Porque cierto idiota no me dejo - murmuro molesto Danny.
- Lo siento - murmuro Steve.
- Hablas demasiado Steve - dijo Danny mientras le besaba de nuevo.
o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o
Epilogo.
Danny realmente no podía creer que haya librado la cárcel al entrar a una base militar, al parecer la pequeña mentira que hizo McGarret fue aceptada por alguien más arriba, como una buena preparación para cualquier eventualidad en otras bases del país.
Ambos recibieron un sermón por parte de sus compañeros por los actos tan imprudentes que habían cometido en ese día y el anterior.
Y a las pocas semanas realmente se habían evolucionar para mejor, ellos seguían discutiendo como siempre, pero ahora podía vérseles con sus hijas paseando y pasando la tarde juntos, o incluso con la gran Ohana, todo el equipo.
- Papá Steve y Papá Danno son asombros - murmuro Nicole, ahora con la edad de 6 años, Grace, quien contaba la historia sonrió con alegría.
- ¡Por supuesto hermanita! - exclamo Grace con una gran sonrisa.
- ¿Crees que “El plan SEAL” funcione con nosotras? - pregunto inocentemente Nicole.
- ¡Claro que si!, ambas somos McGarrett, no se sangre, pero si de corazón, y ya vez que dice Danno de eso - murmura Grace.
- Que son unos zopencos - murmura Nicole.
- No, que lo McGarrett se pega, así que ya sabes, si necesitas ayuda en el amor, ya sabes donde - guiño un ojo, la menor sonrió encantada.
- ¡Grace!, ¡Nicole!, ¡a comer! - Steve llamaba a sus hijas para que bajaran.
- Vamos Grace - murmura Nicole caminando hacia la puerta.
- Voy, voy - dejando una libreta en el librero, junto al diario de la abuela, esperando ansiosos a la nueva historia de amor que se unirá a ellos.