Titulo: Baby Angel
Autor: Vismur
Fandom: Supernatural (Sobrenatural)
Pareja: Dean/Castiel
Disclaimer: Supernatural ni sus personajes me pertenecen.
Advertencias: Menciones sobre Dios, y mi nulo respeto por el final de la temporada cinco, hice lo que se me vino en gana.
Colección de dabbles.
Creo fervientemente en una conspiración donde las empresas hacen yaoizables sus series para vender más.
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OCHO
HABITACIÓN
Ver la casa de Bobby Singer en buenas condiciones era una de esas señales que deberían indicar el fin del mundo, cosa que no iba a pasar, obviamente.
Dean suspiro mientras preparaba cuatro biberones, la cocina a la cual se acostumbro por tanto tiempo, había mutado, Sam se había encargado de quitar basura en exceso, acomodar los trastos, reparar cosas que lo necesitaban y barnizar, limpio el piso hasta dejarlo en color marfil, que al parecer, era su tono original.
Las ventanas tuvieron un cambio de cortinas, de color caoba dándole más calor al lugar.
Las paredes fueron pintadas a ocre y café claro, donde uno tenia que tener buen ojo para notar símbolos alrededor de las ventanas o puertas, Sam y Bobby eran unos genios para hacer esa clase de obras y que parezcan inofensivas.
Una vez terminado de hacer lo biberones, los cargo en sus brazos, camino por varis habitaciones, donde alguna vez hubo libros tirados, ahora eran muebles casi normales, vueltos a barnizar para combinar con el nuevo tapiz que pusieron, que se parecía bastante al anterior, pero se notaba que estaba nuevo, las ventanas fueron descubiertas, con su propia marca de sellos para evitar invitados desagradables. Bobby ya les había explicado donde había herramientas necesarias, por ejemplo; había sal en las nuevas macetas que adornaban algunos puntos estratégicos, el agua bendita se encontraba en contenedores que parecían adornos; había una pistola detrás de un cuadro con sus municiones, una escopeta en una cajón falso de un ropero, y otra arma bajo la mesa del comedor.
Dean vio el reloj nuevo que colgaba encima de las escaleras, eran las cuatro de la mañana. El rubio suspiro y siguió caminando hasta su cuarto, donde Castiel cargaba a Rafael y Gabriel, Lucyfer estaba en la cuna bastante molesto, y Michael, él estaba dormido.
- Vamos Cas, dámelo - dijo Dean dejando los biberones en una pequeña mesilla, camino hasta el ángel y tomo a Rafael, a quien preparo para que comiera su leche, con gran entusiasmo, ya tenía hambre.
Cas tomo un biberón, y con el alimentaba a Gabriel, quien ya se estaba quedando dormido, así que bebió todo en tiempo record, Castiel al notar que ya no tenía leche, le dio unas palmaditas en la espalda para que sacara el aire, una vez logrado el objetivo, lo dejo en la cuna, mientras tomaba a Lucyfer, quien estaba aliviado de poder comer al fin.
El silencio roto por los suspiros delicados de los bebés, era de cierta forma tranquilizante, Dean empezaba a gustarle cuidarlos. Levanto la vista hasta encontrarse a Castiel, quien se veía tan jodidamente tierno con un bebé en brazos.
El rubio frunció el ceño, sacudiendo su cabeza por el pensamiento.
Volvió su atención a Rafael, quien ya había acabado de comer, y dándole unas palmaditas en la espalda con resultado de un eructo, lo dejo en la cuna y tomo a Michael, quien a pesar de que no estaba despierto, tenía que alimentar.
Le daba tanta gracia que aun dormido, abriera la boquita cuando sentía la mamila y empezaba a comer, suspirando de vez en cuando, él único inconveniente de Michael, es que comía demasiado lento cuando dormía, y Dean ya se estaba quedando dormido parado.
- Será mejor que te vayas a dormir - dijo Cas tomando a Michael de sus brazos, Dean no protesto porque prácticamente no podría seguir despierto por mucho más tiempo.
Dejando los zapatos regados, se acostó en la cama, y se acomodo, mientras tenía una mirada de lo que hacia el ángel.
Desde que habían llegado a la casa, Cas se había quedado en su habitación, parado en medio de la habitación, sentado en una silla o al lado de la cuna de los bebés, juraba que podía sentir la mirada del ángel casi toda la noche sobre él, y de cierta manera, ya no era tan espeluznante como antes.
Dean se empezó a sumergir en sueño, sintiéndose extrañamente tranquilo a pesar de los bebés y el ángel acosador.