Baby Angel (1/?)
Titulo: Baby Angel
Autor: Vismur
Fandom: Supernatural (Sobrenatural)
Pareja: Dean/Castiel
Disclaimer: Supernatural ni sus personajes me pertenecen.
Palabras: 464
Advertencias: Menciones sobre Dios, y mi nulo respeto por el final de la temporada cinco, hice lo que se me vino en gana.
Creo fervientemente en una conspiración donde las empresas hacen yaoizables sus series para vender más.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
UNO
ENCARGO
Acaban de regresar a Michael al cielo, bueno, Castiel lo había hecho con el aceite bendito, ante el claro enojo de Lucifer, quien estaba muy enojado, pero antes de tronar sus dedos y hacer alguna maldad, el cielo se volvió negro con rayos, todos los presentes se quedaron viendo al cielo.
- No puede ser - murmuro sorprendido Lucifer, mientras una onda de luz se esparció por todo el lugar, cegándolos.
Un instante después el cielo estaba despejado.
- ¿Qué rayos..? - dijo sobresaltado Dean, miro a Bobby quien se reponía de la exposición severa a la luz, y luego en Sam, quien tenia un mirada de confusión.
- ¿Dean? - pregunto el más alto.
- ¿Sam eres tú? - pregunto el rubio acercándose.
- Si - mirándose las manos - ¿y Lucifer? - pregunto viendo a todos lados.
- Ni idea, apareció la luz y después nada, pero me alegra que estés bien - le da un abrazo.
- Bueno niñas, ahora debemos descubrir que paso, nuestro amigo emplumado también se fue - dijo Bobby, señalando que Castiel tampoco estaba.
- Genial, lo que nos faltaba - se quejo Dean - maldito plumero ¿Dónde estas? - pregunto al cielo.
- Detrás de ti - respondió el susodicho, quien solo ladeo la cabeza, Dean intento controlar su impulso de golpearlo por el susto.
- ¿A dónde fuiste? - pregunto Sam curioso.
- Dios me llamo - fue su escueta respuesta.
- ¿Dios? - pregunto Dean medio burlón, señalando al cielo.
- Así es, nos llamo a todos, al parecer piensa regresar al cielo - responde, chocando su mirada al suelo, donde había una canasta, de la cuál no se habían percatado hasta ese momento - aunque tiene algunas lecciones para todos, y me ha regresado a la normalidad - termina su explicación, pero aun con la mirada en la canasta.
- Vaya eso es fantástico, ¿Así que no habrá fin del mundo? - pregunto Sam emocionado porque esa locura acabase.
- No - con la mirada fija en la canasta.
- ¿Y esa canasta? - pregunto Dean, mirando al mismo objeto.
- Solo estoy viendo que Michael siga dormido - menciono Castiel muy casualmente.
- ¿Michael? - pregunto Bobby, los humanos se miraron entre si, y se acercaron a la canasta. Donde abrieron bien los ojos, en la canasta había unos bebés, pero no uno ni dos, sino cuatro.
- ¿Qué significa esto? - a Dean le iba a dar algo, mientras seguía viendo a los pequeños que estaban durmiendo.
- Son Michael, Lucifer, Rafael y Gabriel - responde Castiel - Dios ha visto lo que has hecho a mi, y ha decidido que quizás los arcángeles necesiten aprender sobre el mundo humano, y te los encarga, ya que te considera alguien lo suficiente apto.
- … - todos se quedaron con la boca abierta.
- ¡Que me vio, cara de niñera! - resoplo molesto Dean, mirando de nuevo a los bebés.
Autor: Vismur
Fandom: Supernatural (Sobrenatural)
Pareja: Dean/Castiel
Disclaimer: Supernatural ni sus personajes me pertenecen.
Palabras: 464
Advertencias: Menciones sobre Dios, y mi nulo respeto por el final de la temporada cinco, hice lo que se me vino en gana.
Creo fervientemente en una conspiración donde las empresas hacen yaoizables sus series para vender más.
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UNO
ENCARGO
Acaban de regresar a Michael al cielo, bueno, Castiel lo había hecho con el aceite bendito, ante el claro enojo de Lucifer, quien estaba muy enojado, pero antes de tronar sus dedos y hacer alguna maldad, el cielo se volvió negro con rayos, todos los presentes se quedaron viendo al cielo.
- No puede ser - murmuro sorprendido Lucifer, mientras una onda de luz se esparció por todo el lugar, cegándolos.
Un instante después el cielo estaba despejado.
- ¿Qué rayos..? - dijo sobresaltado Dean, miro a Bobby quien se reponía de la exposición severa a la luz, y luego en Sam, quien tenia un mirada de confusión.
- ¿Dean? - pregunto el más alto.
- ¿Sam eres tú? - pregunto el rubio acercándose.
- Si - mirándose las manos - ¿y Lucifer? - pregunto viendo a todos lados.
- Ni idea, apareció la luz y después nada, pero me alegra que estés bien - le da un abrazo.
- Bueno niñas, ahora debemos descubrir que paso, nuestro amigo emplumado también se fue - dijo Bobby, señalando que Castiel tampoco estaba.
- Genial, lo que nos faltaba - se quejo Dean - maldito plumero ¿Dónde estas? - pregunto al cielo.
- Detrás de ti - respondió el susodicho, quien solo ladeo la cabeza, Dean intento controlar su impulso de golpearlo por el susto.
- ¿A dónde fuiste? - pregunto Sam curioso.
- Dios me llamo - fue su escueta respuesta.
- ¿Dios? - pregunto Dean medio burlón, señalando al cielo.
- Así es, nos llamo a todos, al parecer piensa regresar al cielo - responde, chocando su mirada al suelo, donde había una canasta, de la cuál no se habían percatado hasta ese momento - aunque tiene algunas lecciones para todos, y me ha regresado a la normalidad - termina su explicación, pero aun con la mirada en la canasta.
- Vaya eso es fantástico, ¿Así que no habrá fin del mundo? - pregunto Sam emocionado porque esa locura acabase.
- No - con la mirada fija en la canasta.
- ¿Y esa canasta? - pregunto Dean, mirando al mismo objeto.
- Solo estoy viendo que Michael siga dormido - menciono Castiel muy casualmente.
- ¿Michael? - pregunto Bobby, los humanos se miraron entre si, y se acercaron a la canasta. Donde abrieron bien los ojos, en la canasta había unos bebés, pero no uno ni dos, sino cuatro.
- ¿Qué significa esto? - a Dean le iba a dar algo, mientras seguía viendo a los pequeños que estaban durmiendo.
- Son Michael, Lucifer, Rafael y Gabriel - responde Castiel - Dios ha visto lo que has hecho a mi, y ha decidido que quizás los arcángeles necesiten aprender sobre el mundo humano, y te los encarga, ya que te considera alguien lo suficiente apto.
- … - todos se quedaron con la boca abierta.
- ¡Que me vio, cara de niñera! - resoplo molesto Dean, mirando de nuevo a los bebés.