Mis memorias

Feb 25, 2007 11:49

Como este recuerdo me ha asaltado de nuevo, pues os lo cuento:

Una vez vi un zapato que parecía duro pero luego resultó ser blando. Llegados a este punto de la historia, pensaréis que me lo estoy inventando, pero no es así. Yo lo vi (con mis propios ojos de langosta). El zapato, a primera vista duro, era negro de tacón ancho y corto y tenía como un revestimiento de terciopelo. Y tenía dentro un pie. El pie calzaba una media verde oscuro, o al menos así lo definiría yo. El zapato llevaba dentro un pie que daba golpecitos contra el suelo marcando el ritmo de una canción puesto que era el pie de una cantante que tocaba en directo y le parecía todo más fácil y más llevadero si marcaba con el pie los primeros compases. Esto es de crucial importancia para el desenlace de la historia puesto que durante todo el concierto el zapato se empeñaba en ser duro, como bien su aspecto externo me hacía creer, pero en el momento en que se puso a marcar esos compases, inclinado, con la punta contra el suelo, de repente se volvió tan blando como la zapatilla de una bailarina de ballet. No os engaño. Era silencioso y blando, como la zapatilla de una bailarina de ballet. No eran los golpes concisos que uno espera de una suela dura sino los típicos golpes amortiguados de alpargata. Yo lo flipé tanto como lo estáis flipando vosotros. En el fondo me alegro de que la vida nos dé estas pequeñas sorpresas. El zapato llevaba dentro el pie de la cantante de Broadcast y marcaba con la punta el ritmo de los primeros compases de Black Cat. Y cada vez que oigo la canción pienso en un zapato que parecía duro pero resultó ser blando, al menos durante un momento. Y, aunque debería (vista la complejidad del problema), no me meto a discutir sobre percepión y realidad. Si ya no me fío de un zapato que parece lo que no es, no digamos ya del recuerdo de un zapato que parecía lo que no era. Puta ontología. Grandes Broadcast. La culpa de la Rudi.
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