Dec 13, 2006 18:46
Un latido de más produjo su corazón al ver la mano de él extendida en su dirección, pasándole aquél pincel anaranjado. Dos, tres latidos que se sucedieron al oír su voz hablarle; cuatro o cinco nudos en su garganta cuando sonrió ante una broma en común. Seis lágrimas internas se derramaron cuando al hablar sobre ella y su novio, él calló. Siete u ocho veces tuvo que morder su lengua por ganas de hablarle. Nueve pensamientos de amor desesperados recayeron sobre ella al tener su permiso para comer su caramelo. Y diez son las veces que intenta dormirse sin conseguirlo cuando piensa en él.
Juro que no vuelves a escuchar mi voz
No importa que estalle todo mi interior
Aunque yo no entienda ya esta situación
Esta historia acaba porque nunca comenzó