No en orden, por supuesto,
- Aprender a usar muletas.
- Fallar horriblemente con las muletas.
- Adelantar trabajo de la oficina (sort of).
- Escuchar a la abuela gocha decirte que muevas el pie que te han metido en una férula para inmovilizarlo.
- Darte cuenta de que la férula de marras ahora te sienta floja y el tobillo te duele del tambalequeo.
- Ordenar música para cambiarle correctamente la playlist al iShuffle.
- Estúpidamente borrar el archivo itunesdb al mentado iShuffle, y tener que instalar el itunes en la partición con el windows para repararlo
- Sorprenderse de la tecnología medica de hoy en días que hacen vendas con polimeros o lo que sea que tenga para usarse como ferula en algo donde 10 años atrás te hubieran montado 5 kilos de vendas con yeso.
- Extrañar la posibilidad del chucheo descarado, mientras se asume que la dieta estricta va por el bien de mis articulaciones.
- Dormir fatal por no pode hacerlo en la posoción habitual.
- Enamorarse de una canción vocaloidera por culpa de Danbooru, y bajarse 3 MP3 del tema, solo para date cuenta de que ya tenías bajada la versión original en la máquina. Well, el Nico-coro is good, too.
- Echarse todo Puchi Eva. Too cute for words. Bastante bizarro también.
- Darte cuenta que te has leido demasiadas vainas de Touhou cuando, en un listado de Cracked sobre animales con vidas sexuales bizarras, leyendo que el caso de las abejas las comparan con tener un harem de hermanas quie son a la ves sirvientas y guardaespaldas, tu primera reacción a esa descripcióbn es "So, ¿que tu hermana es Sakuya Iyazoi?".
I'm so, so sorry.
- Seguir sin poder desenroscar el viejo disco duro.
- Decidir que, si la vaina del registro militar obligatorio que el gomierdo se ha sacado del saco escrotal del Thugo Ratael implica que me puede tocar bajarme de la mula bien bajada, no poder sacar una licencia de manejar, y joder mis propectos laborales a futuro mientras esa ley esté en pie, pues me bajo de la mula, permanezco como peatona, y al carajo mi progreso laboral en esta nación. Es más, ¡Gracias, rojos rojitos, por darme una potencial razón de asilo político, la objeción de conciencia antimilitar! (Daniel Duquenal-sempai tiene una carta que me tengo ganas de copipastear porque mis razones se le parecen).
- Extrañar la oficina. Damn, si hasta soñé con esa gente.
- Decidir comprar más almohadas y zapatos antirresbalantes apenas pueda pasar por cajero.
Que bueno que el jueves me quitan esta verga y podré caminar otra vez. ¿Me darán las piernas para ir a la feria del libro?