Título: Rhapsody
Autor:
vejibraFandom: Star Wars
Pairing: Anakin/Padme
Rated: M
Palabras: 497
Reseña: "En su mundo, oculto en las sombras, había estos minutos donde todo razonamiento, simplemente no existía"
Advertencias: Lime ligero, Angst.
Nota: Dedicado a
lunasolitaria, en respuesta a la petición de
san_drabbletin. Espero te guste :3.
Disclaimer: Derechos Reservados de Star Wars a George Lucas. Está historia tiene la finalidad de entretener sin lucro a beneficio.
"Rhapsody"
A su lado, todas las preocupaciones parecían desvanecerse. Incluso en aquellos minutos en los cuáles la presión de la guerra lo atormentaba. Cuando aquella mañana había ido a ella, escondido de ser visto por cualquier otro miembro del consejo, Padme lo recibió con los brazos abiertos y escuchó lentamente todo lo que él tenía que decir.
Inesperadamente la búsqueda ocasional de consuelo se transformó en un delicioso encuentro amoroso que ambos anhelaban sucediera desde que él había vuelto del borde exterior.
Finalmente, incauto de sus propias acciones, Anakin la beso apasionadamente mientras la sujetaba junto a un enorme pilar de mármol, oculto, en el gran pasillo del consejo. Ella trató de replicarle, que no estaba bien, que alguien podía verlos. Sin embargo en medio del éxtasis que su presencia le ocasionaba, la joven senadora pronto sucumbió a sus apasionados besos.
Estaban ocultos, como siempre lo habían estado. Latentes sus corazones que palpitan al unísono como una vieja estrella, un sol en la distancia, que estalla nuevamente al renacer.
Eran siempre los dos, el Jedi y la senadora, los amantes in fortuitos ante los ojos casuales y curiosos. Un gemido suave provino de aquellos labios carnosos que poseía la joven mujer. Anakin la acalló con un beso lujurioso, casi como si deseará devorarla, fundirse en su cuerpo para siempre.
Con aquellas manos rudas, lentamente levantó sus vestidos con, ya no había más réplicas ante sus acciones. Solo deseo y un amor que los consumía eternamente. Padme tomó su rostro entre sus manos, analizando el brillo eterno de sus ojos azules.
Estaba tan enamorada, tan llena de vida gracias a él, que la dolorosa realidad muchas veces la aprisionaba en una ruleta rusa sin fin de largas horas de meditación. Nunca quería abandonarlo, él era el motivo de sus días, tanto como ella lo era de él.
Anakin la poseyó, su cuerpo fundiéndose en el calor en su interior. Tanto tiempo, largos meses y días donde sus sueños estaban plagados por su presencia. La besó, de nuevo, para acallar los suaves gemidos mientras escuchaban en la distancia, los pasos de senadores. Debían ser cautelosos, siempre ocultos, siempre juntos.
Entrelazó sus manos, tratando de acercar su cuerpo al de ella, más profundo. Padme era el agua que iluminaba su propio desierto, a la par que lo colmaba de vida, Bebía de su presencia y de su cuerpo, ella era su mundo.
Para siempre.
Y mientras el fuego lo consumía con lentitud, su nombre susurrado entre aquellos labios como un mantra y el brillo de los ojos castaños, lo llevó poco a poco al límite.
No deseaba perderla, moría de hacerlo, ante tal pensamiento comenzó a temblar, y ella lo abrazó, dando siempre el consuelo y el amor inocente que ella representaba, susurrando palabras cálidas y amorosas, incluso cuando su respiración aún era agitada, aún dentro de ella.
Deleitándose de su aroma, y la suavidad de su rizos oscuros. Anakin, dejo fluir sus emociones. Nunca, antes se había sentido más completo.
Título: Butterfly
Autor:
vejibraFandom: Star Wars
Pairing: Obiwan/Padme
Rated: T
Palabras: 621
Reseña: "Y junto a ella, en aquel solitario exílio, comenzó a comprender un poco más los sentimientos de Anakin"
Advertencias: Angst, ligero romance, semi UA.
Nota: Padme sobrevivió a la tragedia del episodio III y vive escondida junto con Obiwan en Tatooine. Dedicado a
apocrypha73, en respuesta a la petición de
san_drabbletin. Espero te guste :3.
Disclaimer: Derechos Reservados de Star Wars a George Lucas. Está historia tiene la finalidad de entretener sin lucro a beneficio.
"Butterfly"
En un principio, ni él mismo podía creer lo que había sucedido. Muerta como parecía aquel día después de traer al mundo a la única esperanza que podía tener el universo. El maestro Jedi estaba seguro de que esa sería la despedida.
Sin embargo, voluntario o involuntaria, la fuerza había tenido otros planes, y pocos minutos después de anunciar incluso a sus familiares que había perdido la vida, la joven senadora había “regresado”.
Ni siquiera el maestro Yoda sabía con exactitud que sucedió, pero una cosa era cierta, si ella estaba viva, Anakin, negó, Vader, también seguía con vida y no descansaría hasta encontrarla, incluso era capaz de destruir todo el universo solo por ella.
Y tomaron la decisión, de ocultarla, así como a los niños, pretendiendo que estaba muerta y ocultando su presencia en la fuerza para que ni siquiera Lord Sidious pidiera encontrarla. Tomando la posta en sus manos, Obiwan decidió llevarla con él, a su exilió.
En un principio, la imagen de senadora, mujer fuerte e imparable que tenía en su mente se quebrantó. Lo único que quedaba de ella, era una silenciosa mujer que miraba por las viejas ventanas el desierto de Tatooine, acompañada de una vieja melodía mientras abrazaba las lágrimas en silencio.
Podía comprenderla, había perdido todo lo que amaba traicionada por el único amor de su vida, tanto como él también había pasado. Anakin era su hermano, un hijo que había criado y educado, aquella traición era igual de doloroso para él.
En el exilió, en aquella convivencia diaria, poco a poco ella comenzó a revivir, incluso la primera vez que lo hizo, no pudo evitar exaltarse, aquella tarde de invierno donde la tundra se manifestaba más fría y seca de lo usual. Ambos salieron a resguardar algunos elementos que protegían la casa. Incauto de unas piedras, Obiwan tropezó cayendo al suelo sobre sus espaldas, ante su sorpresa la suave risa que provino de sus labios, fue un alivio sobrecogedor en aquellos días oscuros.
Lentamente volvió a ser la misma, hablando más seguido, no tocaban el tema de Anakin, ni él de los niños por su propio beneficio, y en el fondo él tampoco deseaba hacerlo. Quería verla sonreír -un pensamiento que lo aturdió incluso si para ello debían olvidarse del viejo mundo al que una vez pertenecieron.
Los años pasaron, y su compañía, además de la de Qui-gon, se hizo más y más agradable. Inclusive, hubo varias ocasiones en las cuáles, deseaba un toco de sus manos, un abrazo cálido o incluso una suave sonrisa. Tanto así, que no sabía disimularlo cuando ella realizaba dichas acciones.
Entonces comprendió, aunque lo negará muy en el fondo, cuán valiosa era Padme. Tanto así que él mismo había sucumbido a su brillo opaco y sus alas rotas. Había sido el ángel de Anakin, y la había destrozado con furia dejando en ella, solo la imagen de una pequeña mariposa, delicada y con una vida pasajera.
Aún así, también la amaba, como Anakin lo había hecho. Padme, era única, más allá de cualquier otra presencia, ella era única. Una mujer, fuerte y valiente que estaba sobreviviendo, como él.
Y entonces las tardes fueron más cálidas, y menos tormentosas, y su sonrisa fue un consuelo, un abrazo en las noches fue su refugio y un beso, inesperado que talvez nunca se repetiría, se convirtió en su aliento.
Estaban juntos, Jedi y senadora. Serían fuertes, porque él la llevaría hacia delante, nunca la dejaría sola. No, amar era símbolo de proteger y él, la protegería. Como hombre y como Jedi.
En su decisión, Obiwan por fin pudo comprender los sentimientos de Anakin, pero a diferencia de su viejo estudiante, no cometería los mismos errores.
Él jámas iba a lastimarla.
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