30 Vicios. .:*Sasusaku*:. Tema #7: Mordaza
Autor: vejibra (Lady Padme Naberrie)
Fandom: Naruto
Claim: Sasuke/Sakura
Tabla: Vicios
Tema: #7 - Mordaza
Título: 9.- "Silencio"
Resumen: "Y siempre hay un límite entre la compañía y el silencio que cambiará algún día". Continuación de " Inseguridad"
Advertencias: Ninguna.
Disclaimer: Derechos Reservados de Naruto a su creador Masashi Kishimoto.
7. Mordaza
“Muchas veces lo que se calla hace más impresión que lo que se dice”
- Píndaro
“Silencio”
Dos semanas pasaron desde la última vez que alguno cruzó una palabra. El silencio entre los dos jóvenes era como una pared invisible que los alejaba lentamente, distanciando la poca familiaridad que al parecer se había construido.
Conforme los días pasaban, uno a uno. Ambos evitan las miradas directas. Sin embargo, tarde o temprano alguno tendría que decir algo, de lo contrario sería difícil “comunicarse” en caso de una “batalla”. Claro que Sakura, dudaba que eso sucediera. Sasuke había demostrado en repetidas ocasiones que no era “un simple shinobi”, sin darse cuenta ella estaba comenzando a admitir que en aquel juego de poderes ilimitados, continuaba siendo un estorbó.
Aquella mañana de sábado, despertó para encontrarse completamente sola, extasiada por la sola idea de que el moreno la hubiera dejado en libertad, Sakura intentó alejarse del campamento, topándose con una clase de genjutsu que jamás había visto.
Una ilusión que la mantenía prisionera, evitando que se alejará del campamento más de 200 metros de distancia. Molesta la kunoichi regresó a su lugar para meditar una forma coherente de escapar de su captor, claro que a medida que se quedaba junto con el joven Uchiha, se daba cuenta de que Sasuke era más inteligente de lo que aparentaba ser.
Dando un largo suspiro la kunoichi de cabellos rosas se recostó sobre las mantas que hacían de su cama y cerrando los ojos recordó la primera noche desde el inicio del silencio entre los dos Ella había llorado sin negarse ni una sola a vez a callar lo que sentía, mientras a lo lejos el shinobi la miraba sin tener la menor de cómo reaccionar.
A la mañana siguiente el silencio había comenzando, como una mordaza que llevaba entrelazada entre sus labios y también en su corazón, abriendo sus ojos nuevamente, la kunoichi se perdió en el vasto cielo azulado.
Pasaron varias horas y lentamente el sol del medio día comenzó a calentar los bosques a su alrededor. Acalorada, la joven kunoichi concluyó que debía tomar un baño, estaba privada de los derechos básicos que como ninja tenía, sin embargo como mujer no estaba privada de mantenerse limpia. Lo positivo de aquella situación era el río cercano al campamento. Mirando en todas direcciones, la muchacha finalmente se retiró la ropa y entro a refrescarse en el agua.
Sasuke se encontraba caminando de regresó hacia el pequeño campamento escondido entre el bosque, mientras divagaba en la situación incómoda y constante en la cual por culpa propia estaba metido. Cerrando sus ojos negros trato de calmarse mientras encontraba una solución a su predicamento, sin embargo no encontraba ninguna.
Abriendo sus ojos rojizos, despejó con una mano parte del escondite en el bosque, finalmente llegando al campamento, para sorpresa lo encontró completamente vació, por unos segundos frunciendo el ceño se preguntó si Sakura podía haber escapado, encontrando que era imposible pues el genjutsu que había utilizado no estaba al nivel del conocimiento de la kunoichi.
De pronto el sonido de una voz captó su atención, pronto reconoció que se trataba de la muchacha que al parecer se encontraba “tarareando” una melodía cerca del río. Molesto ajusto la katana en su cintura y se dirigió hacia el lugar.
Nada lo preparó para lo que vio, sus ojos negros inconscientemente delinearon la fina y delicada figura femenina, contorneando sus curvas desnudas. Sin darse cuenta se quedó en si sitió totalmente atónito. Cuando era niño solía tomar baños calientes junto a su madre, pero Mikoto era su madre y él era demasiado pequeño como para admirar el físico de una mujer desnuda.
Con Sakura, era totalmente diferente, la joven no era ni remotamente una persona cercana y la había ignorado gran parte de su vida como equipo siete, no obstante al observar su cuerpo sin vestimentas, no podía evitar sentir una extraña sensación en el fondo de su ser. El sonido de una rama rota lo sacó de su extraño trance, rápidamente el joven shinobi sujetó la katana entre sus manos dirigiéndose hacia el origen del sonido.
Estrechando el ceño, observó a un grupo de ninjas de la aldea de la hoja, un equipo anbu. Los hombres enmascarados revisaban el fuego y las mantas donde pocas horas antes la kunoichi había estado durmiendo. Lentamente apretó su mano en un puño, en otras ocasiones habría acabado inmediatamente con la vida de aquellos ninjas, pero en aquella ocasión, tal vez tendrían suerte.
Sakura tomó un poco de agua entre sus manos, pasándola delicadamente sobre su piel, los baños en los ríos siempre la habían relajado. Estaba totalmente concentrada en su trabajo, que no supo exactamente qué fue lo que sucedió. Sintió un par de manos fuertes sujetarla de la cintura y apegarla contra una roca saliente que formaba una especie de cueva pequeña en medio del río.
Un cuerpo masculino sobre el suyo, mientras una mano se colocaba sobre su boca. Intentó gritar y atacar en un puño, pero la mano libre del hombre sostuvo su muñeca. Comenzó a temblar involuntariamente cuando los ojos rojizos brillaron intensamente. Estaba molesta por semejante intrusión hacia su espacio personal que intentó morder la mano de Sasuke pero él era más fuerte.
En el silencio, lo único que Sakura podía escuchar era la entrecortada respiración del joven shinobi, y el movimiento de la capa negra que llevaba al hacer contacto contra su piel desnuda. Pronto escuchó un par de pasos y voces que a lo lejos se iban disipando.
Cuando la tensión terminó, el muchacho soltó a la kunoichi y fue entonces que ambos se dieron cuenta de la posición en la que se encontraban. Sakura estaba completamente desnuda, entre sus brazos.
La muchacha se sonrojó con intensidad mientras lentamente comenzaba a fruncir el ceño. Molesta empujó al shinobi alejándola de ella, mientras trataba de esconderse en el agua.
-¡Vete! -gritó mientras su rostro se hacía más y más rojo. El muchacho permaneció en su sitio tratando de comprender todo el contacto extra que su propio cuerpo había ejercido sobre la joven cuando la retuvo con su cuerpo. Sin darse cuenta el color rojizo de sus ojos se intensificó.
-Hmn... -susurró. Lentamente salió de su lugar y se dirigió hacia el campamento, mientras la muchacha trataba de proteger la poca dignidad y pudor que le quedaban-. No te demores, cenaremos y emprenderemos el viaje
-¿Qué...? -intentó quejarse, sin embargo su arrebatada actitud provocó que saliera del agua, dejando sus senos ante la vista del muchacho. El silencio mudo fue cortado cuando ambos se dieron cuenta del error. Rápidamente la joven volvió a su lugar, colocando sus brazos sobre su pecho-. Necesito estar sola.
-Como quieras -sin vacilar, el joven Uchiha dio la vuelta. La presencia de la kunoichi lo estaba volviendo loco pero sin duda en el fondo, el shinobi admitía que su presencia, le daba a su cuerpo algo que nunca antes había sentido.
"Mordaza"
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7. Mordaza
“Muchas veces lo que se calla hace más impresión que lo que se dice”
- Píndaro
“Silencio”
Dos semanas pasaron desde la última vez que alguno cruzó una palabra. El silencio entre los dos jóvenes era como una pared invisible que los alejaba lentamente, distanciando la poca familiaridad que al parecer se había construido.
Conforme los días pasaban, uno a uno. Ambos evitan las miradas directas. Sin embargo, tarde o temprano alguno tendría que decir algo, de lo contrario sería difícil “comunicarse” en caso de una “batalla”. Claro que Sakura, dudaba que eso sucediera. Sasuke había demostrado en repetidas ocasiones que no era “un simple shinobi”, sin darse cuenta ella estaba comenzando a admitir que en aquel juego de poderes ilimitados, continuaba siendo un estorbó.
Aquella mañana de sábado, despertó para encontrarse completamente sola, extasiada por la sola idea de que el moreno la hubiera dejado en libertad, Sakura intentó alejarse del campamento, topándose con una clase de genjutsu que jamás había visto.
Una ilusión que la mantenía prisionera, evitando que se alejará del campamento más de 200 metros de distancia. Molesta la kunoichi regresó a su lugar para meditar una forma coherente de escapar de su captor, claro que a medida que se quedaba junto con el joven Uchiha, se daba cuenta de que Sasuke era más inteligente de lo que aparentaba ser.
Dando un largo suspiro la kunoichi de cabellos rosas se recostó sobre las mantas que hacían de su cama y cerrando los ojos recordó la primera noche desde el inicio del silencio entre los dos Ella había llorado sin negarse ni una sola a vez a callar lo que sentía, mientras a lo lejos el shinobi la miraba sin tener la menor de cómo reaccionar.
A la mañana siguiente el silencio había comenzando, como una mordaza que llevaba entrelazada entre sus labios y también en su corazón, abriendo sus ojos nuevamente, la kunoichi se perdió en el vasto cielo azulado.
Pasaron varias horas y lentamente el sol del medio día comenzó a calentar los bosques a su alrededor. Acalorada, la joven kunoichi concluyó que debía tomar un baño, estaba privada de los derechos básicos que como ninja tenía, sin embargo como mujer no estaba privada de mantenerse limpia. Lo positivo de aquella situación era el río cercano al campamento. Mirando en todas direcciones, la muchacha finalmente se retiró la ropa y entro a refrescarse en el agua.
Sasuke se encontraba caminando de regresó hacia el pequeño campamento escondido entre el bosque, mientras divagaba en la situación incómoda y constante en la cual por culpa propia estaba metido. Cerrando sus ojos negros trato de calmarse mientras encontraba una solución a su predicamento, sin embargo no encontraba ninguna.
Abriendo sus ojos rojizos, despejó con una mano parte del escondite en el bosque, finalmente llegando al campamento, para sorpresa lo encontró completamente vació, por unos segundos frunciendo el ceño se preguntó si Sakura podía haber escapado, encontrando que era imposible pues el genjutsu que había utilizado no estaba al nivel del conocimiento de la kunoichi.
De pronto el sonido de una voz captó su atención, pronto reconoció que se trataba de la muchacha que al parecer se encontraba “tarareando” una melodía cerca del río. Molesto ajusto la katana en su cintura y se dirigió hacia el lugar.
Nada lo preparó para lo que vio, sus ojos negros inconscientemente delinearon la fina y delicada figura femenina, contorneando sus curvas desnudas. Sin darse cuenta se quedó en si sitió totalmente atónito. Cuando era niño solía tomar baños calientes junto a su madre, pero Mikoto era su madre y él era demasiado pequeño como para admirar el físico de una mujer desnuda.
Con Sakura, era totalmente diferente, la joven no era ni remotamente una persona cercana y la había ignorado gran parte de su vida como equipo siete, no obstante al observar su cuerpo sin vestimentas, no podía evitar sentir una extraña sensación en el fondo de su ser. El sonido de una rama rota lo sacó de su extraño trance, rápidamente el joven shinobi sujetó la katana entre sus manos dirigiéndose hacia el origen del sonido.
Estrechando el ceño, observó a un grupo de ninjas de la aldea de la hoja, un equipo anbu. Los hombres enmascarados revisaban el fuego y las mantas donde pocas horas antes la kunoichi había estado durmiendo. Lentamente apretó su mano en un puño, en otras ocasiones habría acabado inmediatamente con la vida de aquellos ninjas, pero en aquella ocasión, tal vez tendrían suerte.
Sakura tomó un poco de agua entre sus manos, pasándola delicadamente sobre su piel, los baños en los ríos siempre la habían relajado. Estaba totalmente concentrada en su trabajo, que no supo exactamente qué fue lo que sucedió. Sintió un par de manos fuertes sujetarla de la cintura y apegarla contra una roca saliente que formaba una especie de cueva pequeña en medio del río.
Un cuerpo masculino sobre el suyo, mientras una mano se colocaba sobre su boca. Intentó gritar y atacar en un puño, pero la mano libre del hombre sostuvo su muñeca. Comenzó a temblar involuntariamente cuando los ojos rojizos brillaron intensamente. Estaba molesta por semejante intrusión hacia su espacio personal que intentó morder la mano de Sasuke pero él era más fuerte.
En el silencio, lo único que Sakura podía escuchar era la entrecortada respiración del joven shinobi, y el movimiento de la capa negra que llevaba al hacer contacto contra su piel desnuda. Pronto escuchó un par de pasos y voces que a lo lejos se iban disipando.
Cuando la tensión terminó, el muchacho soltó a la kunoichi y fue entonces que ambos se dieron cuenta de la posición en la que se encontraban. Sakura estaba completamente desnuda, entre sus brazos.
La muchacha se sonrojó con intensidad mientras lentamente comenzaba a fruncir el ceño. Molesta empujó al shinobi alejándola de ella, mientras trataba de esconderse en el agua.
-¡Vete! -gritó mientras su rostro se hacía más y más rojo. El muchacho permaneció en su sitio tratando de comprender todo el contacto extra que su propio cuerpo había ejercido sobre la joven cuando la retuvo con su cuerpo. Sin darse cuenta el color rojizo de sus ojos se intensificó.
-Hmn... -susurró. Lentamente salió de su lugar y se dirigió hacia el campamento, mientras la muchacha trataba de proteger la poca dignidad y pudor que le quedaban-. No te demores, cenaremos y emprenderemos el viaje
-¿Qué...? -intentó quejarse, sin embargo su arrebatada actitud provocó que saliera del agua, dejando sus senos ante la vista del muchacho. El silencio mudo fue cortado cuando ambos se dieron cuenta del error. Rápidamente la joven volvió a su lugar, colocando sus brazos sobre su pecho-. Necesito estar sola.
-Como quieras -sin vacilar, el joven Uchiha dio la vuelta. La presencia de la kunoichi lo estaba volviendo loco pero sin duda en el fondo, el shinobi admitía que su presencia, le daba a su cuerpo algo que nunca antes había sentido.
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