Este 2011 dice adiós para nunca volver.
No sé qué os habrá dado. Me gustaría pensar que a tod@s cosas buenas pero sé que no os así. Por lo tanto, espero que hayáis sido capaces de superarlas con fuerza, ánimo y gente. Espero que no se hayan ido muchas personas de vuestras vidas y que en el siguiente vengan algunas muy importantes. Espero que hayáis vivido convencidos de que, aunque las cosas vayan mal, esa temporada pasará y algo bueno sacaréis de ello.
Mi balance está equilibrado. He perdido cosas en este año pero todas las personas nuevas que llegaron a mí quedarán aún cuando no vuelva a hablar de ellas. He vivido experiencias que me marcarán. Me he hecho un poco más a mí misma. No he soplado 18 velas pero tampoco las he necesitado porque los 18 son los 17 + 1 o los 19 - 1 y unas velas no cambiarán mi vida decisivamente. He madurado y he descubierto que la vida no es nada fácil y que no todo es de color de rosa pero me he dado cuenta que perder un sueño te puede abrir nuevas puertas (y que no todo está perdido). Soy más persona y soy capaz de enfrentarme a muchas cosas. No tengo miedo a vivir. He recuperado la esperanza, me he reído, he conseguido amigos, me he enamorado de lugares, he aprendido, he sentido, y quiero pensar que soy un poco mejor pero que aún me queda mucho que conseguir.
Por todo lo que nos traiga el 2012, sea el fin del mundo o el comienzo de una nueva vida, suerte y fuerzas. Sujetaros a lo que siempre está ahí y seguid adelante.
Que sea un FELIZ Año Nuevo 2012.