Fic: The Heaven's Race [Supernatural RPS] Primera parte.

Aug 25, 2010 01:31

Y... me toca postear una vez más, así que, con el tiempo encima, y la Ley de Murphy haciéndome "manita de cochi" cada vez que puede, la muy recanija ¬¬, va el fic.



Título del fic: The Heaven's Race.
Nombre del autor: van_krausser 
Nombre del artista: inept_du_kant 
Y en serio, que el arte que ha realizado para mi ficcillo, está como para premio, deveritas, deveritas. Más por varias razones que la RL le puso enfrente, y aún así, continuó hasta el final. Así que te invito a que vayas y veas las monadas que ha hecho, y le digas qué genial trabajo realizó. Yo no me cansaré de decírselo.^____^               El post de su LJ, por aquí.
Género:UNIVERSO ALTERNO. RPS. Slash
Número de palabras: Ehr... como tropecientas? Es que no sé aún, pero más de 15,000, creo.
Warnings y/o Spoilers: Primero, pues no está beteado. Así que los errores son sólo míos. Luego, los personajes no me pertenecen. Como son reales, corro el riesgo de que me demanden si digo lo contrario. Siguiente, sólo que tiene algunas escenas no tan subidas de tono, pero que sí requieren su nota de Warning. Algo así como un PG-15. Ah, y un poco de azúcar regada por ahí y por allá. Nada grave.
Argumento: Jensen y Jared son oficiales de la Fuerza Aérea. A pesar de que son un gran equipo táctico de un F-18, Jensen insiste en que Jared DEBE obtener su licencia de Piloto. En ese tiempo, él mismo recibe una invitación de la NASA para ser el piloto de pruebas. Ambos buscan la mejor opción para estar juntos, Jared preparándose para su licencia, Jensen en un programa de entrenamiento espacial. Sin embargo, ninguno de ellos prevé los problemas que se les vienen encima durante su tiempo de entrenamiento.

Notas, notitas, nototas: Pues, es la continuación de un fic que escribí para la comunidad fandom_oncrack  por allá, en un reto de hace un par de años, creo.  En esa ocasión, la historia la propuso marianland , y yo sólo me dejé llevar, saliendo un fic de un par de pilotazos extraordinarios, héroes de guerra, grandes amigos y extraordinaros amantes. El fic en cuestión se llamó The Thunderbirds' Fly, y puedes leerlo por aquí. Este nuevo fic tiene algunas referencias al primero, aunque no muchas, y no hace falta leer el otro, en realidad, para entenderle. Sólo lo he puesto como referencia.
El fic se irá subiendo en sus últimas partes en el transcurso del día, así que les pido un poco de paciencia, que la RL me hizo una mala jugada, y no lo terminé en el tiempo previsto, pero va, ya va,.


Primera parte

Instalaciones del Décimo Escuadrón de Reserva 
Fuerza Aérea de los Estados Unidos
Estación Naval de Fort Worth, Texas.
Jueves, 0648 horas.

Vestido sólo con una camiseta de tirantes y los bóxer con los que había dormido esa noche, Jensen se detuvo en el marco de la puerta del dormitorio, con la taza de café recién hecho en una mano, mientras observaba a su dormido amante, enredado en una curiosa posición entre las sábanas.

Hacía apenas mes y medio que habían regresado de la misión en Irak, y aún tenían un par de semanas para integrarse a las actividades de la milicia, esto debido al permiso que el Coronel Morgan les había concedido para que pudiesen recuperarse por completo de sus heridas.

Jensen había conseguido una pequeña y pintoresca casita en las instalaciones de la base, y con el pretexto de que ambos estaban indispuestos y se podrían cuidar mutuamente, se las había arreglado para vivir ese tiempo en un extraordinario inicio de su relación, ya como pareja.

Sin embargo, pensó con cierta melancolía que en poco tiempo, debían poner nuevamente los pies en la tierra, y debían volver a sus obligaciones como miembros de la Fuerza Aérea.

De hecho, un día antes, Jensen había obligado a Jared a que revisara una vez más las opciones que había en varias bases cercanas para que pudiese obtener ya su licencia de piloto, así como una promoción en su carrera.

Porque, a pesar de que era candidato para una condecoración por su hazaña de salvamento y protección en las regiones iraquíes, el ser Capitán y piloto de un F-18 era parte de su sueño y sus metas personales, y él le ayudaría a cumplirlas.

Jared levantó un poco la cabeza, adormilado y desubicado al no encontrar a Jensen a su lado. Lo buscó con la vista, y le sonrió al verlo en la entrada de la habitación.

-Hey... buenos días -dijo en un ronco saludo, al tiempo que el mayor se acercaba a la cama.

-Buenos días, teniente Padaleki -devolvió el saludo, sentándose a su lado y devolviendo la sonrisa, besándolo apenas con un roce mientras dejaba la taza con café en la mesita de noche-. No te levantes, aún es muy temprano.

-¿Qué haces despierto, Jen? -preguntó Jared al tiempo que se incorporaba, sentándose también en la cama y alcanzando la taza con café. Se cubrió con la sábana, pues él aún estaba desnudo.

Jensen lo observó tomar un par de tragos de la amarga bebida, y con una leve sonrisa, le respondió.

-Sabes que no puedo dormir más del tiempo al que estoy acostumbrado. Y ayer nos acostamos temprano.

-Pero Jensen, aunque nos acostamos temprano, nos dormimos bastante tarde.

La luminosa y pícara sonrisa del menor lo hizo sonrojarse un poco. Aprovechó eso para quitarle la taza de las manos y besarlo con cierto ímpetu, rememorando la sesión de la noche anterior.

-La una de la madrugada es temprano, Jay.

-Claro, especialmente temprano, capitán. Te recuerdo que nos dormimos hasta las tres, con eso de que querías poner en práctica uno de tus experimentos…

-Pero lo disfrutaste, ¿no? -Jensen se acomodó junto a Jared, besándolo entre palabras, recibiendo pequeños gemidos que mezclaban un poco de protesta y un mucho de gusto. No quiso esperar la respuesta a su pregunta, así que se encaramó en el otro cuerpo, dominando la situación con un apasionado y arrebatador beso, sosteniéndolo contra la cama, empezando a frotar ciertas partes de su ahora estimulada anatomía.

Jared respondió efusivo, permitiéndole toda la libertad de movimiento que necesitaba. Y justo cuando Jensen dejaba libre su brazo para meter la mano entre las sábanas y sujetarlo ya sin barreras, fuertes toques en la puerta principal de la casa los interrumpieron.

-Rayos… -murmuró el mayor, deteniéndose por completo, con la cabeza enterrada en el cuello de Jared-. No podían ser más inoportunos.

-Ve a abrir, anda -lo urgió su amante, besándolo levemente en una mejilla, al tiempo que lo empujaba para obligarlo a incorporarse-. Sabes que no se van hasta que uno los atiende.

Refunfuñando, Jensen obedeció.

Abrió la puerta de un manotazo, encontrándose con un joven cadete, pulcramente acicalado, quien lo veía con cierta expectativa. A pesar de sentirse un poco intimidado por la mirada asesina del oficial, saludó respetuosamente, le tendió un sobre, y explicó de manera breve:

-Capitán Ackles. El coronel Morgan encomendó a mi departamento entregarle este mensaje a la mayor brevedad. Que tenga buen día, señor.

Dicho esto, volvió a saludar con todo el protocolo posible y se retiró, dejando a Jensen un tanto extrañado. Cerró la puerta tras de sí, observando el sobre con curiosidad. Mientras lo abría, Jared salió de la habitación envuelto en la sábana, sin haberse vestido, con la taza de café en una mano.

-¿Quién era, Jensen?

-Un mensajero. Morgan me envió esto -respondió mostrándole el sobre-. Debe ser serio.

Jared lo alcanzó, rodeando sus hombros con un brazo, dispuesto a leer por sobre su hombro el mensaje. Sin embargo, conforme los dos pares de ojos recorrían las líneas, la sorpresa de la noticia recibida lo hizo soltarlo. Voltearon a verse con distintas emociones reflejadas en sus rostros.

-Debe ser una broma -casi bufó Padaleki al asimilarlo-. O sea… ¿la NASA quiere que seas su piloto de pruebas? ¿Así, sin más?

-Jay, no creo que Morgan bromee con algo como esto -refutó Jensen sin ocultar la sonrisa de satisfacción que empezaba a instalarse en su rostro-. Ya he sido piloto de pruebas, y muy bueno.

-¡Pero Jensen! ¡Eso significa que tendrás que irte por un buen tiempo! ¿Qué va a pasar conmigo?

Jensen dejó la carta en la encimera que tenían en el recibidor, encarando con un poquito de enfado al menor. Se cruzó de brazos y lo miró ceñudo.

-Va a pasar, Padaleki, que tendrás que volver a tus entrenamientos. Ya es tiempo de que obtengas tu licencia como piloto.

-Pero…

-Jay, escucha. El Centro Espacial se encuentra cerca de la Base Aérea de Houston. ¿Qué te parece si investigamos si ahí puedes tomar los cursos de preparación? Sólo estaríamos separados unos cuántos kilómetros, y nos veríamos diariamente, cuando los horarios de entrenamiento terminen.

Jared lo pensó por espacio de un minuto. Aunque no se escuchó convencido cuando aceptó la propuesta.

-No sé… no quisiera estar lejos de ti.

-Jared, no seas tan posesivo -Jensen fue quien lo abrazó esta vez, tratando de hacerlo entrar en razón. Se restregó un poco contra su cadera, alcanzando su maxilar con los labios-. Después de eso, sólo pedirías la presentación del examen aquí, o en Colorado. Tú decidirías eso. Estaríamos separados cuando mucho, una semana, y la verdad, Jay, si me hacen extrañarte, te aseguro que cuando volvamos a vernos, no dejaremos dormir a los vecinos.

Lo besó con la maliciosa intención de convencerlo de esa forma, lográndolo en parte. Padaleki correspondió entonces, sonriendo nuevamente al pensar ya con más detenimiento la propuesta.

-Cielos, Jensen. A veces eres tan convincente… -Había una pequeña sonrisa en sus labios al decirlo.

Jensen rió con ese tono sensual que ponía un poco tonto a su amante, antes de atrapar su cabeza con ambas manos para atraerlo hacia un beso lleno de promesas.



Casa de la Familia Padaleki.
San Antonio, Texas. 0650 horas.

Después de empacar y despedirse de todos los amigos que Jared había hecho en la base de Fort Worth, y de que Jensen dejase todos sus asuntos pendientes resueltos, en especial el haberse reportado con el Coronel Morgan y agradecerle las recomendaciones con el Alto Mando, ambos se trasladaron a San Antonio.

Faltaba todavía una semana para que sus permisos terminaran, así que decidieron hacer una pequeña escala en casa de la familia Padaleki.

Por supuesto que la decisión había sido más unilateral.

-¿Es necesario que lleguemos a casa de tu familia? -había preguntado Jensen, con una ceja enarcada, no muy convencido de tal cosa.

-Es tiempo de que los conozcas -le respondió Jared con un pequeño puchero, haciéndolo sentir como si hubiese pateado a un indefenso cachorrito-. Además nos queda una semana libre, y ellos podrían hospedarnos.

De esa forma, no tuvo más remedio que ceder a los deseos de su pareja. Total, sería sólo una semana, y definitivamente, no estarían ahí todas las horas de cada día. Podría vivir con eso.

Lo que Jensen nunca imaginó encontrar realmente, fue todo un huracán en el interior de esa acogedora casa de dos pisos, en donde el taxi los dejó.

La familia sabía de él gracias a que Jared se comunicaba casi a diario, y el tema recurrente de conversación era el flamante capitán Ackles, su ahora novio.

-Les he hablado mucho de ti, y se mueren por saludarte, Jen -comentó mientras se dirigían hacia la puerta de entrada.

-Sí, me imagino. Durabas horas hablando por teléfono con ellos.

Aunque fue advertido previamente, por supuesto, conociendo el carácter que precedía al apellido, se quedó corto frente al recibimiento que le hicieron en el seno de la familia.

Megan, una encantadora y muy efusiva jovencita con los mismos hoyuelos en las mejillas -la genética, pensó Jensen-, fue la primera que le saltó encima, colgándosele del cuello mientras lo llenaba de besos.

Jerry y Sherry Padaleki lo recibieron como lo mejor que le hubiese pasado a su kilométrico hijo en toda su vida; y finalmente Jeff, el hermano mayor, fue bastante amable con él, aunque un tanto despegado de la forma como celebraron los demás.

Claro que la más joven del clan no lo soltó en todo el tiempo del recibimiento, lo que le valió una reprimenda por parte de sus padres, y una seria advertencia de Jared. Que no era por celos, ya que la chica jamás se atrevería a quitarle al novio a su hermano. Simplemente, Jared quería librar a Jensen de una alocada y efusiva fan.

-¡Te lo advierto, Megan Padaleki! ¡Si llegas a causarle un lumbago por no soltarlo, te las verás conmigo!

Ella sólo le hizo un infantil gesto, sacando la lengua y repitiendo lo que le había dicho con burla. Jensen se sintió aliviado cuando ella lo soltó para escapar de su hermano por eso.

Sin embargo, el convivir con la efusiva familia, tratar de ocultarse de Megan y su cámara cuando intentaban ponerse un poco cariñosos, y pactar abstinencia mientras estaban en la casa familiar para no ser echados por Sherry Padaleki, previa amenaza de ponerle a Jared un cinturón de castidad y tirar la llave al excusado, fueron las menores de sus preocupaciones.

En la tercera noche que pasaron en la ciudad, varios amigos de Jared fueron a visitarlo. Cuando se vio rodeado de sus antiguos compañeros de la High School, uno de ellos llamó su atención: Derek Lee Nixon.

Éste se había convertido en un bien parecido joven, y mostraba el porte que el duro entrenamiento militar labraba en quienes habían pasado ya un buen tiempo en servicio activo.

-¿Derek? -preguntó Jared con cierta duda al tenerlo enfrente, y el aludido asintió, arrancando también la enorme sonrisa de su antiguo condiscípulo-. ¡Pero mira cómo has cambiado!

-Lo mismo digo, Jay.

Se abrazaron con feliz escándalo, y empezaron a charlar amigablemente. Jensen sólo los observaba de lejos, acaparado por Megan y algunas jóvenes invitadas, todas alucinadas por la anécdota recitada de memoria que la menor del clan repetía una y otra vez.

-Tenía mucho sin saber de ti -Jared le invitó una cerveza, sentándose en el piso a falta de lugares-. ¿Qué te has hecho?

-Pues... sabes que tenía planes para entrar en la Fuerza Aérea, así que hice mis trámites, y me gradué con el grado de Capitán Piloto Aviador. Pero no he dejado de buscar oportunidades, Jay. Alguien me dijo que podía entrar a los entrenamientos para volar un F-117, así que lo intenté, y adivina...

Jared abrió la boca y los ojos como platos, entre sorprendido y feliz por su amigo.

-¡Nooooooo! ¡Oh, por todos los cielos, Derek! ¿Ya eres piloto de los Nighthawk?

-Uh... bueno, aún no, pero no me falta mucho para obtener el permiso y volar en entrenamiento. Tuve la suerte de que eligieran la Base Aérea de Lackland. Me queda a un tiro de piedra de aquí.

-¡¡Yo voy a esa base también!! ¡Solicité mi entrenamiento para los F-18 ahí! -chilló emocionado Jared.

-¡No me digas!

Librándose de Megan apenas con una excusa un tanto vaga, Jensen se acercó a donde estaban, escuchando parte de la conversación. Sintió una punzada de celos al ver la emoción que despertaba en Jared la plática de su reencontrado amigo. Hacía tiempo que no lo escuchaba en esa forma.

Sintiéndose como si los estuviese espiando, sonrió con gesto un tanto forzado cuando ambos jóvenes voltearon a verlo, y dejó salir lo primero que se le vino a la mente al darse cuenta que esperaban que dijera algo.

-Eh... Jay... tu hermana Megan...

Nuevamente, como si estuviesen conectados, los otros dos voltearon hacia donde estaba ella, y la muchacha sólo les hizo un gesto con la mano. Volvieron otra vez su vista hacia Jensen.

-¿Si? ¿Qué pasa con ella?

-Uh... bueno... no estoy muy seguro. Me preguntó por ti, por eso vine.

Jared sólo levantó una ceja, escudriñando la expresión de su novio. Entonces, tal como si estuviese viéndolo por dentro, una pícara sonrisa se fue formando en sus labios. Jensen enrojeció sin poder evitarlo, viéndose descubierto.

-Jen, mira. Él es Derek -los presentó Padaleki, sonriéndole con un bien conocido gesto cínico en su mirada-. Estuvimos juntos en la High, y ahora casi es piloto de los Night Hawks. Está en la base de Lackland también.

-Ah...

-Derek, él es Jen, mi... -de pronto se detuvo, dándose cuenta que no podría presentarlo de la forma como iba a hacerlo. Enrojeció también, y carraspeó un poco antes de elegir la palabra adecuada-. Capitán. Sí, Capitán Jensen Ackles. Es el piloto del F-18 del que soy copiloto.

-Escuché que fueron condecorados por su labor como voluntarios en Irak -comentó Nixon al tiempo que estrechaba la mano de Jensen-. Es un honor conocerlo, capitán.

Esta vez, la sonrisa fue genuina, aunque breve.

-Gracias. Entonces, ¿el programa de entrenamiento de los Stealth está aquí?

-Así es. Le comentaba a Jay que tuve mucha suerte de que lo instituyeran cuando estaba todavía indeciso para mi especialización. Y pensaba que tal vez podría acompañarme este viernes, que es un poco más relajado en los entrenamientos, para que conociera el programa. ¿Por qué no nos acompaña? Podría pedir una promoción también para los F-117. Su experiencia lo hace un candidato excelente.

Jensen frunció los labios, negando en un gesto antes de aclarar.

-No, sólo los acompañaré. Tengo que presentarme el lunes a primera hora en el Centro Lyndon B. Johnson.

-¿No es ese el centro de entrenamiento de astronautas?

-Así es. Me invitaron a participar en el programa de pruebas de los F-18 modificados de la NASA. Tal vez pida alguna promoción para el programa espacial más adelante.

Al escucharlo, ambos jóvenes tuvieron reacciones distintas.

-¡Woooow! ¡Eso sería genial! -expresó Derek, mientras hacía una curiosa “O” con la boca, demostrando su sorpresa.

-¿El programa espacial, Jensen? - Jared lo observó con la boca abierta, con expresión que amenazaba volverse de enfurruñamiento. Tenía la frente surcada por una línea que denotaba enfado-. ¿Por qué no me lo habías dicho? Sólo mencionaste que serías piloto de pruebas de los F-18.

-No lo había decidido, Jay. El coronel Morgan me lo comentó cuando fui a verlo. Incluso dijo que podría recomendarme ampliamente para el programa, y no habría problemas para que me aceptaran.

-¡Vaya! -Esta vez, el enojo fue muy evidente en él-. ¡Pues muchas gracias por avisarme!

Sin más, en pleno berrinche, se levantó del piso y salió hecho una furia de la estancia, directo al jardín. Jensen se fue detrás de él.

-¡Jared, espera! ¡Fue sólo un comentario!

-¿Ah, si? ¿Y por qué te esperaste hasta que te dio un ataque de celos para decírmelo?

Jensen se detuvo en seco, al igual que Jared, quien se dio la vuelta para encararlo. Estaban en medio de la acera, discutiendo en voz alta.

-¿Un ataque de celos? ¿Pero qué estás diciendo?

-¡Oh, vamos, Jensen! ¡No vas a negármelo ahora! ¡Te conozco demasiado bien como para saber cuando tienes los celos pintados en la cara!

-¿Celoso yo? ¡Padaleki, no digas tonterías!

Jared endureció aún más su expresión, y volvió hacia la casa, esta vez rodeando el jardín para ir a la parte trasera sin atravesar la estancia. Varios jóvenes los veían con algo de curiosidad a través de las ventanas.

Jensen sólo entornó los ojos, reprimiendo a duras penas un gesto de fastidio. Al darse cuenta que terminaría durmiendo en el piso, y lo más probable, afuera de la habitación, si continuaba tratando de justificarse, fue tras él, cambiando su actitud.

-Jared, espera.

-¡Si no vas a admitir que esto lo hiciste por celos, ni se te ocurra hablarme! -casi le gritó el otro, dirigiéndose ahora a la puerta del patio trasero.

-Está bien, sí. Tuve un poco de celos al ver cómo tratas a tu amiguito -lo alcanzó, buscando su mano, en un intento de reconciliación, mientras pensaba cómo convencerlo de que había sido una tontería-. Pero no dije lo del programa espacial por ese motivo. Ni siquiera lo dije pensando en eso como una meta a mediano plazo. Lo dije sin pensar.

Jared se detuvo al sentir el contacto, volteando otra vez hacia él. Bajó la vista hacia su mano, sujeta con un poco de temor por la de Jensen. Eso le desarmó el enfado.

-¿Por qué no me lo comentaste cuando Morgan te lo propuso? -preguntó con voz lastimosa, levantando la vista y mostrando un curioso puchero. Jensen se enterneció al verlo así.

-Pensaba decírtelo, pero no le vi ninguna importancia si no lo iba a tomar como algo real; por eso lo dejé pasar. No creí que te molestaría tanto.

-Le diste importancia por Derek, y eso no es justo.

-Me estaba provocando náuseas el ver que considerabas a tu amigo más interesante que yo. Además, Jared, él me hizo una pregunta. Sólo lo dije como un comentario sin importancia.

-Yo no tengo secretos contigo, Jensen.

-Yo tampoco. Eso del programa espacial te lo acabo de explicar, y no pienso enredarme en cosas sin importancia. Lamento haber ocasionado todo este lío -sin soltar su mano, fue acortando la distancia que había entre ellos, ya con una breve sonrisa conciliadora-. Además, cuando supe que estaban los entrenamientos de los supersónicos, pensaba animarte para que buscaras plaza para los F-117, o mejor aún, para los F-22 Raptor. Son de última generación.

La sonrisa de Jared asomó tímida al escucharlo.

-¿En serio?

Jensen lo jaló hacia sí, abrazándolo al tenerlo al alcance, buscando sus labios mientras susurraba algo así como una afirmación.

-Sería un gran paso en tu carrera de piloto, y yo estaría muy orgulloso de ti...

Sin embargo, antes de que pudiesen cerrar la caricia, la voz alegre de Megan los paralizó, así como un fuerte resplandor proveniente del flash de su cámara.

-¡Sonrían, tórtolos!

-¡¡Megan!! ¡¡Te advertí que no hicieras eso!! -Jared soltó a Jensen, y el juego de la persecución entre hermanos volvió.

Sonriente y resignado, Jensen hizo cuentas mentales de los días que faltaban para salir de esa casa.

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