Título original:
The Honeymoon Autora:
dracosoftie Pairing: Draco/Harry
Género: Romance
Clasificación:NC-17
Disclaimer: No son nuestros *snif*
Resumen: Ginny abandona a Harry en el altar, dejándolo miserable y confundido. Entra un Draco Malfoy, abogado, quien se las arregla para enturbiar la situación aún más cuando Harry y él quedan atrapados en una isla.
Advertencias: Slash, lenguaje y sexo explícitos.
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Ni siquiera pude acercarme a la computadora la semana pasada. Lamento la demora, pero por el lado bueno, habrá dos capis hoy ^^. Dedicado a las chilenas que lo siguen, espero que las cosas se arreglen pronto por allá.
***
10 de Octubre
Draco soltó un suspiro al ver el departamento brillar de limpio. Tenía que admitir que se veía bien, aún cuando odiara dejar que Molly Weasley lo hiciera. Fue muy insistente en que Harry debía llegar a un departamento limpio y como él no tenía el tiempo (o la disposición) de hacerlo, no había tenido opción más que darle la contraseña del departamento y darle vía libre.
Levantó la tapa de la cacerola que estaba en la estufa, cerró los ojos e inhaló el vapor de la pasta. Su nota decía que había dejado espagueti en la estufa y había llenado la caja fría muggle con comida para el resto de la semana, ya que Harry “necesitaba estar bien alimentado” mientras se recuperaba. La diferencia entre el estilo de madre que era Molly Weasley y el de Narcissa Malfoy era agudo, la matriarca Malfoy simplemente había enviado flores a San Mungo y Draco estaba seguro de que ni siquiera había elegido el arreglo ella misma… fue el bouquet estándar que el florista de la familia enviaba a todos los conocidos que estaban heridos o enfermos.
Dejó la tapa otra vez en su lugar, revisó su reloj y fue hacia la chimenea. Sólo había pasado a casa para llevarle a Harry un cambio de ropa; los sanadores lo iban a dar de alta esa noche. Había previsto que el clan Weasley entero (incluida Ginny) les cayera encima el día siguiente pero al menos lo tendría para él unas horas antes de eso.
***
Harry se movió adormilado, sintiendo profundamente el espacio vacío a su lado. No sólo Draco no había respondido a sus avances esa tarde, sino que prefirió dormir en el sofá en vez de la cama. Dijo que era porque Harry debía descansar mientras se recuperaba de sus heridas, pero Harry no estaba convencido. Después de todo había pasado la mejor parte de esos tres días acostado en una cama en San Mungo, si algo no necesitaba era descansar.
El reloj despertador muggle en la mesita de noche (“Más confiable que un hechizo despertador” dijo Draco cuando Harry expresó sus sorpresa al ver el aparato la primera vez que durmió en el departamento de Draco) indicaba que era una hora indecente de la mañana, Harry gruñó y rodó cautelosamente. Su clavícula en recuperación aún estaba delicada, pero su brazo estaba completamente sanado. Era extraño no necesitar sus lentes, pero se acostumbraba rápidamente a ello. Pensó que se veía raro sin ellos, pero todo el mundo le aseguró lo contrario. Ginny y Draco parecieron bastante encantados, recordó con una sonrisa.
Alzó sus piernas, las pasó por la orilla de la cama y se levantó. Esto era ridículo. Había pasado tres noches lejos de Draco y no desperdiciaría otra sabiendo que Draco dormía en la otra habitación. Se sentía como cuando estaban en la isla, un estremecimiento de excitación recorrió la columna de Harry. Sonriendo y con un nuevo objetivo, caminó hacia la sala. Draco había transformado el sofá en algo más grande, aun así no se veía cómodo. Sus brazos y sus piernas estaban enredados en las cobijas y daba vueltas sin cesar, Harry lo observaba desde la puerta.
Una ola de inseguridad cayó sobre Harry mientras miraba dormir al hombre. ¿Y si su insistencia en dormir solo, tenía que ver con la conversación que Harry había escuchado unos días antes en la mansión y no con sus heridas? Nunca pudieron hablar de lo que Harry había escuchado pues nunca estuvieron solos en el hospital. Supuso que debió sacar el tema en la cena de esa noche pero Draco parecía preocupado por algo y Harry no quería arruinar el primer rato a solas que tenían en días.
Se mordió el labio preguntándose si debía deslizarse bajos las cobijas junto a Draco. Parte de él quería hacer realidad la fantasía medio ideada en la isla de saltar sobre Draco en medio de la noche, pero no estaba seguro de que sus avances fueran bienvenidos. No estaba seguro de que su ego soportara otro rechazo esa noche. Harry suspiró, desenredó el cobertor y lo extendió antes de acostarse al lado de Draco. Podrían hablarlo en la mañana.
***
Harry se despertó con un calor húmedo cubriendo su pene, le tomó unos segundos darse cuenta que no estaba soñando. Gimió, su clavícula dolió al tratar de levantarse para mirar a Draco. Ojos grises adormilados lo miraron y Draco hizo un guiñó. La caliente escena hizo que la respiración de Harry se cortara; nunca antes había apreciado plenamente lo sexy que Draco se veía con sus labios alrededor de su miembro, pues Draco siempre insistió en quitarle los lentes antes del sexo.
Días de frustración y preocupación desaparecieron mientras Harry veía la cara de Draco, sonrojado por la excitación y cubierto por el cabello que seguía desarreglado por el sueño. Parecía completamente desinhibido y enfocado en Harry. El hombre moreno gimió cuando la suave lengua trazó la punta de su pene, su cabeza cayó hacia atrás y se hundió en la almohada, Draco siguió el movimiento succionando fuerte y todos los pensamientos conscientes de Harry terminaron abruptamente.
- Se siente tan bien -murmuró, se retorció y los dedos largos de Draco atraparon sus caderas manteniéndolo quieto.
Draco retiró su boca, deslizó su cuerpo y reclamó su boca con un beso lento. Fue cuidadoso de mantener su peso lejos del torso de Harry, se apoyó en sus brazos mientras profundizaba el beso, su lengua invadió la boca de Harry. Harry Gimió cuando se saboreó a sí mismo en la lengua de Draco, su brazo sano acarició la espalda de Draco y bajo hacia su trasero. Gruñó suavemente cuando se dio cuenta de que el rubio estaba desnudo, sus dedos se hundieron en la carne firme tratando de llevarlo hacia abajo.
Draco se rió contra su boca, el sonido vibrante mandó sacudidas de placer hacia la columna de Harry. Se arqueó, su erección rozó la de Draco y ambos gimieron. Draco se sentó, rodó los ojos ante la impaciencia de Harry. Repartió besos gentiles en los moretones de su pecho, bajando por los músculos firmes hasta que alcanzó su ombligo. Harry tembló cuando la lengua de Draco rodeó en el orificio, tocó provocadoramente la piel antes de lamer un camino hacia su cadera.
-Draco, por favor -gimió Harry, su cuerpo enteró se sacudió cuando la piel ligeramente rasposa de la mejilla de Draco rozó su desesperado miembro.
Draco sonrió, rodeando con sus dedos la erección de la base de Harry, manteniéndola firme mientras se relamía los labios para bajar con una lentitud casi dolorosa sobre la dura longitud. Harry gimoteó, sus manos hechas puños a los lados para prevenir el caer en la tentación de agarrar la cabeza de Draco y mantenerlo quieto mientras se follaba su boca. Su paciencia fue recompensada cuando las mejillas de Draco se contrajeron, la estrechez deliciosa y la succión hicieron gemir a Harry de nuevo. Sólo tomo unas estocadas antes de correrse en la garganta de Draco, jadeando con dificultad mientras gemía su nombre a través de los dientes apretados.
Draco limpió su boca sin delicadeza mientras se alejaba, quedando a su lado, su piel sudorosa rozó la de Harry. Alejó la mano de Harry cuando el hombre de cabellos oscuros se movió para reciprocar, preocupado de haber agravado las heridas.
-Los sanadores dijeron que no hicieras actividades trabajosas -le recordó Draco, dirigiéndole una mirada que no admitía réplica cuando el otro hombre iba a protestar.
Harry cayó en la almohada, el placer de su orgasmo se disipaba rápidamente. ¿Draco simplemente estaba preocupado por sus heridas o no quería que lo tocara? Se tragó sus preguntas mientras veía a Draco masturbarse rápidamente antes de tomar su varita y convocar un encantamiento de limpieza en ambos.
Harry suspiró, juntó el coraje para decirle a Draco lo que había escuchado. Pero para cuando puso en orden sus pensamientos el rubio ya estaba dormido a su lado. Harry resopló con frustración, miró el techo mientras escuchaba la respiración tranquila de Draco. Después de un segundo o dos de pensar, sus labios formaron una sonrisa y se rió suavemente, la tensión acumulada en él disminuyó. No era como si Draco se hubiera quedado dormido a propósito para evitar la conversación, razonó. Suspiró otra vez, menos forzado esta vez, se acurrucó contra él y cayó en un sueño intranquilo.
***
Draco ya se había ido cuando Harry despertó en la mañana, lo que no lo sorprendió. Aunque sí se sorprendió cuando la chimenea se encendió una hora después y Ginny entró al departamento. Estaba agradecido de haberse puesto los pantalones del pijama pero no se había puesto nada más porque no esperaba compañía hasta esa tarde en la cena.
-Traje el almuerzo -dijo ella simplemente, levantando una bolsa que olía a comida mientras caminaba hacia la cocina. Harry levantó una ceja al verla buscar platos en los estantes de Draco, preguntándose que diría el rubio si supiera que ella estaba ahí.
Harry caminó hacia la barra de desayunos que separaba la cocina de la sala, inclinándose para ver lo que había en la bolsa.
-Tal vez Draco venga para almorzar -dijo, se le hizo agua la boca al oler lo que parecía curry de su tienda favorita -Realmente tiene una agenda apretada hoy pero dijo que trataría.
-Me comuniqué a la oficina de Ron por chimenea para ver si alguien planeaba traerte algo y escuché a alguien decir que Blaise Zabini le había llevado el almuerzo -dijo ella indiferente, hizo un sonido triunfante cuando encontró el cajón que tenía los utensilios, sacó unos tenedores y cucharas para llevarlos a la barra junto con los platos -. Estoy segura que sólo fue un favor. Ron dijo que Malfoy ha estado ocupado, así que creo que sólo iba a llevárselo.
Harry trató de no demostrar su decepción, regresándole la sonrisa lo mejor que pudo. Esperaba tener unos momentos de tranquilidad con Draco antes de que todos los Weasley llegaran esa tarde para cenar, pero no parecía que iba a pasar. Empujó hacia el fondo de su mente las preocupaciones de por qué Draco almorzaría con Blaise, recordándose que Draco le había asegurado que no tenía sentimientos guardados por el otro slytherin.
-Digo, ellos salieron por un tiempo ¿no? -preguntó ella, tendiéndole un plato lleno de curry a Harry -. Es natural que quieran pasar tiempo juntos. Estoy segura de que Zabini se pasa todo el tiempo por ahí.
Harry asintió y tomó un bocado.
-Estoy segura de que estará a tiempo para la cena hoy -dijo Ginny consoladora, le dio una palmadita en la mano de Harry -. No querría perderse la oportunidad de pasarla con tu familia ¿o sí?
Harry asintió, sonriendo débilmente. Los Weasley eran su familia y sabía que Draco estaba incómodo junto a ellos. ¿Estaría creando una excusa para quedarse hasta tarde en la oficina para no tener que cenar con ellos? Harry se movió nervioso, una sensación de frío afloró en su estómago pues todas sus dudas previas regresaron.
Para caer en la tentación esperó hasta que Ginny se fuera, se disculpó profundamente por dejarlo pero tenía que ver a Benny para hablar sobre la boda. Corrió hacia la recámara, se puso unos pantalones, un suéter y sin ponerse los calcetines se puso los zapatos, que estaba seguro no eran suyos, y corrió hacia la chimenea. No estaba checando a Draco, razonó. Sólo estaba visitándolo para decir hola.
***
Draco ni siquiera levantó la mirada cuando tocaron a su puerta, escribía furiosamente en los márgenes del informe en el que estaba trabajando. Había estado atrapado en la oficina todo el día, poniéndose al corriente con el trabajo que dejo de lado para estar con Harry en el hospital los últimos días y estaba hambriento como resultado.
-Entre -dijo, arrugando la nariz al tachar una línea y hacer una nueva anotación.
-Almuerzo para ti -dijo Blaise, soltando una bolsa grasosa en su escritorio desordenado. Draco le gruñó, quitando la bolsa antes de que manchara la pila de pergaminos bajo ella.
-No es que no esté agradecido -dijo Draco, abrió la bolsa y sacó una caja de cartón que escurría un poco llena de pescado y papas, dejó de hablar para morder y tragar - Pero ¿qué haces aquí?
Blaise alzó una ceja, dejándose caer elegantemente en la silla que estaba frente al escritorio de Draco.
-Me mandaste una lechuza hace veinte minutos para que te trajera comida -dijo Blaise, hablando lentamente como si Draco fuera un niño pequeño.
Draco se detuvo a mitad de la mordida, tragó rápidamente.
- ¿Lo hice? -preguntó, confundido arrugó el entrecejo. Le dio otra mordida y se relajó en su silla. Merlín ¿había estado tan ocupado que olvidó algo como eso?
Ninguno de los dos notó la cabeza de Harry asomándose por una ventana grande al lado de la puerta. Sus ojos se entrecerraron al ver a Blaise. Se alejó, demasiado enojado como para confiar en que no explotaría si confrontaba a los dos slyhterin. Draco le dijo que estaría ocupado todo el día pero, ahí estaba, a más de una hora de que Ginny había dicho que Blaise había pasado por ahí, aún hablando con el hombre. Su sospecha creció cuando el mago moreno sacó algo de su bolsillo y lo puso en la mesa. Ambos se inclinaron para verlo mejor, sus cabezas se tocaban. No podía oír lo que estaban diciendo pero difícilmente importaba; Draco obviamente le había mentido sobre estar muy ocupado para hablar con él ese día, pues claramente estaba haciendo tiempo para hablar con Blaise.
Harry se dio la vuelta, caminó derecho a la chimenea. Realmente tenía que asegurarse de que Draco y él hablaran esa noche.
TBC
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N/A: Estoy segura de que un día me dará tiempo de contestar todas las reviews, no crean que no las leo, es lo que me anima a continuar publicando, gracias por todas ellas. Este capítulo me enoja XD todo es culpa de la mala comunicación…