7mo Reto (1er Drabble)
Titulo: Los cambios que trae el embarazo.
Fandom: Harry Potter.
Advertencias: Ninguna.
Beta: Angeli.
Palabras: 524.
Notas de Uko-chan: Respuesta al 7mo reto expuesto por LMF. Basada en una frase: “El hombre es un aprendiz y el dolor es su amo”
Sumary: Hermione Granger-Weasley le da una lección a su marido y mejor amigo.
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Los cambios que trae el embarazo.
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Hermione Granger (actualmente Weasley) tocó su estómago hinchado y frunció el ceño en los dos hombres que estaban trayendo las cajas con sus preciosos libros. Hoy continuaban con el mandato que ella les había puesto a su marido y mejor amigo, Harry Potter, para que la ayudaran a vaciar una de las habitaciones que antes se usaba como lugar de estudio.
-¿Pueden apresurarse? No tenemos todo el día.- masculló y se cruzó de brazos por encima de su panza.
Ron puso los ojos en blanco.
-¿Es necesario que lo hagamos hoy?- suspiró, dejando la pesada caja en el piso.- Llevamos tres días yendo y viniendo con todas estas cajas…
-Ron, falta menos de dos meses para que nuestros hijos nazcan, debemos hacer esto ahora, ellos necesitan un lugar para dormir.
-Pero, estoy cansado y me duele todo el cuerpo.- masajeó su espalda.
-Faltan solo tres más, Ron.- consoló Harry, dejando la caja que traía en sus manos.
-Sí, sí, vamos.
Hermione negó con la cabeza y se sentó en su sillón favorito, antes de sacar su varita y convocar una taza de té con su tetera y se sirvió un poco de té de vainilla, mientras esperaban que los otros dos llegasen. No tardaron mucho en aparecer, luciendo más cansados que después de una práctica de Quidditch.
-El hombre es un aprendiz y el dolor es su amo.- comentó, como quien no quiere la cosa.
Fue evidente el hecho que los dos hombres la miraron con cara de no entender nada.
-Están cansados y adoloridos, ¿no?- preguntó ella retórica.- Me alegro.
-¿Te alegras? ¿Pero qué mierda…?
-¡Esa lengua, Ronald!- chilló Hermione, tocando su panza, como defendiendo los oídos virginales de sus gemelos.- Y me alegro, porque ustedes dos son un par de idiotas.
-¿Por qué dices eso?- preguntó Harry, con voz cansada, sentándose arriba de una de las cajas.
-Porque son magos y en ningún momento usaron la magia para traer esas cajas aquí.
Harry y Ron se miraron con incredulidad, antes de dirigir su mirada a la mujer embarazada.
-¡Pero dijiste que no querías que usáramos magia para transportar las cajas!
-Corrección, dije que no quería que transportaran las cajas que contenían la cristalería con magia, por si llegaba a ocurrir algún accidente, nunca dije que los libros o los artículos de hierro no podían transportarlos con magia.
-Pero… pero… ¡¿Por qué no nos lo dijiste antes?!- exclamó Ron, mirando con furia a su mujer.
-Porque en todo momento esperé que ustedes aprendieran de sus errores del pasado, cuando siempre les decía que podrían usar magia en vez de la fuerza bruta, pero como no usaron su cerebro en ningún momento, como para llegar a esa conclusión, los dejé matarse.
Dicho eso, la mujer de pelo alborotado se levantó de su sillón con la delicadeza de una reina y salió del salón abarrotado de cajas.
-Por Merlín, compañero,- masculló Harry, mirando la puerta que acababa de abandonar su mejor amiga.- ¿Ella es absolutamente cruel cuando está en estado, uh?
-No hace falta que lo digas.- gimió Ron, masajeando sus hombros.- Solo espero que regrese a la normalidad una vez que nazcan los niños.
¡¡¡Fin!!!