Drabbles de Jakedward.
Entre perros y sanguijuelas.
Disclaimer: Los personajes de esta historia son propiedad de Stephanie Meyer y probablemente alguien más. Esto es puro entretenimiento y no me reporta beneficio económico alguno.
Sumario: Bella vino a Forks, pero Jacob Black llegó primero a la vida de Edward Cullen. Drabbles de Jakedward.
Parejas: Jacob Black/Edward Cullen (seme/uke), menciones de otras.
Aclaraciones y Advertencias: UNIVERSO COMPLETAMENTE ALTERNATIVO. Probablemente Mpreg, algo de OOC (Vamos, es un fanfic) y lemon. No beteado. Todos los errores son míos.
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Comportamiento extraño.
Jacob y Lucas miraron como Edward caminaba de un lado para otro en el salón de la mansión Cullen, murmurando para sí, frunciendo el ceño y dejando salir suspiros innecesarios para un inmortal como él.
-Papá, ¿Qué le pasa a la mami? -preguntó el niño de tres años, dejando en el piso la pieza del rompecabezas que estaba armando con su papá, era más entretenido mirar a su madre justo ahora.
-No sé -Jacob se encogió de hombros y continuó con el rompecabezas. -Tu mami tiene la cualidad de actuar de una forma que nunca puedo descifrar.
-Pero… él está hablando sólo. Lelo Carlisle tiene libros que dicen que la gente que habla sola es loca -murmuró seriamente. Sus ojos verdes oscuros se veían preocupados.
Jacob dejó salir una carcajada, pero al ver el ceño fruncido de su hijo, tosió, intentando cubrir sus risas.
-Mamá no está loco, tú sabes que él puede escuchar voces en su cabeza, así que murmurar sus pensamientos lo ayuda a pensar mejor.
-Ya sé, pero es extraño, sin embargo.
-Mmmhhh.
-¡¡¡Argh!!! ¡Maldición! -gritó Edward de repente, estirando sus cabellos, antes de salir de la casa.
Su grito asustó a los otros dos en la sala, que lo miraron irse con los ojos abiertos. Edward nunca gritaba y mucho menos, nunca maldecía. No en frente de su bebé al menos.
No bien él estuvo afuera, Alice Cullen vino bajando por las escaleras, sonriendo muy satisfecha. Jacob frunció el ceño.
-¿Qué le has dicho tú, Ada Maligna?
-Le dije que lo veía volviendo a perder su figura.
Los ojos de Jacob se abrieron en alarma por un segundo entero, hasta que después frunció el ceño.
-Tú no pudiste haber visto eso, porque yo estaría involucrado. Tú no puedes ver el futuro de los hombres lobos.
-Lo sé, pero mi hermano tonto no pensó en eso todavía -guiñó un ojo, antes de poner mala cara-. Es sólo una pequeña venganza, por haber descompuesto mi coche.
Dicho eso, ella se dio media vuelta y se fue.
Jacob se preguntó, una vez más, si es que a estos Cullen les faltaba un tornillo (a todos, menos su hijo).
Fin.