Finalmente... ¡Adiós!

Jan 16, 2012 16:37

¿Cuántas veces uno dice "ya fue"? Pero ni bien se dicen esas palabras uno siente que, en realidad, "ya fue" no fue nada. Todavía sigue ahí, clavado en el pecho, como un algo que acecha y que se presiente no se irá hasta que finalmente, un día, uno despierte y sienta una liviandad, una extrañeza, un sentimiento de "¿falta algo?" y uno no reaccione hasta que ese "ya fue" haga eco en la cabeza. Al rato vamos a reírnos porque así de torpes somos, no nos damos cuenta de las cosas al instante, no las captamos cuando las tenemos que captar y después nos arrepentimos pero se sigue adelante porque la vida nos enseño que así deber ser. 
 Y bueno, Maxi es ese "ya fue" en mi vida que aparece, recurrente, que va y que viene. Un fantasma abrasivo. Debo admitir, pasé por todas las etapas: "me gusta" "y... es más que gustar" "¡pero qué boludo!" "¿por qué hizo eso?" "¡lo detesto!" "la verdad que, ¡pobrecito!" "sí, lamentablemente me sigue gustando" "¡uhh, ya está, no quiero saber más de él!" "¡pero hacete dar!" "así es la vida..." "sin rencores hay que seguir adelante, si es gay es gay" 
  Sí. Al final, resultó que Maxi (quien cruzaba las veredas para saludarme, se pasaba las horas de clases mirándome fijamente, algunas veces ni siquiera me miraba al pasar a mi lado, me dejaba comentarios ambiguos en mi facebook, me dedicaba videos, "se ponía celoso" cuando me veía con otros chicos) es gay. Carlitos, es su pareja y con quien ahora va a convivir. 
 "Frágil, nos estamos mudando" La imagen (una caja, un osito, un personaje de Naruto y un monitor) tenía por leyenda "JUNTOS!!!!!" Si vos en mi lugar hubieras leído eso, ¿cómo te sentirías? ¿Frustrada? ¿Engañada? ¿Burlada? No voy a mentir. Sí, me sentí una boluda. Sentí que era injusto que nadie me diera una corona (o una tiara de strass) y unas rosas como suelen hacer en los concursos de belleza a esas chicas muy bonitas que salen elegidas reinas. Bueno, yo me sentí la reina de las boludas, pero lo mío era más patético porque ni siquiera una tiara pedorra recibí. Me reí sujetándome la cara, pensando "lo sabía, lo sabía" y sin embargo, por mucho tiempo decidí engañarme. Pero, llegamos al fin de esta historia que jamás tuvo un comienzo si quiera. Una historia llena de momentos extraños, momentos lindos, no tan lindos, escenas bochornosas (cómo esperar a que Maxi saliera del baño para confesarme), y todo lo que uno se puede imaginar cuando está "enamorado"; todas esas situaciones que preferiría olvidar pero que, en realidad, todavía siguen latentes.
"Quiero creer que las cosas que hizo no fue de hijo de puta. Pasó por una etapa de confusión, nada más pero ya la superó y ahora se ve que es feliz"
"Igual, para mí sí histeriqueó"
Me dijo Lucía, ella mi amiga incondicional que estuvo en una y todas esas etapas por las que pasé (y por muchas otras situaciones que uno pasa en la vida y que a uno le gustaría que no pasaran) . Sí, la verdad es que yo también lo creo y en es un hecho que no se puede negar. Me pregunté, hoy cuando me desperté, ¿por qué a pesar de todo sigo pensando que la gente no tiene maldad? Es claro, muy evidente, que la gente tiene esa cosa, está en su naturaleza, ese egoísmo absoluto. Aún así yo, a pesar de que se rieron de mí porque, Montserrat (amiga de Maxi) no fue para nada disimulada cada vez que me veía, decido pensar que fue una etapa de confusión y nada más. 
"Un puto arrepentido que pasó por una etapa de confusión y que ahora vuelve a ser puto" 
Y bueno, no queda nada más. Me río y por ahí tengo ganas de llorar. Me siento en la computadora y hago una lista de las canciones que escuché y que me hicieron acordar de él. Las borro. Me conecto, miro su Facebook, la imagen de la caja con la leyenda sigue ahí, él subió un video. Pero ya nada tiene sentido. Estos sentimientos abstractos se van pero están ahí, todavía, y yo espero que definitivamente se vayan sin avisarme así un día despierte y piense "¿me falta algo?" La verdad que nada.

minako's talk

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