Coming out
Coming Out
(título provisorio)
jyj; romance/drama/humor (?)
pg-13; YooSu/JaeSu
01.
“¿Qué vas a hacer hyung?”
Jaejoong levantó la cabeza, Junsu lo miró expectante. Para darle un poco de efecto a su respuesta o simplemente porque pensaba duramente qué responder, Jaejoong mantuvo silencio por unos buenos minutos.
“Voy a quedarme en casa. ¿Estás invitándome a salir Su?”
“¡Hyung!”
El menor lanzó una mirada de disgusto a su amigo, rió nerviosamente y llevó sus dedos a sus cabellos aplastandolos a un costado en una fraccion de segundos.
Jaejoong rió suavemente, sus manos moviéndose horizantalmente-hacia delante- buscando el calor que irradiaban las pequeñas manos de Junsu. Por un buen rato solo se quedo mirandolo, como buscando algo en los vidriosos ojos. Jaejoong alejó sus manos, su mirada a un costado y una sonrisa ladeada.
“Ya sé pequeño. Lo sé desde que te conozco.”
Junsu frunció el seño. No era una mirada acusadora, ni tampoco una mirada de decepción, Jaejoong reconocía esos pequeños ojos que brillaban con genuina curiosidad y confusión. <
> Con esa confidencia, como si se tratara de él mismo, Jaejoong era capaz de traducir los gestos de Kim Junsu.
“Bueno, puede que Yoochun me contara algo… ¡pero él jamás me dijo nada directamente!”
Junsu frunció los labios, no le gustaba enterarse que su mejor amigo lo había traicionado. Bueno, no sinceramente pero, se sentía un poco dolido. Jaejoong era su hermano de cariño -él favorito de su círculo- pero había cosas que ni siquiera él sabía. Secretos que compartía sólo con Yoochun.
“¿No te molesta, verdad? Bueno, puedo entender que te sientas un poco incómodo y que las cosas cambien. Sinceramente no me gustaría que fuera así porque te aprecio mucho hyung…”
“Kim Junsu, no soy esa clase de persona, ¿sí? Soy amplio de criterio y creo que sos consciente de cuanto te quiero, tanto que soy capaz de perdonarte todo. Incluso que no me hayas contado.”
Junsu se sintió avergonzado. A veces su egoísmo lo cegaba y le impedía ver las cosas con claridad.
“No tenés por qué sentirte mal Su, lo dije en joda. Además, te soy sincero, siempre lo sospeché.”
“¿Se supone que eso me tiene que hacer sentir mejor?”
“¿Y por qué no? ¡No deberías avergonzarte de lo que sos!”
Junsu sonrió. Jaejoong, su hermano de acero -como prefería llamarlo- jamás cambiaría y daba gracias a Dios, el señor, de tenerlo cerca.
La tarde pasó desapercibida, con una que otra charla sin importancia, unos cuantos snacks (que Jaejoong obligó a Junsu comer), risas, recuerdos vergonzosos y fotos tontas. Junsu miró la hora y decidió que tenía que retirarse si no quería escucharle la boca a su hermano gemelo, Junho. Algunas veces su hermano podía llegar a ser demasiado insoportable.
“Me tengo que ir, Junho hyung debe estar preocupado.”
“¿Para qué existen los celulares?”
“Lamentablemente Junho hyung lo tiene roto.”
Jaejoong largó una risa que lo hizo ahogar. Junsu mantuvo cara de poker sin entender el motivo de la risa. El mayor no se lo contaría, así que suspiró levantando su pesado saco de la silla y sus cosas (el celular que le regaló su hermano, las llaves del departamento y del auto) de la mesa.
“Junsu”
El morocho giró su cuerpo, justo antes de abrir la puerta de su Maserati blanco (los privilegios de trabajar en una buena compañía) y miró atento a su amigo. El tono de voz -serio, firme- le contrajo el pecho. Un pequeño empujón en su interior que lo puso alerta.
“Si me hubieras conocido primero, ¿crees que las cosas serían distintas?”
Junsu era estúpido por naturaleza, había nacido con una terrible falla en su placa madre. Jaejoong decidía hablar un lenguaje completamente inentendible - pero era capaz de darse cuenta de algunas cosas como el significado “indirecto” en las palabras de su adorado hermano de acero, su predilección a “jugar al hacerme el boludo” era otro tema.
“¿Eh?”
Jaejoong sonrió con tristeza <> Junsu abrió la boca para justificar su indiferencia pero no pudo juntar palabras coherentes en su lengua.
“Vas a llegar tarde Su. Mandame un mensaje cuando llegues a casa.”
Y así fue como a Junsu le costó conciliar el sueño y Yoochun tuvo que sufrir las consecuencias del insomnio de su amigo.
“¿Hasta qué hora pensas tenerme despierto, ah?”
Junsu se mordió la uña de su dedo índice.
“¿Sabías que Jae hyung es…?”
“¿Es qué?”
“¿Gay?”
“…”
“¡Mierda! ¿Qué voy a hacer Yoochun?”
“¿De dónde sacaste que Jae es gay?”
“¿Cómo lo voy a mirar a los ojos ahora?”
“¡Pará! ¿De qué estás hablando? A parte, ¿no sos gay para empezar?”
El aire fue el único que reprodujo un débil quejido en la línea, ninguno habló por unos segundos. Junsu lamentaba ser impulsivo, haber dejado que su confusión lo atormentara a tal punto. Yoochun fruncía el ceño sin poder comprender -pero sospechaba- la situación que le planteaban. Una ola de ansiedad pateándole el estómago.
“Junsu… ¿Jae te dijo algo?”
“No, nada. En realidad olvidate que alguna vez mencioné algo, Jae es perfectamente un heterosexual normal. Mejor me voy a dormir. Yoochun hyung, uhm, buenas noches.”
Yoochun no pudo siquiera respirar, para cuando quiso aportar un pedazo de opinión el molesto ruido “tu-tu-tu-tu” galopeaba en la línea. Suspiró tirando su celular sin preocupación alguna por si le provocaba algún daño. Por culpa de Kim Junsu, Park Yoochun no podría dormir esa noche -y estaba seguro que la próxima no sería distinta-