Me miran como un demente solo porque mis ideas no calzan en lo que ellos consideran una persona “normal”, como si nos pudieran hacer a todos en molde.
Trato de aparentar cordialidad pero a la larga se vuelve insufrible ser quienes ellos quieren. De repente me levanto y dijo “este soy yo” pero nadie me hace caso. En el peor de los casos solo se referiran a mi como “la oveja negra” de la familia.