Quiero charlar de unas leyes que nacieron en la imaginación enfermiza de nuestro gobierno. La legislación rusa es dirigida a la reducción y limitación de los derechos de la gente. Hay una chista, la cita de un politico: «Queríamos como mejor y todo salío como siempre”. Esta cita refleja por completo lo que pasa en la esfera de actividad del gobierno.
En primer lugar, es la ley “de Dima Yakovlev”, que prohiba los extranjeros cojer los niños rusos en sus familias. Es decir, nuestro gobierno tipo de protege los intereses de los niños a quien en Rusia nadie quiere. “Todos niños rusos deben morir en Rusia”. Esa ley provoca muchas contradicciones. Pero no hay un politico quien cojiera en su familia un niño-minusválido. Y miles y miles de niños huérfanos quedado sin el hogar.
En segundo lugar, el gobierno declara que deberíamos soportar los productores rusos y resulta que no tengamos la oportunidad de elegir.
El Ministerio de la sanidad haciendo como que cuida de nuestra salud, prohibe vender y consumir el queso de Ucrania, las boquerones de Letonia, et cetera y además los medicamentos que no tienen los análogos en Rusia.
Pero no sé ni uno politico que llevara solamente los trajes y las camisas de Rusia, comiera solamente la comida rusa y bebiera solamente vodka y vino de Krasnodar.
Sí, en Rusia hay las leyes contra la contaminación de la naturaleza y otras cosas perjudiciales, pero nadie controla el cumplimiento de estas leyes. Por un lado, es bien, puesto que así subsiste una parte de la libertad. Y por otro lado, esta situación provoca la impresión de la impunidad. Tipo de todo se puede y nada pasará. Por tanto hay muchos conductores que no consideran las leyes y aparcan por los céspedes o por las aceras. Yo rasco aquellas coches por las llaves. Es que yo atiendo a reglas y quiero que otras personas las atiendan tabmién.