Nov 27, 2010 10:20
"Yago duerme como si acabara de nacer, y yo estoy sentada en su ordenador. Siento que soy una pesada, un poco molesta, pero no puedo dormir tan pegada a alguien, no lo hice con Juan y por supuesto no lo haré con él. Yago tiene unos ojos de pájaro, ¿quizá también sea un pájaro? Estoy muy borracha, dos cubatas de Bacardí limón sin hielo, soy una campeona."
Esta mañana siento ganas de irme otro rato al hospital pero no puedo (no hay medios) así que me quedaré en la cama un rato, a esperar.
Ayer se me acabó la esperanza, no pude evitar llorar, preguntar, querer saberlo "¿me quieres?", sí, te quiero, pero no quiero volver, vale, y cuando acabes la oposición, no lo sé, según pienso ahora no, pero no lo sé. Entonces, en realidad, no se acabó la esperanza, o sí, yo que cojones sé. Estoy muy mal hablada pero es que ya vale todo. Mi madre dice que volverá, y que quizá le tocará llorar. Yo sé que no. O sí. Yo que cojones sé.
Y vi que Juan había cambiado mucho y que en este tiempo bebió mucho y fumó mucho, incluso fue a un local de striptease porque estaba muy borracho y quería sentirse como en Los Soprano.
Cuando fui a ver a Alberto porque quería llorar, me dijo que tenía ganas de darme un guantazo pero no lo iba a hacer. Almu dijo que Juan no es valiente, y es cierto, Juan no es valiente, hace lo que su padre quiere que haga, ser un viva la virgen, estudiar y hacer que esté orgulloso de él, pero yo se que Juan no le importa, o le importa a su manera, pero basicamente le quiere para realizarse. Almu, Alberto y yo fuimos en el taxi, les conté lo de Yago y me dijeron que qué guay. Me bajé del taxi y Yago estaba allí, y me gustó verle los ojos, los ojos de pájaro.