*Parecía ser que los gemelos ni siquiera habían reparado en que él se encontraba también en la habitación. Cierto, tenía las cortinas de la cama corridas por completo, pero no era excusa... tener tan poco sentido de la verguenza
( ... )
*la intrusión de los dedos de su hermano sinceramente le estaba doliendo, pero sabía que era culpa suya al ponerse tan ansioso y caer con tanta facilidad en los juegos de Hikaru, quién solo tenía que mirar para el lado y ya le hacía creer que no terminaría de cogérselo. Suspiró mientras se aferraba a la camisa -ya arrugada- de su gemelo. Le encantaba que lamiera su cuello, era algo tan erótico ver solo su cabello mecerse sobre sus mejillas o bajo su nariz. Ya ubicado a horcajadas de su sensei se acomodó bien y pudo disfrutar con mayor libertad de las acciones de Hikaru. Ya estaba mas tranquilo aunque el punzante dolor no desaparecía del todo, pero un poquito de molestia siempre era agradable, convertía el placer prohibido en algo realmente excitante por lo que nunca rechaza una soportable dosis de incomodidad. Besó nuevaemnte al otro y comenzó a masturbarse al tiempo que movía las caderas al ritmo que su gemelo imponía en su trasero con sus dedos.*
*Terminó por quitar la braga, dejándola a medio camino, sintiendo su pulsante miembro erguido, comprendiendo que ya no podía retrasarse más. Todo lo que había soportado era puro mérito de la actuación montada, pero sabía que ambos no aguantaban mas. Quitó los dedos, afirmándo sus manos alrededor de la cintura de su hermano, y con parsimonía majestuosa lo acomodó de manera en que solo asomó la punta de su pene en la entrada. Luego sus manos comenzaron a deslizarse por espalda, recorriendo los flancos de su cuerpo, regresando a la cintura, para penetrarlo a penas.*
*Todavía mirando, siente el rostro arder, consciente de que debe estar fucsia. La camisa le molesta, y ni hablar del pantalón. Reaccionando casi como si pudiera sentir las caricias de los gemelos sobre su propio cuerpo, su respiración se coordina con la de ellos y cuando ve a Hikaru iniciando las preliminares de la penetración, se tiene que morder una mano para contener un gemido.
Agradece entonces que las cortinas sean tan espesas. Sin cuestionarse ya si es correcto o no lo que hace, sujeta en una mano ambas cortinas de modo que no se abran pero la rendija permanezca, y desliza una mano por dentro de su camisa, acariciándose el vientre. No se atreve a hacer más que eso, con algo de temor a ser descubierto. Pero sus dedos (fríos) sobre la piel caliente se sienten como una bendición.*
*el peso apenas sostenidos por los muslos temblorosos y el cuerpo agitado por un ansia acumulada que quería explotar. Los brazos caídos como peso muerto, la blusa enganchándose apenas en un hombro para no caer por completo, la corbata absolutamente perdida. Solo las trabas azules permanecían en su sitio, intocables, perfectamente alineadas. La falda plisada arrugada, con aquella "carpa" en donde la tela se levantaba y asomaba parte de su ingle y sus testículos. No quería voltear a verse a sí mismo y sucumbir ante el erotismo de la imagen proyectada. Las manos de Hikaru paseaban por su espalda y su cintura, moviendo lo justo y necesario para que se enterara que su pene estaba ahí, hasta que finalmente le permitió comenzar a dejar caer su peso, sin embargo fue apenas un atisbo, y sus pobre piernas tuvieron que soportarle de nuevo, a medio camino, débiles como el cristal*
...Sensei... no... no voy a aguantar mucho así... *le rogó arrugando aún más la camisa de él entre sus puños
( ... )
*Sujetándose del cuerpo de Kaoru, logró penetrarlo un poco más, moviéndose él y moviéndo a su hermano también. Soltaba gemidos y de vez en cuando ahogaba gritos de placer. Buscaba desesperado algo con que apaciguar sus suspiros y respiración agitada, apoderandose de la boca de su gemelo una vez más. Sus piernas temblaban un poco también por la fuerza que debía realizar al moverse y mantener el mismo peso suyo sobre sus piernas, pero lo primordial eran el resto de sensaciones que lo llenaban de placer. Se dejó caer de espaldas, sin dejar de penetrarlo, acelerando un poco el ritmo de sus embestidas*
*lanzó un grito cuando su hermano entró por completo en él, sintiéndose lleno y absolutamente embriagado con la sensación eléctrica que lo recorría. Dejándose llevar fue empalado continuamente, hasta que hikaru se tendió en la cama, por lo que tuvo que comenzar a dictar él mismo un ritmo adecuado para ambos. Suavemente se levantó hasta dejar solo la punta adentro, y con un dedo en su boca y la otra sujetándose en el torso de su hermano, se dejó caer, usando su peso para llegar más allá. Luego de repetir eso varias veces, optó por un rebote más corto, mientras jugaba con sus tetillas, inclinándose sobre su sensei de tanto en tanto, buscando un beso o un contacto más íntimo. Le gustaba cuando él tomaba sus nalgas y las apretaba al tiempo que se movían juntos, para despues cerrar los ojos e imaginar el miembro de Hikaru entrar y salir de ese pequeño agujero que era su entrada.*
Me gusta sensei.... *le delineó los labios con la punta de los dedos antes de ralentizar el ritmo y susurrar contra sus labios* ... quiero más sensei...
*Respiraba al ritmo de Kaoru, realiazando menos esfuerzos mientras su hermano se encargaba de penetrarse prácticamente él solo. Sus manos viajaban por sus muslos hasta las nalgas, presionando sobre ella. De vez en cuando masturbaba el miembro también erguido de su hermano, proporcionándole algo del placer que se dedicaba de recibir de su parte*
T-te gusta... ahh-h!
*Arqueó la espalda, embistiendo con cierta brusquedad, y tras un rápido movimiento, logró terminar encima de Kaoru, levantando con poca dificultad una de sus piernas y colocándola sobre su cadera. Lamió y mordió sus labios a la vez que volvía a penetralo*
*lanzó una exclamación ante el cambio repentino de posiciones, pero sonrió con enorme lascivia cuando vio a su hermano sobre él, invitándolo a continuar. Levantó un poco la cadera, buscando una posición más cómoda mientras subía los brazos y se sujetaba contra el cabezal de la cama. Mientras Hikaru le mordía la boca gimió con fuerza, cerrando los ojos para dedicarse solo a sentir. De tanto en tanto se masturbaba o sujetaba de las sábanas. Incluso un par de veces tuvo que sujetarse de su propio hermano, que amenazaba serieamente con romperlo si continuaba así*
...Hikaru... *ya no había mente para la fantasía, de la falda ni se acordaba y apenas las blancas y largas calcetas aún encajadas en sus piernas bonitas eran vestigios de su sesión de cosplay anterior al sexo que llevaban ahora*
*Acarició con vehemencia la pierna temblorosa de Kaoru, delineando sus flancos luego, y deteniéndose en los pezones que comenzaba a estimular con leves toques que se convertían en pellizcos. Tardó un poco en procesar que Kaoru ya no continuaba con el juego empezado, y él mismo perdió la noción de cuando había comenzado a olvidarse del mismo.
Descendió por el cuello, lamiendo y succionando la piel que cubre las clavículas, a la vez que buscaba una mejor pocición en la cual le fuera posible continuar penetrándolo sin desistir.*
*aprovechando el ligero lapsus que su hermano estaba dando -planeando cosas nuevas, estaba seguro- se removió un poco, intentando ordenarle a sus frágiles piernas que le ayudaran a voltear. Alejó un poco a Hikaru de sí mismo, sacando por completo el pene de él de su interior, y finalmente logró la posición que quería, de espaldas a su gemelo, trasero levantado y dispuesto, mientras intentaba retomar el aire. Entonces lo miró por sobre su hombro y sonrió, al tiempo que comenzaba a masturbarse de nuevo.*
*No esperó mucho más. Una vez recuperado el aliento, se colocó detrás de su hermano, tomándolo con firmeza de las caderas, tirando de la pollera para quitarla por completo, y procedió a embestirlo nuevamente.
Se inclinó aún más hasta respirar y gemir sobre la nuca de Kaoru,apoyando el torso completamente sobre él, moviéndose con mayor facilidad dentro de él, buscando el ángulo exacto donde el dolor y el placer se fusionaran. Lamió y beso todo su cuello, moridiendo también el cartílago de su oreja de manera que sus gemidos se apagaran un poco*
*La escena le hipnotizaba. Cada gemido que escuchaba en el aire le provocaba un escalofrío ardiente que bajaba hasta su entrepierna y se anudaba ahí. Tomó su miembro por sobre el pantalón, mordiéndose un labio para no dejar salir ni un sonido, y pasó la palma en círculos de manera experimental sin despegar los ojos de la renidija, con un ángulo de visión privilegiado que le permitía ver a ambos gemelos de cuerpo completo. Deshizo entonces el botón de sus pantalones, buscando acomodarse mejor, y el ritmo frenético al que se movían los gemelos le provocó un ansia terrible de encontrarse junto a ellos (de ser posible, en medio) que no intentó desechar. Se quedó en su sitio, pero comenzó a imitar los movimientos de Hikaru con una mano sobre su propio cuerpo, masturbándose con la otra al ritmo de sus embestidas
( ... )
*a pesar de estar concentrado en las sensaciones que Hikaru le entregaba entrando en él y causándole escalofríos sobre sus puntos erógenos -la nuca y las orejas, principalmente- no pudo evitar sentirse atraído por ese sonido extraño... ese... gemido que no era suyo ni de su hermano. Su gemelo entonces lanzó la primera estocada con un gruñido, arrancándole un gemido, curvando el torso, antes que el otro cargara su peso contra su espalda y lo llevara de vuelta a la cama. Entonces lo escuchó de nuevo... no podía ser justamente esa voz... Y lo vio. El temblar de las cortinas de la cama del frente... pero... ¿Acaso él los espiaría de esa forma?...*
*Tardó un poco más en caer en la cuenta de que ambos estaban siendo observados, nada mas ni nada menos por Tamaki Suoh, el Rey del Hots Club. No había cedado sus emebestidas hasta que las palabras de Kaoru llegaron a su mente y fueron fácilmente interpretadas. Extasiado, se apartó del contacto con el cuerpo de su hermano, para observar con una ceja enarcada a su Señor. Pero aquella expresión desconcertada, se transformó en una sinuosa y maliciosa, con el característico brillo de maldad en sus doradas pupilas. Aún jadeando logró hablar sin realizar demasiado esfuerzo en articular palabras*
*sin saber porqué, todo movimiento se detuvo. Preocupado, miró sobre su hombro, pensando que lo que había dicho había molestado a su hermano. No era para menos, en medio de un polvo increíble que nombren a alguien que no eres tú ha de ser desagradable, sin embargo lo único que alcanzó a ver, fue ese brillo perverso en sus ojos entrecerrados. Apoyó la mejilla en la cama y se permitió respirar con calma. Eran segundos sagrados antes de la nueva ocurrencia de su gemelo, y tenía la impresión de que sería bueno descansar un poco*
...¿Qué se yo porqué está mirando?... también es humano... necesitará sexo de vez en cuando...
Reply
Suspiró mientras se aferraba a la camisa -ya arrugada- de su gemelo. Le encantaba que lamiera su cuello, era algo tan erótico ver solo su cabello mecerse sobre sus mejillas o bajo su nariz.
Ya ubicado a horcajadas de su sensei se acomodó bien y pudo disfrutar con mayor libertad de las acciones de Hikaru. Ya estaba mas tranquilo aunque el punzante dolor no desaparecía del todo, pero un poquito de molestia siempre era agradable, convertía el placer prohibido en algo realmente excitante por lo que nunca rechaza una soportable dosis de incomodidad.
Besó nuevaemnte al otro y comenzó a masturbarse al tiempo que movía las caderas al ritmo que su gemelo imponía en su trasero con sus dedos.*
Sensei...
Reply
Quitó los dedos, afirmándo sus manos alrededor de la cintura de su hermano, y con parsimonía majestuosa lo acomodó de manera en que solo asomó la punta de su pene en la entrada.
Luego sus manos comenzaron a deslizarse por espalda, recorriendo los flancos de su cuerpo, regresando a la cintura, para penetrarlo a penas.*
((porno!avatar yay! =D))
Reply
Agradece entonces que las cortinas sean tan espesas. Sin cuestionarse ya si es correcto o no lo que hace, sujeta en una mano ambas cortinas de modo que no se abran pero la rendija permanezca, y desliza una mano por dentro de su camisa, acariciándose el vientre. No se atreve a hacer más que eso, con algo de temor a ser descubierto. Pero sus dedos (fríos) sobre la piel caliente se sienten como una bendición.*
Reply
Los brazos caídos como peso muerto, la blusa enganchándose apenas en un hombro para no caer por completo, la corbata absolutamente perdida. Solo las trabas azules permanecían en su sitio, intocables, perfectamente alineadas.
La falda plisada arrugada, con aquella "carpa" en donde la tela se levantaba y asomaba parte de su ingle y sus testículos.
No quería voltear a verse a sí mismo y sucumbir ante el erotismo de la imagen proyectada.
Las manos de Hikaru paseaban por su espalda y su cintura, moviendo lo justo y necesario para que se enterara que su pene estaba ahí, hasta que finalmente le permitió comenzar a dejar caer su peso, sin embargo fue apenas un atisbo, y sus pobre piernas tuvieron que soportarle de nuevo, a medio camino, débiles como el cristal*
...Sensei... no... no voy a aguantar mucho así... *le rogó arrugando aún más la camisa de él entre sus puños ( ... )
Reply
Sus piernas temblaban un poco también por la fuerza que debía realizar al moverse y mantener el mismo peso suyo sobre sus piernas, pero lo primordial eran el resto de sensaciones que lo llenaban de placer.
Se dejó caer de espaldas, sin dejar de penetrarlo, acelerando un poco el ritmo de sus embestidas*
Reply
Dejándose llevar fue empalado continuamente, hasta que hikaru se tendió en la cama, por lo que tuvo que comenzar a dictar él mismo un ritmo adecuado para ambos.
Suavemente se levantó hasta dejar solo la punta adentro, y con un dedo en su boca y la otra sujetándose en el torso de su hermano, se dejó caer, usando su peso para llegar más allá. Luego de repetir eso varias veces, optó por un rebote más corto, mientras jugaba con sus tetillas, inclinándose sobre su sensei de tanto en tanto, buscando un beso o un contacto más íntimo. Le gustaba cuando él tomaba sus nalgas y las apretaba al tiempo que se movían juntos, para despues cerrar los ojos e imaginar el miembro de Hikaru entrar y salir de ese pequeño agujero que era su entrada.*
Me gusta sensei.... *le delineó los labios con la punta de los dedos antes de ralentizar el ritmo y susurrar contra sus labios* ... quiero más sensei...
Reply
Sus manos viajaban por sus muslos hasta las nalgas, presionando sobre ella. De vez en cuando masturbaba el miembro también erguido de su hermano, proporcionándole algo del placer que se dedicaba de recibir de su parte*
T-te gusta... ahh-h!
*Arqueó la espalda, embistiendo con cierta brusquedad, y tras un rápido movimiento, logró terminar encima de Kaoru, levantando con poca dificultad una de sus piernas y colocándola sobre su cadera. Lamió y mordió sus labios a la vez que volvía a penetralo*
Reply
Levantó un poco la cadera, buscando una posición más cómoda mientras subía los brazos y se sujetaba contra el cabezal de la cama.
Mientras Hikaru le mordía la boca gimió con fuerza, cerrando los ojos para dedicarse solo a sentir.
De tanto en tanto se masturbaba o sujetaba de las sábanas. Incluso un par de veces tuvo que sujetarse de su propio hermano, que amenazaba serieamente con romperlo si continuaba así*
...Hikaru... *ya no había mente para la fantasía, de la falda ni se acordaba y apenas las blancas y largas calcetas aún encajadas en sus piernas bonitas eran vestigios de su sesión de cosplay anterior al sexo que llevaban ahora*
Reply
Tardó un poco en procesar que Kaoru ya no continuaba con el juego empezado, y él mismo perdió la noción de cuando había comenzado a olvidarse del mismo.
Descendió por el cuello, lamiendo y succionando la piel que cubre las clavículas, a la vez que buscaba una mejor pocición en la cual le fuera posible continuar penetrándolo sin desistir.*
Reply
Alejó un poco a Hikaru de sí mismo, sacando por completo el pene de él de su interior, y finalmente logró la posición que quería, de espaldas a su gemelo, trasero levantado y dispuesto, mientras intentaba retomar el aire. Entonces lo miró por sobre su hombro y sonrió, al tiempo que comenzaba a masturbarse de nuevo.*
Vamos Hikaru... adentro...
((referencia de la posición... tu avatar XD))
Reply
Se inclinó aún más hasta respirar y gemir sobre la nuca de Kaoru,apoyando el torso completamente sobre él, moviéndose con mayor facilidad dentro de él, buscando el ángulo exacto donde el dolor y el placer se fusionaran. Lamió y beso todo su cuello, moridiendo también el cartílago de su oreja de manera que sus gemidos se apagaran un poco*
Reply
Reply
Su gemelo entonces lanzó la primera estocada con un gruñido, arrancándole un gemido, curvando el torso, antes que el otro cargara su peso contra su espalda y lo llevara de vuelta a la cama.
Entonces lo escuchó de nuevo... no podía ser justamente esa voz...
Y lo vio. El temblar de las cortinas de la cama del frente... pero... ¿Acaso él los espiaría de esa forma?...*
¿T-Tamaki...-senpai?
Reply
Extasiado, se apartó del contacto con el cuerpo de su hermano, para observar con una ceja enarcada a su Señor.
Pero aquella expresión desconcertada, se transformó en una sinuosa y maliciosa, con el característico brillo de maldad en sus doradas pupilas.
Aún jadeando logró hablar sin realizar demasiado esfuerzo en articular palabras*
¿Que hace observando?
Reply
Apoyó la mejilla en la cama y se permitió respirar con calma. Eran segundos sagrados antes de la nueva ocurrencia de su gemelo, y tenía la impresión de que sería bueno descansar un poco*
...¿Qué se yo porqué está mirando?... también es humano... necesitará sexo de vez en cuando...
Reply
Leave a comment