Como el Narciso postmoderno
Es que me puse a leer mis antiguas entradas de blog. Y me di cuenta de varias cosas.
Primero, que le dedicaba más tiempo y cariño a esto XD
Segundo, que realmente escribía cosas sobre mi día (creo que retomaré la costumbre, aunque verano es algo de tiempo muerto para mí. Ya porque hay tanto sol y calor no me dan ganas de salir temprano y duiorfwueoe cosas XD)
Tercero y lo más interesante: amorilmente, está más o menos la historia de mi vida desde hace un año atrás. Sólo que cada vez se va haciendo más difusa la narración y con grandes espacios en blanco. Bueno, mi parte favorita es el pre, así que dejo extractos del pre:
28 de febrero, cuando C publicaba sus planes para ese año (que no realizó en su totalidad, algunos por fuerza personal, otros por fuerza mayor. Pero otros sí los hizo, quizás los menos esperados) y dice al respecto:
· Amor. ¿Amor? ¡No bromees! Es que ponerme a pensar en eso, teniendo en cuenta que si todo sale bien no estaré dentro de un año y medio... podría volverse más tema de juego y diversión o de dolor por la partida. No es que no desee arriesgarme, pero también quiero probar el sabor local de Japón XD No, no. Pero, bueno, la verdad es que hace poco no logro sacar de mi mente la sonrisa de cierto joven muy muy poco contactable. Barreras de idioma, barreras geográficas... Hm, pero todo se resolverá con algo de tiempo. Y siempre se puede improvisar. La motivación es lo primordial (no lo único, por desgracia T^T)
23 de abril, en que C sufre por cosas menores de la vida diaria pero se alegra por encontrar un organillero:
¿Veré al individuo indeterminado mañana? De hacerlo, seguramente será cuando no tenga tiempo. Tengo que ir donde el profe Wilson y ver a una de mis alumnas.
Mundo, ¿me estás diciendo que, una vez que he pensado en renegar temporalmente de mi condición más sensiblemente humana, debo seguir así? Entiende. Lo he pensado mejor. Quizás no sea tan malo tener un momento sentimental, quizás más que un momento. Dame la ocasión afortunada de encontrarme con esa persona, quiero hablarle.
Quiero hablarle y confirmarme en la acción. Existir, eso es. Tanto estudio y lectura han anulado demasiado mi noción de existencia. Tengo un miedo terrible a llegar a la no-existencia perpetua. Lo he sentido y he vuelto, pero es demasiado horrible. Quiero existir, y si he de hacerlo mediante la confirmación en la acción, venga no más, papito.
26 de abril, en que C tiene mucho que hacer, para variar:
Después, ir a la universidad. A ver a la jefa, a hablar con Ariel Ochoa, a pedir que el prorrector haga la carta de recomendación, a ver al profesor Wilson, pero, lo más importante...
¡VOY A HABLAR CON LA PERSONA INDETERMINADA! Para determinarla... claaaaaro. Entre otras cosas. Determíname, papito y etc. Bueno, no. Ustedes entienden.
27 de abril, en que C cumple lo dicho del día anterior:
Ahora...! Lo más importante...! Para mí, al menos. La persona fue determinada. Ahora tengo un nombre al que dirigirme (y un mail). Eso me ha puesto muy feliz. Por desgracia -tenía que ser yo, joder-, no me salió todo el valor pensado y terminé por ocupar la estrategia que había descartado. Me sentí un poco mal después, pero en el momento fue lo único que logré articular. Lo siento, taller de literatura, lo siento. Pero, míralo así, al menos puede que tengas un adepto más. Con esto, podremos ver cómo se va desenvolviendo el asunto, esperemos que para bien.
18 de mayo, en que C se pone iracunda porque al parecer su madre le empezó ya a poner problemas:
Pero ahora no impedirán que este lobo estepario quiera abandonar su soledad. Que él mismo determine la paridad de quien lo acompaña. NADIE MÁS.
(Y se pone poética, por lo demás)
¿Y ahora qué? -pone cara de Kayne West luego de decir que el video musical de Beyonce es el mejor de todos los tiempos, y ownea a Taylor Swift...-
Ahora no sé muy bien qué pensar. La vida avanza -y esas cosas- y va dando cosas a las que mirar cuando una mira hacia atrás. A veces también puede poner ramas o señales del tránsito in your face si vas corriendo mirando hacia atrás. Me gusta la felicidad de la inocencia y la ignorancia. Pero más me gusta la felicidad de la experiencia. Y la quiero.