Si pasáis por
aquí os encontraréis con mi primera entrada del LJ. Bueno, técnicamente no fue la primera, pero sí fue la primera en la que me leyó un montón de gente y en la que publiqué mi primer fic de Harry Potter. En mi mente, mi blog nació el útimo día año y hoy toca balance por partida doble.
Ha sido un año intenso. De fuerza de voluntad y falta de abuelas que me hace decirme a mí misma que me he superado como jamás creí que lo haría. De un niño precioso que esta noche dormirá en mi casa al compás de las doce campanadas. De ruptura, de fin de una etapa e inicio de otra, de títulos y trabajo. De crack y un montón de buen fanfic en castellano. De cielos que han tronado ¡burrumba! en más de una ocasión. De grandes amigas.
Quería celebrarlo con todos vosotros pero los diablillos de Cornualles no me han dejado. Quizá es mejor que volváis el año que viene, un día después de que os recuperéis de la resaca (traducción: el 2 de enero).
Aquí tenéis un anticipo de regalo.
Hermione observa la curva ascendente de las vértebras y se pregunta si esa piel pecosa estará tan fría como la suya, que se estremece al imaginar que Ron le toca el estómago con manos enormes y tibias.
Feliz Año Nuevo, babosos babuinos, príncipes de Maine, merodeadores incansables, brujas y magos, inútiles muggles, fandom desquiciado, mis queridas cucharitas.