Crossover QaF y SPN
Sí, sí, habéis leído bien. He hecho un INTENTO de crossover entre estas dos series tan OMG. No me ha salido como esperaba, de verdad que yo quería ponerle algo más de argumento XD, pero se ve que mi musa es un poco perver, qué se le va a hacer.
Así que aquí os dejo mi intento, que llevaba ya tiempo queriendo escribir un crossover de estas dos series pero no tuve tiempo/inspiración/whatever para intentarlo (bueno, sí, quería ver follar a Brian y a Dean, so what? XD)
Estaba solo en el loft, cambiando los canales de la televisión, cuando se fijó en una cara que le resultaba familiar. Se quedó pensando, y entonces recordó porqué la había sentido conocida. Se parecía mucho a la de aquél tío (¿cómo se llamaba?) con el que había tenido una de las situaciones más extrañas y uno de los mejores polvos de su vida.
Salió del aeropuerto y llamó a un taxi para que le llevase a su hotel. Dejó allí su maleta y fue a buscar algún sitio donde conseguir un ligue para esa noche. Se perdió en aquella ciudad extraña, y apareció en una calle que no tenía salida. Se dio la vuelta para volver sobre sus pasos, cuando algo se abalanzó sobre él, tirándole al suelo.
- ¡Joder! Me da igual quien coño seas, me vas a pagar la camisa Gucci.
Sin embargo, no obtuvo respuesta. Un segundo cuerpo se lanzó sobre el primero, y pudo distinguir la cara de un hombre bastante guapo. Sin poder evitarlo, su entrepierna cobró vida. “Joder, Brian, ¿te acaban de tirar al suelo y sigues sin poder pensar en otra cosa que no sea el sexo?”, se dijo a sí mismo.
Cuando dejó de pensar en eso, vio que su salvador se había deshecho de su atacante y le estaba tendiendo la mano. Sin hacerle caso, se levantó solo, mirando con más atención al otro hombre. No se había equivocado, era muy guapo, y tenía un cuerpo que… Su entrepierna seguía reclamando atención.
- ¿Estás bien? - le preguntó el extraño.
- Sí, bueno, da igual. ¿Qué cojones era eso?
- Un atracador… - dijo con tono un poco inseguro.
- Y una mierda. ¿Qué coño era?
Aquel rubio le miró a los ojos.
- Un demonio - contestó, observando la reacción del más alto, que empezó a reírse.
- Sí, claro, lo que tú digas - dijo mientras empezaba a alejarse.
- Eh, espera. Lo siento - dijo el extraño.
- Eh, todos nos colocamos alguna vez, yo no voy a juzgarte por eso - respondió, pensando que el otro podría estar loco, pero que estaba muy bueno y que seguro que era muy bueno en la cama, así que cambió el tono -. ¿Quieres venir a tomar algo?
- Sí, claro. Por cierto, me llamo Dean.
- Brian - dijo solamente el moreno.
Llegaron a un bar cercano al hotel de Brian, y empezaron a beber. Tras varias copas, Dean empezó a hablar mucho, lo que incomodó al más alto, que sólo quería follárselo, no saberse su puta vida.
- Vámonos de aquí - dijo, levantándose de su silla.
El rubio le miró, un poco confuso, pero le siguió. Apenas hubieron abandonado el local, Brian le cogió y le puso contra una pared, besándole ardientemente. Al principio, Dean pareció sorprendido, pero enseguida cerró los ojos y disfrutó de los labios del moreno, de su lengua, tan experimentada como la suya.
Brian le cogió y lo llevó a su habitación del hotel, impaciente por poseer ese culito tan mono. Le quitó la chaqueta de cuero, tirándola al suelo.
- ¡Eh! Trata bien a mi chaqueta - protestó, agachándose torpemente a recogerla y ponerla sobre una silla.
Brian sonrió, sabiendo que él habría hecho lo mismo, y volvió a besar a aquel hombre, quien ahora le quitaba a él la chaqueta. Se desnudaron rápida y torpemente en su camino hacia la cama. El más alto empujó al otro sobre el colchón, echándose luego encima de él, aplastándole contra las suaves sábanas mientras seguía besándole.
- Date la vuelta - le susurró a su amante por aquella noche.
- ¿Qué?
- ¿Es una orden demasiado complicada para ti? Date la vuelta - repitió.
- Es que yo… - dijo nerviosamente el rubio.
- ¿Qué?
- Que nunca… Ya sabes… - contestó.
- ¿Nunca te ha follado otro tío? - Dean asintió -. Bueno, no te preocupes, seguro que esto no lo olvidarás - respondió mientras volvía a besarle.
Le empujó suavemente de un costado para que se diese la vuelta, y cogió el lubricante y un condón de su maleta. Repartió un poco de lubricante sobre el culo de Dean y se puso el condón.
- Respira - dijo entonces -. Relájate.
- ¿Duele mucho? - preguntó el otro, debajo de él.
- No mucho. Si estás relajado te dolerá poco. Sino, sí te dolerá mucho.
- Vale - asintió.
El moreno se preparó para penetrarle, cogiendo ambas nalgas del rubio y separándolas. Se acordó de un crío virgen al que también había follado una vez (y más después de esa) y decidió ir también lento para no hacer mucho daño a su nuevo ligue.
Colocó la punta de su polla en el estrecho agujero del otro, presionando levemente. Dean contenía la respiración, preparándose para aquella intrusión. El moreno hizo un poco de presión para entrar en su cuerpo, parando al ver la cara de dolor del otro. Cuando se hubo calmado, siguió entrando, lentamente pero sin parar, hasta estar completamente enterrado en el culo de Dean, que sequía teniendo cara de dolor, pero ahora mezclado también con placer.
Se retiró del cuerpo del otro hombre, entrando la segunda vez con más facilidad, aumentando el ritmo con cada embestida. Joder, el rubio ese estaba muy bueno. Siguió follándole cada vez más deprisa, ahora con el otro subiendo levemente las caderas para intentar tener más de Brian dentro de él. En uno de estos movimientos, el moreno aprovechó para coger la gran polla de Dean y encerrarla en su puño, masturbándole al ritmo de sus embestidas. Debajo, el rubio gemía cada vez más alto, hasta que al poco rato se corrió en la mano de Brian, apretando en su orgasmo todos sus músculos, estimulando más la polla de Brian, haciendo que en pocas embestidas más se corriese también.
Se dejó caer sobre la espalda del rubio, rodando a un lado para quitarse el condón y tirarlo. Se inclinó al borde de la cama y le tiró los pantalones al rubio, echándole de allí sin palabras. Sabía que estaba siendo un cabrón, pero no estaba dispuesto a dejarle pasar la noche con él. Dean lo entendió y se fue, con un ligero brillo de decepción en los ojos. La verdad es que lo había pasado genial con aquel hombre.
Aún así, cuando Brian volvió de su reunión de trabajo, encontró al rubio en la puerta de su habitación del hotel, y le dejó pasar.
- Brian… Anoche lo pasé genial - dijo Dean.
- Lo sé - contestó el moreno.
- Estaba pensando… que tal vez podríamos repetirlo alguna vez.
- Nunca follo dos veces al mismo tío. Además, tengo que irme ya.
- ¿Tienes a alguien esperándote? - preguntó Dean, creyendo entender algo más en las palabras del más alto.
- Algo así - contestó Brian, tras lo que el rubio se fue de la habitación.
Oyó cómo la puerta se abría, y no necesitó girarse para saber quién era. Cuando llegó al sofá, donde estaba tumbado, le cogió por los brazos y le atrajo hacia él para darle un beso, que el rubio acogió encantado. Entonces dejó que se acomodase entre sus piernas, mientras él terminaba de ver la película. Pero el más bajo no aguantó mucho en esa posición, sino que se levantó y fue a buscar su cuaderno de dibujo, retratando una vez más al hombre que amaba.
- Justin - le llamó él.
- ¿Sí? - preguntó sin levantar la vista del papel.
- Ven aquí a terminar de ver conmigo la jodida película.
Justin fue hacia sus brazos sonriendo, sabiendo ahora lo mucho que Brian le quería, aunque nunca lo hubiese dicho.
FIN
Espero que os haya gustado este intento XD.
¡Besitos!
Y muchas gracias a mi churri, como siempre la primera en leerlo (no me atrevo a publicar nada sin tener antes su visto bueno, jeje).
Vale, se me olvidaba *se da golpes contra la pared*: un apuntillo rápido sobre el debate político de ayer:
Espero que gane Zapatero, I really do, me pillé un cabreo al oír a Rajoy hablar de igualdad... Igualdad la que yo te diga. Es que además no es sólo que no reconozcan que TODOS tenemos los mismos derechos, sino que se pasan por donde yo diga los que ya tenemos.
Aquí en Logroño pusieron unos carteles con parejas del mismo sexo besándose en los que ponía "Defiéndeles con tu voto". ¿Y qué creéis que ha hecho el PP? Poner sus carteles electorales tapando esos. Pero luego el PP habla de igualdad y todo lo que quieran. Sí, igualdad donde yo les diga.
Desde aquí mando todo mi apoyo a Zapatero.
En fin... Sorry, pero es que estas cosas me cabrean mucho.
Ahora, sí, ¡besos!
Así que aquí os dejo mi intento, que llevaba ya tiempo queriendo escribir un crossover de estas dos series pero no tuve tiempo/inspiración/whatever para intentarlo (bueno, sí, quería ver follar a Brian y a Dean, so what? XD)
Estaba solo en el loft, cambiando los canales de la televisión, cuando se fijó en una cara que le resultaba familiar. Se quedó pensando, y entonces recordó porqué la había sentido conocida. Se parecía mucho a la de aquél tío (¿cómo se llamaba?) con el que había tenido una de las situaciones más extrañas y uno de los mejores polvos de su vida.
Salió del aeropuerto y llamó a un taxi para que le llevase a su hotel. Dejó allí su maleta y fue a buscar algún sitio donde conseguir un ligue para esa noche. Se perdió en aquella ciudad extraña, y apareció en una calle que no tenía salida. Se dio la vuelta para volver sobre sus pasos, cuando algo se abalanzó sobre él, tirándole al suelo.
- ¡Joder! Me da igual quien coño seas, me vas a pagar la camisa Gucci.
Sin embargo, no obtuvo respuesta. Un segundo cuerpo se lanzó sobre el primero, y pudo distinguir la cara de un hombre bastante guapo. Sin poder evitarlo, su entrepierna cobró vida. “Joder, Brian, ¿te acaban de tirar al suelo y sigues sin poder pensar en otra cosa que no sea el sexo?”, se dijo a sí mismo.
Cuando dejó de pensar en eso, vio que su salvador se había deshecho de su atacante y le estaba tendiendo la mano. Sin hacerle caso, se levantó solo, mirando con más atención al otro hombre. No se había equivocado, era muy guapo, y tenía un cuerpo que… Su entrepierna seguía reclamando atención.
- ¿Estás bien? - le preguntó el extraño.
- Sí, bueno, da igual. ¿Qué cojones era eso?
- Un atracador… - dijo con tono un poco inseguro.
- Y una mierda. ¿Qué coño era?
Aquel rubio le miró a los ojos.
- Un demonio - contestó, observando la reacción del más alto, que empezó a reírse.
- Sí, claro, lo que tú digas - dijo mientras empezaba a alejarse.
- Eh, espera. Lo siento - dijo el extraño.
- Eh, todos nos colocamos alguna vez, yo no voy a juzgarte por eso - respondió, pensando que el otro podría estar loco, pero que estaba muy bueno y que seguro que era muy bueno en la cama, así que cambió el tono -. ¿Quieres venir a tomar algo?
- Sí, claro. Por cierto, me llamo Dean.
- Brian - dijo solamente el moreno.
Llegaron a un bar cercano al hotel de Brian, y empezaron a beber. Tras varias copas, Dean empezó a hablar mucho, lo que incomodó al más alto, que sólo quería follárselo, no saberse su puta vida.
- Vámonos de aquí - dijo, levantándose de su silla.
El rubio le miró, un poco confuso, pero le siguió. Apenas hubieron abandonado el local, Brian le cogió y le puso contra una pared, besándole ardientemente. Al principio, Dean pareció sorprendido, pero enseguida cerró los ojos y disfrutó de los labios del moreno, de su lengua, tan experimentada como la suya.
Brian le cogió y lo llevó a su habitación del hotel, impaciente por poseer ese culito tan mono. Le quitó la chaqueta de cuero, tirándola al suelo.
- ¡Eh! Trata bien a mi chaqueta - protestó, agachándose torpemente a recogerla y ponerla sobre una silla.
Brian sonrió, sabiendo que él habría hecho lo mismo, y volvió a besar a aquel hombre, quien ahora le quitaba a él la chaqueta. Se desnudaron rápida y torpemente en su camino hacia la cama. El más alto empujó al otro sobre el colchón, echándose luego encima de él, aplastándole contra las suaves sábanas mientras seguía besándole.
- Date la vuelta - le susurró a su amante por aquella noche.
- ¿Qué?
- ¿Es una orden demasiado complicada para ti? Date la vuelta - repitió.
- Es que yo… - dijo nerviosamente el rubio.
- ¿Qué?
- Que nunca… Ya sabes… - contestó.
- ¿Nunca te ha follado otro tío? - Dean asintió -. Bueno, no te preocupes, seguro que esto no lo olvidarás - respondió mientras volvía a besarle.
Le empujó suavemente de un costado para que se diese la vuelta, y cogió el lubricante y un condón de su maleta. Repartió un poco de lubricante sobre el culo de Dean y se puso el condón.
- Respira - dijo entonces -. Relájate.
- ¿Duele mucho? - preguntó el otro, debajo de él.
- No mucho. Si estás relajado te dolerá poco. Sino, sí te dolerá mucho.
- Vale - asintió.
El moreno se preparó para penetrarle, cogiendo ambas nalgas del rubio y separándolas. Se acordó de un crío virgen al que también había follado una vez (y más después de esa) y decidió ir también lento para no hacer mucho daño a su nuevo ligue.
Colocó la punta de su polla en el estrecho agujero del otro, presionando levemente. Dean contenía la respiración, preparándose para aquella intrusión. El moreno hizo un poco de presión para entrar en su cuerpo, parando al ver la cara de dolor del otro. Cuando se hubo calmado, siguió entrando, lentamente pero sin parar, hasta estar completamente enterrado en el culo de Dean, que sequía teniendo cara de dolor, pero ahora mezclado también con placer.
Se retiró del cuerpo del otro hombre, entrando la segunda vez con más facilidad, aumentando el ritmo con cada embestida. Joder, el rubio ese estaba muy bueno. Siguió follándole cada vez más deprisa, ahora con el otro subiendo levemente las caderas para intentar tener más de Brian dentro de él. En uno de estos movimientos, el moreno aprovechó para coger la gran polla de Dean y encerrarla en su puño, masturbándole al ritmo de sus embestidas. Debajo, el rubio gemía cada vez más alto, hasta que al poco rato se corrió en la mano de Brian, apretando en su orgasmo todos sus músculos, estimulando más la polla de Brian, haciendo que en pocas embestidas más se corriese también.
Se dejó caer sobre la espalda del rubio, rodando a un lado para quitarse el condón y tirarlo. Se inclinó al borde de la cama y le tiró los pantalones al rubio, echándole de allí sin palabras. Sabía que estaba siendo un cabrón, pero no estaba dispuesto a dejarle pasar la noche con él. Dean lo entendió y se fue, con un ligero brillo de decepción en los ojos. La verdad es que lo había pasado genial con aquel hombre.
Aún así, cuando Brian volvió de su reunión de trabajo, encontró al rubio en la puerta de su habitación del hotel, y le dejó pasar.
- Brian… Anoche lo pasé genial - dijo Dean.
- Lo sé - contestó el moreno.
- Estaba pensando… que tal vez podríamos repetirlo alguna vez.
- Nunca follo dos veces al mismo tío. Además, tengo que irme ya.
- ¿Tienes a alguien esperándote? - preguntó Dean, creyendo entender algo más en las palabras del más alto.
- Algo así - contestó Brian, tras lo que el rubio se fue de la habitación.
Oyó cómo la puerta se abría, y no necesitó girarse para saber quién era. Cuando llegó al sofá, donde estaba tumbado, le cogió por los brazos y le atrajo hacia él para darle un beso, que el rubio acogió encantado. Entonces dejó que se acomodase entre sus piernas, mientras él terminaba de ver la película. Pero el más bajo no aguantó mucho en esa posición, sino que se levantó y fue a buscar su cuaderno de dibujo, retratando una vez más al hombre que amaba.
- Justin - le llamó él.
- ¿Sí? - preguntó sin levantar la vista del papel.
- Ven aquí a terminar de ver conmigo la jodida película.
Justin fue hacia sus brazos sonriendo, sabiendo ahora lo mucho que Brian le quería, aunque nunca lo hubiese dicho.
FIN
Espero que os haya gustado este intento XD.
¡Besitos!
Y muchas gracias a mi churri, como siempre la primera en leerlo (no me atrevo a publicar nada sin tener antes su visto bueno, jeje).
Vale, se me olvidaba *se da golpes contra la pared*: un apuntillo rápido sobre el debate político de ayer:
Espero que gane Zapatero, I really do, me pillé un cabreo al oír a Rajoy hablar de igualdad... Igualdad la que yo te diga. Es que además no es sólo que no reconozcan que TODOS tenemos los mismos derechos, sino que se pasan por donde yo diga los que ya tenemos.
Aquí en Logroño pusieron unos carteles con parejas del mismo sexo besándose en los que ponía "Defiéndeles con tu voto". ¿Y qué creéis que ha hecho el PP? Poner sus carteles electorales tapando esos. Pero luego el PP habla de igualdad y todo lo que quieran. Sí, igualdad donde yo les diga.
Desde aquí mando todo mi apoyo a Zapatero.
En fin... Sorry, pero es que estas cosas me cabrean mucho.
Ahora, sí, ¡besos!