Me acabo de dar cuenta que siempre vuelvo a este rincón cuando se acercan las navidades. Supongo que aunque no lo quiera admitir, me afectan. Y termino viniendo aquí para soltar un poco de frustración, tristeza...peso, al fin y al cabo, para no hundirme
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Con la sensación de traicionarte a ti mismo pasa un poco lo mismo. A los seres humanos nos gusta sentir que tenemos el control, y para sentir que tenemos el control nos contamos historias a nosotros mismos sobre como controlamos el universo, un universo coherente y en el que las cosas tienen sentido (porque si no fuera así, no podríamos controlarlo). Pero la realidad es un tanto distinta. Uno no es como un personaje de novela, un arquetipo básicamente estático que se puede resumir con dos líneas, del tipo “Arthegarn es un tipo serio, católico y liberal”y que se mantiene constante a lo largo de todo el libro (o, si cambia, lo hace gradualmente a través de una narración que nos explica exactamente cómo y por qué cambia de tal forma que lo entendemos perfectamente). En la vida real los seres humanos, o al menos los que tenemos un poquito de profundidad y merecemos un poquito la pena, cambiamos. A veces una burrada y a veces sin tener muy claro qué ha pasado, pero es la realidad y lo importante es vivir en cada momento de acuerdo a las circunstancias que tenemos ahora, no afferrarnos a como éramos ayer para vivir el hoy. Si has cambiado y el cambio te hace más feliz, el cambio es bueno. Punto. Pararte a preguntarte cómo has lelgado aquí es bueno porque conocerte a ti mismo es bueno... siempre que no te arruine la felicidad que experimentas ahora. Si lo hace, te estás equivocando, deja de comerte el tarro y limítate a dar gracias a tu suerte que ha cambiado tus circunstancias.
Ahora, independientemente de todo eso que digo, el instinto narrativo es muy fuerte en nosotros, lo tenemos implantado a un nivel que ríete de los roles de género. Darse uno cuenta y asumir que "ser uno mismo" únicamente tiene que ver con lo que haces en el presente y no con lo que hiciste en el pasado o harás en el futuro es casi imposible aunque sea cierto. Por eso cuando te miras ahora y miras quien eres te sientes mal, es pura disionancia cognitiva del tipo "Yo era X, así que, ¿cómo puedo haberme convertido en esto? ¡Debería seguir siendo X o, como mucho, ser Y!" En realidad eso es falso, eso es una limitación que te autoimpones (o autoimpusiste en el ayer) pero que, afortunadamente, es de lo más superable. The sky is the limit.
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Así que, nada. Coge esa parte de ti que dice que le has traicionado y dile que no, que es ella la que te traición a ti por no dejarte ser feliz que, si se acuerda, es todo lo que quería en el ayer. Mándala a tomar por culo y sé feliz que te lo mereces. Y si a cuenta de esto puedes “hacer las paces” con tus padres (y si es lo que quieres hacer) ¡Hazlo! ¡Sé feliz, hombre! ¿Qué no lo van a entender y que van a creer que “has vuelto al redil”, que lo van a entender todo al revés? Pues probablemente, pero ¿y qué? ¡Deja a la gente que busque sus propias explicaciones al universo de acuerdo a su propia cosmovisión y, mientras eso no te haga daño, déjales en paz! Si eres feliz con esta chica y eso te brinda la oportunidad de tenderle un puente a tus padres, tiéndeselo si quieres. Aunque no vayan a entender de dónde sale el puente, lo importante es que estará ahí si quieres cruzarlo, o si lo quieren cruzar ellos.
Aprovecharse de las circunstancias sin hacer daño a nadie no es malo. Es bueno. Es inteligente.
Un abrazo y suerte,
A.
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Esa voz en forma de letras tan de hermano mayor que proviene de ti casi siempre tiene razón.
Yo me lo digo, pero supongo que tardaré en hacer callar a esa voz interior que me hace sentir mal.
Me gustó eso de es bueno e inteligente aprovecharse de las circunstancias.
He sido bueno e inteligente muchas veces.
Otro abrazo para ti, gracias!
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