La realidad si se mezcla con verdades punzantes, llega a doler tanto en el alma como ver y sentir esta imagen.
Son las víctimas del campo de concentración de Auschwitz, y en cuyo
lugar (como en muchos otros) murieron millones de PERSONAS (y remarco
la palabra), y no se salvaron tantas como querríamos oír.
Hoy, junto con los cursos de 4º de ESO, 1º y 2º de Bachillerato, he
asistido al Teatre Jardí de Figueres, para escuchar, aprender y no
olvidar, un relato en primera persona, de el violinista de 92 años,
Jaques Stroumsa, un superviviente de aquella barbárie y que nos ha
contado como fue su estáncia en el campo de Auschwitz y Mauthausen.
Llegó cojido de su violín y su esposa y ambos le fueron arrebatados al
llegar en el vagón que les llevaría a una muerte malévola, para la
diversión de Hitler y de muchos más alemanes.
Tuvo la suerte de no ir a parar a la cámara de gas, pero su mujer, embarazada de 8 meses, no corrió su misma suerte.
Estuvo 18 meses, saltando de todos los baches que se le cruzaban por el
camino. Su profesión (ingeniero) y un violín que le dió una amiga, le
salvaron la vida.
Escribió un libro: "Escoje la Vida". Y es que si algo le falta a este hombre, son las ganas de vivir y su buen humor.
De dicho libro, el prólogo lo escribió su amiga MªÀngels Anglada,
figuerense, y que a su vez, antes de conocerle, escribió "El violinista
de Auschwitz". Coincidencias les hicieron conocerse.
Bueno. Ya sabéis qué libros me voy a comprar, ¿no? =)