Más y más y más desgracias...

Oct 02, 2006 18:05

Haciéndonos los ciegos al avanzar por las calles de la ciudad. La pobreza nos rodea y la culpa nos estruja el estomago al pasar a su lado. Al lado de la desgracia, de la soledad. El pueblo argentino debe sobreponerse. Debemos mantener los derechos y deberes de nuestros hijos arriba. Ayudarlos a vivir en un mundo sin trabajo. Ayudarlos a formarse para llegar a ser personas honradas. Manteniéndolos lejos del abuso y del abandono. Luchar por un futuro mejor. Luchar para que jueguen y estudien y tengan una infancia digna. Después nosotros nos lamentamos, nosotros los que ignoran sus cuerpecitos flacuchos, sus mentes habituadas a la rutina, sus ojos llorosos al ver a los otros con una pelota; aunque nos duela el alma, lo hacemos igual. Y al hacerlo resultamos tan o más desgraciados que ellos. Sus sonrisas se pierden en el tiempo, en el olvido, hasta que dejan de existir y solo son lágrimas mojando el pavimento, llorando por el futuro.

Además de eso he estado ocupada escribiendo unas cuantas historias originales y subiéndolas a mi nuevo perfil de fictionpress.com. Primero tenemos unas nueve que escribí en el verano y que mejoré un poquitín. En verdad no las quiero cambiar mucho para hacer más marcado el progreso que tuve desde entonces. Están todas colgadas en un fic que se llama "Lacerante Humanidad". Serán todas de amor ^^. Aquí están las primeras nueve de las que hablé:

Paradoja

Que amargo que se siente el saber que no me amas.

Pensar que yo siempre estuve allí para ti... ¿Porqué me pagas de esta manera?
Siempre fuiste mi mejor amigo y nunca te diste cuenta de como me siento.

Te consolaré siempre. Siempre tendré una sonrisa para regalarte, pero ahora el sentimiento de saber que piensas solo en ella me abruma.

Nunca me consideraste siquiera como pareja tuya...

Ahora lo único que me queda es llorar a tu lado, te lastimaron igual que tú lo haces ahora conmigo. No te toma en cuenta y sufres, te hieres, soñándola...

Me encantaría poder decirte lo que siento, pero de alguna forma egoísta, parte de mi mente no quiere perderte y prefiere sentir esta angustia a que no quieras hablarme nunca más.

Tengo miedo de que tengas miedo. Tengo miedo de que me rechaces de igual manera que lo hizo ella contigo y me dejes devastada y sin un hombro en el cual llorar.

Preferiría esperar a que dieras el primer paso, aunque se que nunca llegara y que en algún momento tendré que afrontar lo que siento. Cobarde.

Me duele esperarte, me duele el abrazarte con la inútil esperanza de que me correspondas. Dolor.

Aquel dolor me persigue hasta en las más terribles pesadillas, y en los más hermosos sueños donde me declaras tu amor.

¿Porque no podemos estar juntos? ¿Porque la amas tanto?

Quizás deba preguntarme lo mismo, quizás deba aprender a vivir con estos secretos junto a mi mente, aunque en verdad quisiera gritarlos al viento y abrir mi corazón, esperando que hagas lo mismo. Ingenua.

Quisiera quedarme así contigo por siempre, abrazándote y sintiendo tu calor sobre mi piel. Creo que nunca sabré lo que es sentirse completa, porque solo podría saberlo teniéndote a mi lado.

Levanto tu cara y limpio tus lágrimas.

-Ya esta, ya paso todo...

-¿Porqué la vida es tan dura conmigo? ¿Tenía que elegir justo a la chica a la cual no podré tener nunca?

Cierro los ojos esperando que algún día me perdones.

Arrojo

Éramos tan felices...

Pero ahora eso se terminó. El ya no quiere nada conmigo.

Pero, ¿por qué me lastima?

¿Acaso no ve que yo aún le amo y esta actitud me hace sufrir?

-NO QUIERO VERTE NUNCA MÁS

Me grita, no puedo soportarlo.

-Pe...¿Pero qué pasa? ¿Por qué así? ¿Qué ocurrió, qué hice para que me odies?

Sería tan lindo poder volver el tiempo atrás, hace algunos días, antes de que tomaras esta decisión drástica, cuando aún la pasábamos bien juntos... Sentados en la hierba, disfrutando de la compañía del otro.

Lo amo tanto. Podría dar mi vida por el...

-Yo ya no te amo

Una punzada en mi corazón. Me siento débil, mis piernas tiemblan y mis ojos comienzan a ceder a las lágrimas. Autodestructiva. Me arraigué demasiado.

---

Quisiera poder abrazarla y poder explicarle lo que en verdad esta sucediendo. Me veo obligado a dejarla de esta manera tan horrible... ¿Porque cedí ante mi madre? Cobarde. Soy un monstruo al tratarla de esta manera.

-Dime que sucede, tu no eres así, Ryan. Debe haber una razón.

Ella no entiende el suplicio que es verla sufrir solo por mi culpa. Soy un idiota. Escoria.

No respondo a su pregunta, huir es más fácil y menos hiriente.

---

Paro de llorar y lo miro a los ojos. Veo clara tristeza en ellos, culpa y un brillo extraño. Algo raro sucede.

Comienza a llover, extiendo mi paraguas. Nos miramos un momento y luego cada uno sigue su camino, cargando su propia realidad, sus propios secretos y pensamientos que la lluvia no podrá borrar ahora ni nunca.

Promesas

Dime que me amas. Dime que estarás conmigo siempre. Dime que me ayudaras en los momentos difíciles. Dime que me necesitas aquí, al lado tuyo. Dime que no puedes vivir sin mí. Dime que quieres verme cada día, cada noche, cada mañana. Dime que compartirás conmigo un amor eterno, que sobrepasara las estrellas, la luna, los planetas y el sol, una vida de entera de felicidad. Dime que quieres que te salve de tu soledad, que te consuele, que te proteja. Dime que formaremos una familia juntos. Dime que alejarás a toda persona que se interponga entre nosotros. Dime que quieres ser mi luz, mi refugio. Dime que estaré a salvo junto a ti. Dime que me darás libertad, un mundo sin oscuridad. Dime que me abrazarás y besarás hasta que el mundo termine. Dime que soñarás conmigo todas las noches. Dime que me guiarás hasta el final. Dime que me harás olvidar todos mis miedos. Dime que me acompañarás, aunque me dirija al fin del mundo. Dime que serás mi amigo, mi compañero, mi todo. Dime que me has traído aquí para que nuestras pasiones se fundan y renazcan. Dime que ya he sucumbido ante ti. Dime que los juegos que hemos jugado hasta ahora terminaron. Dime que me confesarás tus más cálidos secretos. Dime que no falta nada para que seamos uno y las llamas nos consuman al fin.

Aunque sea mentira, yo quiero escucharlo. Quiero que de tus labios renazcan palabras de amor y no de locura, que vuelvas a mí una vez más, desde tus tinieblas.

Confuso

Me lastimaste tanto. Ahora vuelves. ¿Por qué?

¿Por qué te acepto? Mi corazón no quiere dejarte ir.

Acurrucada entre tus brazos, trato de apartar la vista de tu rostro sin éxito. Me siento vacía, se que tu no sientes nada por mi, solo... No se como llamarlo... ¿pasión? En verdad no tengo ni idea...

Tomas mi cabeza por la nuca y noto que en mis mejillas una suave temperatura.
No puedo terminar de entender tu inesperada llegada ni porque yo sigo amándote de esta manera tan profunda. Estás aferrado a mí con largas garras, que arañan mi ya muy lastimado corazón con tu recuerdo y tu presencia.

Por un lado quiero que me beses, que me hagas tuya de nuevo y recuperar así mi vida y mi alma, que tú me quitaste hace tanto ya... Pero otra parte de mi quiere olvidarte, dejarte atrás y no abrir nunca mas el cofre de recuerdos donde te guarde.

Tu piel se siente tan suave y cálida, pero en tus ojos hay un resplandor frió que nunca antes había visto. Me preocupa, pero no muevo ni un músculo para alejarte.
Quiero probar tus labios, quiero acariciar tu espalda, quiero demostrar todo el amor que te tengo, sabiendo que no recibiré lo mismo a cambio. Quiero sentir tus manos acariciando mi pelo. Quiero escucharte decir "te amo".

Se que debería tratar de ignorarte, de desterrarte de mi alma, pero sigues siendo el rey de esa tierra maravillosa donde los sueños se hacen realidad... Como ahora.
Todo mi cuerpo resiste mis intentos desesperados de salir corriendo, mis músculos se tensan y mi mente esta en blanco mientras nuestras caras se acercan cada vez más y llegamos a quitarnos el aire el uno al otro.

El saber que estas impotente ante una situación que involucra todos tus sentidos, sentimientos e incluso tu cuerpo, disturba todo lo que soy y alguna vez fui y me sacude, despertándome de un largo sueño, en el cual creí ingenuamente que podía existir un mundo sin dolor, sin sufrimiento, lleno de felicidad y primaveras eternas.
¡Despiérname! ¡Hazme sufrir si es necesario! Lo único que necesito en este preciso instante es tenerte a mi lado, para sanar las heridas que tu mismo grabaste a fuego en mi piel. Creeré ciegamente en ti, hasta el final, cuando pueda por fin distinguir entre el camino correcto y todos los circundantes.

Fascinante Decepción

Me tomaste por sorpresa, en verdad no lo esperaba, pero me alegro de que lo hayas hecho. Después de todo hacia meses que lo único que hacíamos era dar vueltas en el mismo sitio.

Pero ahora me siento raro. No se que hacer, deje que entre el pánico y ahora me faltan las palabras.

Estoy nervioso, mientras nos separamos, poco a poco, me miras con ternura y lo único que atino a hacer es abrazarte.

Pensar que tuvimos tantos problemas para poder llegar a este momento... Me costaste muchísimas peleas con mis amigos y unas cuantas materias, pero valió la pena... Sí, valió la pena.

Deseo pedirte que seas mi novia, mi compañera. Ya tenemos 17 años: no estamos para juegos.

Antes de soltarte te susurro al oído, muy despacito...

-Se mi novia...

Y tú me miras sarcásticamente mientras unas cuantas de tus amigas salen de detrás de los arbustos. Te das vuelta y las miras con cara de suficiencia.
-Creo que me deben unos cuantos dólares- Les dices.

Mi mente está en blanco. La burbuja que se había formado encima de mi corazón se rompe con un sonoro ¡PLOP! que me aturde. Parecía desorientado, mirándote fijamente. Ingenuo.

-¿Que pasa? ¿No te diste cuenta que era una broma?

Mis pies parecen hechos de cemento, quiero correr pero ellos no me lo permiten.

-A... ¿A que te refieres?

-¡Claro! Ellas me retaron, pero parece que les gané- Ríes, de una forma tan fría que parece irreal.

Estoy completamente seguro que ni tu ni tus amigas lograron oír mi suave susurro, que me hubiera puesto en un ridículo increíble.

No es la primera vez que me decepcionan, pero, extrañamente, la más dolorosa.
Cierro los ojos un momento y una especie de película comenzó a andar. Mi imaginación, quizás.

El mismo parque, la misma penumbra y el mismo dolor siguen presentes. Levantas tu mano y con tus afiladas uñas desgarras mi pecho y me quitas el corazón que trata desesperadamente de latir.

-No creo que necesites esto- dices riendo mientras arrojas el músculo lejos.

Abro los ojos y parece que de verdad ha sucedido lo que acabo de imaginar. Simpática ironía.

Circunstancias Irracionales

Sonrío, sabiendo que cada palabra que dices me duele más que la anterior.

-Por favor, no me dejes- Sollozas mientras me abrazas, más fuerte que nunca.

-Sabes muy bien que no tengo opción...- te digo tratando de contener mis lágrimas, sin éxito aparente... -Demo irme- Amarga partida.

Como quisiera poder quedarme a tu lado y disfrutar una vida juntos, como soñábamos hacer. Ahora eso no es posible.

-Te amo, te suplico que no lo hagas...- Te arrodillas ante mi y tomas mi mano. Es la primera vez que te veo llorar. -No permitas que sufra. Te quiero a mi lado. Te necesito a mi lado.

Con una sonrisa dulce acaricio tu rostro.

-No lo hagas mas difícil- Intento ser fuerte, trato con todas mis fuerzas de no quebrarme. Me siento tan frágil y débil que aún una hoja lograría lastimarme, rompiendo todos mis huesos.

Quiero levantarme y correr, correr hacia algún lugar, lejos de ese dolor insoportable. Pero tú me detienes por el brazo y me derrites con una mirada llena de tristeza. Me muerdo el labio.

-Tienes que saber que te esperaré, si es necesario hasta que muera- Valentía y decisión en tu mirar. Tus palabras penetran como largos clavos, martilladas por tus ojos y tu voz, con una fuerza tal que dejan mi mente en blanco y no me permiten pensar fríamente.

-Gracias- es lo único que atino a exclamar -Gracias por todo lo que me diste y lo que me querrías dar en el futuro si estuviera hache... Estaré infinitamente agradecida contigo por haberme mostrado el camino al amor, y haberme explicado, de la manera más tierna, que de verdad existen esos amores eternos, que uno piensa que solo se pueden concebir en cuentos de hadas...

Intento marcharme, pero no quiero soltar tu mano y tú tampoco pareces querer hacerlo.

-Mi vida se va contigo...

No se como responder a tus palabras. Las interminables lágrimas me nublan la vista, hasta el punto de no distinguir bien tu cuerpo. Paso mi manga por mi cara, limpiándola y suavemente voy soltando tu mano que cae, en lo que parece cámara lenta, al costado de tu torso.

Camino hacia atrás unos pasos y antes de dar la vuelta te hecho una última mirada.

Arrepentimiento

Querido Jhon:
Me siento apenada. Mentirte así de esta manera, sin razón alguna. Engañarte, apuñalarte por la espalda, quitarte sin que te dieras cuenta todo lo que alguna vez te di... Hice eso y más, cosas tan atroces que no puedo expresarlas con palabras. Sentimientos y acciones que estaban mal desde el principio.
No puedo encontrar valor suficiente para enfrentarte y suplicarte perdón. No me atrevo si quiera a mirarte a los ojos. Pero lo único que quiero que sepas con esta carta, es que a pesar de todo lo que te hice sufrir, yo te amo mas que a mi propia vida.
Y para darme cuenta de ello, tuve que pasar por momentos difíciles y situaciones complicadas, incluso aún más intrincadas que esta.
Me da vergüenza que sepas toda la verdad. Me siento sucia por haberte utilizado, embarrada en mis sentimientos, y atascada en pensamientos erróneos. Sin salida.
Debes odiarme más que a tu madre, que eso ya es mucho decir.
No existe suplica, rezo ni plegaria que pueda concederme tu perdón. No merezco ni una mirada, ni una caricia.
Durante la noche mi conciencia me mortifica, dándome escalofríos tan grandes que me hacen despertar destartalada y sorprendida, como salida de una pesadilla donde contemplaba tu mismísima muerte.
Y por todas esas cosas que todavía no pudimos vivir juntos, por todos esos paseos, por todas esas conversaciones, por todas esas peleas, por todos esos momentos dulces o memorables de los cuales nos acordaremos luego, te pido que me des una segunda oportunidad.
Se que es difícil, pero piensa que también me resulta difícil pedírtelo. Aunque sea considéralo...
Meg.

Termino de escribir la carta y me dirijo a tu casa mirando mis pies, con mi rubio pelo ondeando a mis costados. Entro por la puerta de atrás, sin tocar, y te veo parado de espaldas, tratando de arreglar lo que parece un televisor.
Me acerco sigilosamente y te tomo por debajo de los brazos sin decir nada, con el sobre dirigido a ti en una mano.

Gratitud al Recuerdo

Que lindo que se siente tener tanto que perder. Es como volar por sobre todo y todos, sentirse libre por primera vez, sentir como una burbuja se cierra, encapsulando a tu corazón y protegiéndote contra todo mal, temor o dolor.

De todas maneras es inútil intentar describir lo que uno siente. No existen palabras suficientes para expresar esa sensación de estar lleno, completo.

Tú me das las herramientas para construir un castillo de ilusiones y esperanzas que logran hacerme sentir así... Hacia bastante que no llegaba a tener algo que fuera tan valioso.

Me sacaste de ese pozo profundo donde las sombras y los susurros invadían cada rincón, donde la oscuridad era mi refugio y la esperanza un techo de paja que me protegía de la lluvia, que parecía más bien una catarata, de gritos y enojos sin sentido.

Te estaré eternamente agradecida, aunque ahora todo esto sean meros recuerdos de una época de oro.

Dentro de tus Ojos

Estuviste ahí para mi cuando lo necesite, te ocupaste mi cuando ningún otro lo hacía, me diste esperanza, ilusiones y cariño. Todo empaquetado y presentado como si yo fuera la mismísima realeza. Hace muy poco que todos tus esfuerzos hicieron efecto y tu hechizo cayó sobre mí. Al darme cuenta que te preocupabas de una forma especial, no como amiga, sino como algo más profundo, abrí mis ojos hacia un mundo nuevo de sensaciones nuevas, miedos y confusiones, un mundo donde cada decisión tomada abre un nuevo camino a seguir, el cual puede terminar tanto en un desastre como en un final feliz.

Ahora se que no existe solo sufrimiento, dolor y traición detrás de un amor, también puede existir felicidad y luz. Tu encendiste esa lámpara, que emitía un resplandor que al principio fue enceguecedor, pero poco a poco pude ir acostumbrándome, aprendiendo que, con luz, todo es mas claro y puedes estar completamente seguro de que donde pisas no hay un agujero negro por el cual te caerás. Recuerdo tan bien aquella vez, tus hermosas palabras pintando un cuadro en mi mente. Imborrable.

"Tu eres una de esas personas que pueden quitar el aire con solo una mirada. Tu tienes unos ojos, que si los miras con atención, descubrirás que son mares tan profundos e insondables, que ningún navío, aunque sea el mas grande y el mas fuerte del mundo, pobra corromperlos, nadie será capaz de profanarlos ni de adentrarse en sus obscuridades. Te darás cuenta que son un misterio, tan enorme como el espacio, un misterio hermoso, un misterio que merece permanecer misterio hasta que encuentres a la persona adecuada que pueda explorarlo a fondo, crear sus límites, sus ríos, sus cielos, sus océanos, sus praderas, sus bosques, sus montañas y todo aquello que tu quieras construir en el y más. Tendrás derecho a hacer nubes de ilusiones y edificios de esperanza, corrientes de pasión y fuentes de locura, árboles de verdades y colinas de suposiciones... Podrás ser una princesa, viviendo en un palacio y rodeada de sirvientes, como una pordiosera, que apenas junta el dinero suficiente para comer, una actriz famosa, que logra todo lo que se propone, como una don nadie, que no tiene la confianza suficiente para llegar hasta donde quieren sus sueños. Ese será tu mundo, el mundo que creaste junto con la persona de tu elección, y nadie tendrá derecho a entrar en el sin tu permiso o incluso a comer una manzana de sus árboles frutales, tu serás la dueña y señora, serás la ley y el orden, serás la verdad y la mentira, serás el derecho y el deber. Fuiste, eres y serás todo, llenarás ese mundo con tus sonrisas y tu felicidad, incluirás rayos de sol a los días lluviosos y luz a las noches sin luna. Pero, si es que llega el día en el cual todo eso se desmorona y se vuelve a convertir en tierra de nadie, no te desanimes porque ya llegara otra persona que lograra cosas mejores que la anterior."

Esas palabras podrían haber alegrado la pena más grande en la persona más grande de todo el universo. Eres especial, tienes un don para lograr sonsacarme una sonrisa incluso en los días difíciles

.
Te agradezco.

Lo único que me queda por decir es que te amo y te aprecio mucho mas allá de lo que te puedes imaginar, aunque ahora ese tipo de palabras parezcan vacías y sin sentido comparadas con las tuyas.

Por último, continuando en éste fiction, tenemos a una viñeta escrita para
writers_canvas. Esta es actual y tiene solo 100 palabras!

Confianza

La tranquilidad era palpable en el majestuoso paisaje que se extendía a sus pies, con sus picos eternamente nevados y el frondoso bosque verde esperanza. La expectante pasividad del lago lograba que Ryan se tranquilizara, apaciguar el fuego que se interponía entre su mente y su cuerpo.

Disfrutan de la compañía del otro, así como de la de los pájaros, canturreando entre los árboles.

Billy lo miro sonriente, mordiendo una paja a la sombra de su sombrero granjero.

-¿En que piensas, Ryan?

El lo miró con la misma expresión en sus labios, sabiéndolo su mejor amigo y confidente.

-En ti.

Jiji, un mínimo de slash por ahí... XD

Ahora, como cereza del postre, tengo un one-shot de vampiros que estuve dos semanas escribiendo. *o* Ha sido para el concurso de verano de los Story-Weavers... ¡Deseenme suerte!

Vivo en mí

La inmortalidad no significa nada. No es más que una amplia red de mentiras, de ilusiones inútiles. Estoy cansada, cansada de la vida en la muerte, de la monotonía y el letargo.

Mi rostro ebúrneo no refleja mi interior y no lo hará nunca. Mi cuerpo nacarado y sinuoso es el cadáver perfecto, la santa excusa para seguirme en mi amargo destino. Maldita maldición, maldito el placer que me provoca. Simple ironía. Fácil acertijo de incomprensible realidad.

Mis cabellos se mezclan con la eternidad en la lenta cadencia de la noche sin luna que precede el desastre, inminente caída de gracia de otra miserable alma humana. Es imposible evitar el adorar a esas criaturas inmundas e insufribles. Carcasa vacía que no conoce grises, sólo extremos, intransigente. No llego a comprenderlos del todo, quizás porque ya he olvidado que mis inicios están en ellos, dentro de este revoltijo de ideas y pensamientos hechos jirones y fermentados por siglos y siglos de angustioso sopor.

Ojos verdes que iluminaron las sombras de la solitaria calle. Silencio espectral, solo el goteo de alguna alcantarilla más profundo dentro de la ciudad. Tiempos difíciles. Nadie cree ya en criaturas sobrenaturales, en poderes más allá de la imaginación. Nadie teme las palabras ocultas nacidas en la muerte, a los conjuros negros que acarrean desgracias. Los pocos que tomarían en serio tu palabra si hablases de tu verdadera naturaleza demoníaca serían marginados y tomados como locos, dementes.

Nadie comprendería el poder que te confiere la noche, Lilith y Satán. Ellos nunca podrían captar tu peligrosidad, tu supremacía. Nadie vería un ángel caído al que le han arrancado las alas para impedir su escape del limbo terrenal como si fuera un pájaro en cautiverio, solo al monstruo, a la bestia, sin dejar espacio para admirar la magnificente perfección de tu vasto, más hueco, ser. Frívolos, necios, triviales criaturas del bajo mundo.

La sonrisa desquiciada decorando mi rostro batalla con las estrellas, fulgurante y fantasmal comparada con la luz mortecina de las viejas farolas. Busco alimentarme, saciar la sed que me posee, guiándome hacia los temores más profundos y mejor guardados dentro de mi mente.

El grito sofocado de alguna banshee precede mis pasos, impregnándolos con un tinte rojo, y me guía, por la misma callejuela, al número 36. Una punzada en mi sien y el recuerdo de mil noches de verano, eso era el número 36. Sueños, deseos ahora inimaginables y… felicidad. ¿Pero que significan ahora esos anhelos, ahora que ya son imposibles de cumplir? Los años han pasado, pero los sueños, sin embargo, siguen siendo tan recurrentes como los primeros meses, recordándome mi desgracia e infortunio.

Camino con pesadez por lo que parecieron mil endemoniados escalones de piedra oscura y mohosa hasta la roída puerta de madera. Un momento de vacilación me retiene. Duda, incertidumbre... La paradoja entre mis deseos y mis acciones.

Rompo la puerta con un golpe certero en su centro, abriéndome paso por el interminable laberinto de emociones encontradas y secretos ancestrales, confundiendo la realidad con mi recientemente adquirido y abismal razonamiento. Le imploro a Lucifer, a su fuerza y amor interminables, y es quizás la única vez que no me escucha, dejándome sola para enfrentar de una vez por todas, después de tantos años, a mi humanidad. A la parte de mí que se niega rotundamente a dejarse caer en las perennes tinieblas.

Avanzo a través de la desgreñada casa. Ventanas rotas, ondeantes y raídas cortinas, muebles cubiertos por sucias sabanas blancas... Melancolía, tristeza, decadencia de una vida mortal. Ocaso del pensamiento, el olvido y el abandono de todo deseo de vivir. El lugar despide olor a viejo, gastado por el tiempo y deteriorado por descuido. Infecto, pero a la vez, encantadoramente atrayente.

Bajo un hechizo seductor me dejo llevar por mis instintivos impulsos, llamándome hacia arriba, hacia el cuarto. Volando sobre mis volátiles ropajes, negros y traslúcidos, me encuentro frente al marco de una puerta, y sé que dentro esta Raziz. Simplemente, lo sé, lo presiento al entrar pausada a la estancia vacía.

Nadando en medio de toda aquella aridez, Raziz fija su mirada penetrante en mí. No recordaba aquella sensación, si es que llegaba a ser una, ese espacio vacuo en mi estómago y la sorpresa en mis ojos. La luna pintando con pincelada firme el enajenado brillo.

El encuentro es extraño, pero a la vez, familiar. Las sombras cobran vida y comen voraces los escatimados restos de luz dentro de la habitación. Me limito a observarlo, raquítico, flacucho, sosteniéndose las rodillas en el pequeño rincón de la habitación, estudiándome vehemente. Sus pensamientos no tenían compasión ni reparo alguno, sumergidos en un mar de odio, soledad y aislamiento. Recluido dentro de su propio cuerpo, esperándome...

Celestial a su manera, mi antiguo querubín...

Ingenuo.

-¿Has regresado para hacerme aún más imposible la existencia?- exclama, o intenta hacerlo con su voz rasposa, desgarrando el aire entre nosotros con su acento irlandés.

Los minutos mueren entre mis dedos, repensando mis reflexiones, y olvido la presencia de Raziz, que continua con su paciente vigilia. Te he deseado tanto... Hoy mis ansias culminaron, arrastrada por mi sed infinita vine hasta aquí, en tu busca. Quiero beberte, saborearte, sentirte morir en mis brazos y que me entregues tu vida dejándote caer en mi hechizo pasional. Quiero que seas mío, como siempre debía haber sido.

Siento más que nunca estos quince años de intangible inmortalidad clavándose dentro de mí ser, adentro, lacerándome, pero avanzo, acercándome a él.

Quince años de sinsabores, sin sentidos, que me llevan hasta el límite mismo de la locura. Insospechado, odio a mis iguales tanto como amo a los hombres, pero no puedo dejar de fantasear con el día del juicio final, donde todo el suplicio termine. Quiero dejar este mundo como cualquier otro repulsivo mortal. Anhelo cesar de existir.

Pero no puedo permitir que suceda sin antes haber probado el fruto prohibido. Su sangre. Dulce tormento, lujuria que pronto se convertirá en polvo, que se verterá sobre mis heridas, salándolas.

Estiro mis brazos hacia el vacío, llamándolo a mi encuentro. Ciego, persigue mi perfume, respirando el viciado aire que nos rodea. Humedad y torpeza en sus pasos, pegajosa languidez, lento y débil como la nieve que se cuela por la ventana arrancada.

Mi frío abrazo se cierne sobre su tembloroso y escuálido cuerpo. Acariciando sus cabellos finos y escuchando el castañear de sus dientes. Y sus ojos azules observando mi regocijo sin comprender del todo, profundos e insondables.

-No temas, querido, no temas- Lo arrullo a la luz de la luna, tarareando un cántico demoníaco. Pasa sus brazos por mi cuello, colgándose de mí, mientras sonrío. La hora es propicia y las constelaciones están alineadas.

Estrecho el irrompible abrazo.

Ya no existe nada en este mundo que pueda detenerme. Te unirás a mí, quieras o no. Seremos uno en la eternidad. Enfocada risa que despedazó la extraña paz, quebrando el sepulcral silencio.

Desfiguro mi rostro en una mueca al acercarme a su piel pálida. Temor en sus labios al soltar un gritillo desesperado. Penetro lentamente en su carne impura con el blanco impoluto de mis colmillos. Un sabor dulzón. Agrio y amargo. Sabrosamente metálico.

Absorbiendo su vida, su alma, su todo. Abriéndole la puerta a mi cuerpo, dejando que me llene, para que palpite en mí por siempre. Delirio. Pasión. Desenfrenado deseo.

Abandonando mi lucidez para fusionarme con su profanada castidad. Sumida en la ensoñación más intensa que jamás he experimentado. Cediendo por completo, dejándome llevar por la interminable corriente roja fluyendo hacia mí.

Y sus gemidos en mis oídos, suplicándome más, clavando sus uñas en mi espalda. Le hablo con palabras veladas de codicia mientras continúa el aciago beso. Extasiada por su belleza, dejo que el aquel tambor que resuena en el fondo de mi mente se extinga, dejando a mi corazón latiendo solo. No hay vida. Muerte.

Contemplo la escena unos segundos. Muerto en la habitación estéril. Muerto, pero vivo. Vivo en mí hasta la eternidad.

Y el sol cálido asoma por la ventana. Despacio y sin apuro alguno por quemar los restos de mí conciencia. Abrasando mi cuerpo, rodeándolo con su colosal fuerza. Llorando lágrimas de sangre sobre su cadáver inmóvil mientras la luz borra las tinieblas que me impregnan. Carbonizando mí envenenada carne- Desvaneciéndome del universo, haciéndome cenizas. Suciedad y cenizas.

Bueno bueno. Mucho para leer y tan poco tiempo... En fin. Entrada larga que se necesitaba. En la próxima prometo contestar el pseudo test de música para el cual me tageo
laura_escobazo.

historias orginales, historias originales: lacerante humanida, blog

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