PODFIC: La Maquina del Destino de triedunture
Titulo: La Maquina del Destino ( texto en ingles)
Autor: triedunture (comenta aqui)
Traductoras: theviciouslily y youretheartist (enviale un mensaje si quieres dejale un comentario a ella).
Lectora:
theviciouslily (comenta debajo)
Pareja(s): House/Wilson
Spoilers: N/A
Tamano: 7MB
Enlace: Mediafire
Texto en Espanol:
Esto es el futuro. Este es el problema:
El mundo no puede sustentar a muchos más de nosotros, y todos estamos de acuerdo en que la mitad tiene que irse. De alguna manera, en algún lugar, alguien inventa una máquina que decide quién se queda y quién muere. Nadie conoce qué conjunto de reglas usa la máquina para juzgar las almas de la gente, pero siempre tiene razón, y siempre mata a la persona menos importante.
La Máquina del Destino tiene unas reglas básicas:
1. Dos personas entran, solo una sale.
2. Cada persona de la Tierra debe entrar una vez, y una vez sola.
3. Su número será elegido aleatoriamente en cualquier momento de su vida, y deberá acudir.
4. Tiene dos opciones cuando su número sea elegido: pedir que se le asigne un adversario aleatorio, o elegir uno.
5. Su adversario, si es escogido, debe aceptar. Si es aleatorio, su oponente no tiene elección.
Obviamente, esto crea un elemento de estrategia. Los elegidos siempre presentan un gran riesgo, porque ambos creen que pueden vencer al otro. Las batallas al azar son peligrosas, porque podrías ser lanzado contra un niño pequeño con menos posibilidades de ser una "mala" persona.
El sistema no es perfecto, pero funciona. Además la gente es un poco más amable que antes. Aunque se rumorea que la máquina sabe cuándo es mentira.
Cuando el número de Wilson es elegido, House tiene una teoría.
"Elígeme," dice.
Wilson se mofa. "Te daría una paliza."
"Rehusaré, por supuesto," House dice. "Nos ganará algo de tiempo para pensar en alguien mejor."
Wilson niega con la cabeza. "No conozco a nadie a quien pudiera vencer y que vaya a aceptar. Voy a pedir una selección al azar."
House ya ha visto a Cuddy entrar en la máquina y nunca volver (batalla aleatoria: una adolescente de India). Ha perdido a Chase contra Foreman (estuvo igualado), y Cameron fue vencida hace dos años (batalla aleatoria: un viejo inglés).
"El azar es para los primos," House refunfuña. "Elígeme."
"No."
"Elige a tu hermano."
"¡No!"
"Si me eliges ganarás uno dos meses más," House dice. "Suficiente para reasignar tus pacientes a otro médico, poner todos tus asuntos en orden. Entonces podrás morir hasta el hartazgo."
Es la indirecta sobre los pacientes lo que le convence; House sabía que así sería.
Cuando House recibe la carta oficial pidiendo su respuesta, espera el máximo de tres días antes de enviarla. Y cuando Wilson entra a la máquina y le ve ahí de pie, no está complacido.
"Cabrón," dice. La máquina se enciende, y un cálido brillo rojo los envuelve.
House sonríe. "Exactamente." Y la máquina calcula en consecuencia.
Esto es el futuro. Esto es lo que les pasa a House y Wilson dentro de la máquina:
El brillo rojo crece y se intensifica, volviéndose brillante y fiero. Los dos hombres tienen que cerrar los ojos y cubrirse los párpados con las manos. Cuando la luz se desvanece, solo queda uno.
Se queda mirando fijamente la pila de cenizas a sus pies.
"No," dice, nada enfadado al principio, nada sorprendido. Solo seguro, absolutamente seguro de que esto no es real. "No," repite.
Unos breves instantes de pensamiento y consideración, y empieza a aporrear con los puños las paredes de metal, golpeando las suaves entrañas de la máquina.
"¡¿Te lo has llevado?!" grita. "¡Estúpido pedazo de mierda!"
Sigue hundiendo sus puños en el frío muro de metal plateado. Cuando se magullan y cansan, lanza todo el peso de su cuerpo contra la pared, hombro y costado, gruñendo como un jugador de futbol.
"¡Imbécil! ¡Te has equivocado!"
Ya está perdiendo su fuerza, y se desploma en el suelo, sentándose entre las cenizas y deseando desvanecerse.
La Máquina parece notarlo. Hay un clic, en algún sitio en lo más profundo de sus entrañas, y un brillante rayo de luz verde inunda la sala.
Él levanta los ojos hacia el techo, el artilugio metálico un laberinto de tubos y cables. Un finoy articulado brazo robótico desciende, parpadeando con una sola cámara a modo de ojo en su cara. Mira a la salida como lanzando una indirecta.
"No me iré," dice él en una actitud desafiante.
Parpadea de nuevo. La cámara ronronea confundida.
"No me iré." Se agarra a los lisos remaches en el suelo. "No podrás seguir conduciendo a la gente hasta aquí si me quedo. Tendrás que matarme."
El brazo se mueve ligeramente a un lado antes de retroceder hacia arriba. Una voz calmada, femenina pero no humano, sale de un altavoz oculto: Regla Primera: Dos deben entrar, uno debe salir."
"Sí, la Regla de La Cupula del Trueno," dice con desagrado. "No me importa. No me iré." Pasa la mano distraído sobre las cenizas en el suelo, agarrando puñados como arena de playa.
¿Estás seguro?
Un asentimiento, un jadeo.
Es un acontecimiento inusual. La Máquina pareze suspicaz.
"Éramos hombres inusuales," responde él.
La Máquina se queda en silencio por un largo instante. ¿Calculando? ¿Probando algoritmos y trazando gráficos de las tendencias que podrían surgir?
No es perjudicial para el Objetivo, concluye finalmente, y el brillo rojo vuelve.
Él echa la cabeza hacia atrás, dejando que el calor caliente su cara y seque la humedad en sus mejillas. Agarra un puñado de cenizas contra su pecho, directamente sobre su corazón.
"Gracias," suspira antes de que el rojo se vuelva negro.
Autor: triedunture (comenta aqui)
Traductoras: theviciouslily y youretheartist (enviale un mensaje si quieres dejale un comentario a ella).
Lectora:
theviciouslily (comenta debajo)
Pareja(s): House/Wilson
Spoilers: N/A
Tamano: 7MB
Enlace: Mediafire
Texto en Espanol:
Esto es el futuro. Este es el problema:
El mundo no puede sustentar a muchos más de nosotros, y todos estamos de acuerdo en que la mitad tiene que irse. De alguna manera, en algún lugar, alguien inventa una máquina que decide quién se queda y quién muere. Nadie conoce qué conjunto de reglas usa la máquina para juzgar las almas de la gente, pero siempre tiene razón, y siempre mata a la persona menos importante.
La Máquina del Destino tiene unas reglas básicas:
1. Dos personas entran, solo una sale.
2. Cada persona de la Tierra debe entrar una vez, y una vez sola.
3. Su número será elegido aleatoriamente en cualquier momento de su vida, y deberá acudir.
4. Tiene dos opciones cuando su número sea elegido: pedir que se le asigne un adversario aleatorio, o elegir uno.
5. Su adversario, si es escogido, debe aceptar. Si es aleatorio, su oponente no tiene elección.
Obviamente, esto crea un elemento de estrategia. Los elegidos siempre presentan un gran riesgo, porque ambos creen que pueden vencer al otro. Las batallas al azar son peligrosas, porque podrías ser lanzado contra un niño pequeño con menos posibilidades de ser una "mala" persona.
El sistema no es perfecto, pero funciona. Además la gente es un poco más amable que antes. Aunque se rumorea que la máquina sabe cuándo es mentira.
Cuando el número de Wilson es elegido, House tiene una teoría.
"Elígeme," dice.
Wilson se mofa. "Te daría una paliza."
"Rehusaré, por supuesto," House dice. "Nos ganará algo de tiempo para pensar en alguien mejor."
Wilson niega con la cabeza. "No conozco a nadie a quien pudiera vencer y que vaya a aceptar. Voy a pedir una selección al azar."
House ya ha visto a Cuddy entrar en la máquina y nunca volver (batalla aleatoria: una adolescente de India). Ha perdido a Chase contra Foreman (estuvo igualado), y Cameron fue vencida hace dos años (batalla aleatoria: un viejo inglés).
"El azar es para los primos," House refunfuña. "Elígeme."
"No."
"Elige a tu hermano."
"¡No!"
"Si me eliges ganarás uno dos meses más," House dice. "Suficiente para reasignar tus pacientes a otro médico, poner todos tus asuntos en orden. Entonces podrás morir hasta el hartazgo."
Es la indirecta sobre los pacientes lo que le convence; House sabía que así sería.
Cuando House recibe la carta oficial pidiendo su respuesta, espera el máximo de tres días antes de enviarla. Y cuando Wilson entra a la máquina y le ve ahí de pie, no está complacido.
"Cabrón," dice. La máquina se enciende, y un cálido brillo rojo los envuelve.
House sonríe. "Exactamente." Y la máquina calcula en consecuencia.
Esto es el futuro. Esto es lo que les pasa a House y Wilson dentro de la máquina:
El brillo rojo crece y se intensifica, volviéndose brillante y fiero. Los dos hombres tienen que cerrar los ojos y cubrirse los párpados con las manos. Cuando la luz se desvanece, solo queda uno.
Se queda mirando fijamente la pila de cenizas a sus pies.
"No," dice, nada enfadado al principio, nada sorprendido. Solo seguro, absolutamente seguro de que esto no es real. "No," repite.
Unos breves instantes de pensamiento y consideración, y empieza a aporrear con los puños las paredes de metal, golpeando las suaves entrañas de la máquina.
"¡¿Te lo has llevado?!" grita. "¡Estúpido pedazo de mierda!"
Sigue hundiendo sus puños en el frío muro de metal plateado. Cuando se magullan y cansan, lanza todo el peso de su cuerpo contra la pared, hombro y costado, gruñendo como un jugador de futbol.
"¡Imbécil! ¡Te has equivocado!"
Ya está perdiendo su fuerza, y se desploma en el suelo, sentándose entre las cenizas y deseando desvanecerse.
La Máquina parece notarlo. Hay un clic, en algún sitio en lo más profundo de sus entrañas, y un brillante rayo de luz verde inunda la sala.
Él levanta los ojos hacia el techo, el artilugio metálico un laberinto de tubos y cables. Un finoy articulado brazo robótico desciende, parpadeando con una sola cámara a modo de ojo en su cara. Mira a la salida como lanzando una indirecta.
"No me iré," dice él en una actitud desafiante.
Parpadea de nuevo. La cámara ronronea confundida.
"No me iré." Se agarra a los lisos remaches en el suelo. "No podrás seguir conduciendo a la gente hasta aquí si me quedo. Tendrás que matarme."
El brazo se mueve ligeramente a un lado antes de retroceder hacia arriba. Una voz calmada, femenina pero no humano, sale de un altavoz oculto: Regla Primera: Dos deben entrar, uno debe salir."
"Sí, la Regla de La Cupula del Trueno," dice con desagrado. "No me importa. No me iré." Pasa la mano distraído sobre las cenizas en el suelo, agarrando puñados como arena de playa.
¿Estás seguro?
Un asentimiento, un jadeo.
Es un acontecimiento inusual. La Máquina pareze suspicaz.
"Éramos hombres inusuales," responde él.
La Máquina se queda en silencio por un largo instante. ¿Calculando? ¿Probando algoritmos y trazando gráficos de las tendencias que podrían surgir?
No es perjudicial para el Objetivo, concluye finalmente, y el brillo rojo vuelve.
Él echa la cabeza hacia atrás, dejando que el calor caliente su cara y seque la humedad en sus mejillas. Agarra un puñado de cenizas contra su pecho, directamente sobre su corazón.
"Gracias," suspira antes de que el rojo se vuelva negro.